Lo que Aznar hizo por la tregua

El PP lleg¨® al poder con el funcionario de prisiones Jos¨¦ Ortega Lara secuestrado por ETA desde el 17 de enero de 1996. D¨ªas despu¨¦s de que Jaime Mayor Oreja tomara posesi¨®n como ministro del Interior, el 6 de mayo de ese a?o, el hoy eurodiputado popular lanz¨® el siguiente mensaje, ante la posibilidad de que la banda asesinara a su cautivo: "Los miembros de ETA, en el supuesto de que en un momento determinado decidieran una actuaci¨®n, que ojal¨¢ no se produzca, lo tienen m¨¢s complicado en el sentido de que no pueden justificar que aqu¨ª se ha producido una cerraz¨®n y una intransigencia por parte de Interior".

Se refer¨ªa Mayor Oreja a la decisi¨®n del Gobierno popular de acercar a algunos presos etarras a c¨¢rceles del Pa¨ªs Vasco. En pleno secuestro de Ortega Lara, la Direcci¨®n General de Instituciones Penitenciarias realiz¨® un an¨¢lisis individualizado de los 150 presos de ETA en segundo grado. La decisi¨®n del acercamiento de 32 de ellos despu¨¦s de que ETA dictase una tregua de siete d¨ªas (del 24 de junio al 1 de julio de 1996). Pero el presidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar rechaz¨® la relaci¨®n entre ambos hechos: "El acercamiento puntual que se ha producido nada tiene que ver con la tregua de ETA. ?sta era una decisi¨®n tomada con anterioridad por el Ejecutivo".

El secretario de Estado de Seguridad dijo en 1997: "No podr¨¢ haber nunca vencedores ni vencidos"

A los cinco meses del asesinato de Miguel ?ngel Blanco, Interior anunci¨® un nuevo acercamiento de presos

El Ejecutivo anunci¨® que las decisiones que se adoptasen respecto al acercamiento de presos se har¨ªan "de acuerdo con la legalidad" e intentando el "m¨¢ximo consenso entre los partidos pol¨ªticos, especialmente con el PNV". Durante la tregua de ETA de los a?os 1998 y 1999, el PP fue favorable al di¨¢logo con la banda, ralentiz¨® las operaciones antiterroristas, invit¨® a 304 etarras huidos de la justicia a volver a Espa?a para no ser juzgados y, adem¨¢s, excarcel¨® a 180 etarras y acerc¨® a otros 135 a prisiones del Pa¨ªs Vasco o pr¨®ximas. Las medidas y las declaraciones m¨¢s importantes de los dirigentes del PP durante esa ¨¦poca evidencian la postura del anterior Gobierno.

- "La Guardia Civil no se opone a un final dialogado". El director general de la Guardia Civil, Santiago L¨®pez Valdivieso, declaraba por aquellos d¨ªas que el instituto armado no se opon¨ªa al di¨¢logo con ETA. "No s¨¦ si en la Guardia Civil hay gente que se opone a un final dialogado, pero la Guardia Civil no se opone a nada". Seg¨²n declar¨® L¨®pez Valdivielso, al terrorismo "hay que combatirlo, neutralizarlo y aniquilarlo, pero hay distintas salidas, distintos m¨¦todos, distintas pol¨ªticas a aplicar para llegar a ese mismo resultado". El PSOE, en la oposici¨®n, apoy¨® el acercamiento de presos. Las principales fuerzas parlamentarias, tambi¨¦n. El ex vicepresidente del Gobierno socialista Narc¨ªs Serra calific¨® de "correcta" la iniciativa del PP.

- Traslado de reclusos de ETA. En febrero de 1997, el Ministerio del Interior decidi¨® el traslado a la prisi¨®n de Nanclares de Oca (?lava) y Burgos de cinco reclusos de la organizaci¨®n terrorista ETA, debido "exclusivamente a la evoluci¨®n positiva" que se aprecia en su actitud. Seg¨²n Interior, no se trataba de un plan global, sino basado en "el principio de la individualizaci¨®n". Dos meses despu¨¦s, el PP se reun¨ªa con el resto de partidos en torno al Pacto de Ajuria Enea y reafirmaba la posibilidad de abrir un di¨¢logo con ETA si dejaba las armas. Un d¨ªa despu¨¦s de aquel pronunciamiento, la banda contestaba asesinando a un inspector de polic¨ªa en Bilbao de un tiro en la cabeza. Los traslados de presos y las excarcelaciones se convirtieron en corrientes durante la tregua.

- Secuestro y asesinato de Miguel ?ngel Blanco. El 12 de julio de 1997, ETA secuestr¨® al concejal del PP Miguel ?ngel Blanco y amenaz¨® con asesinarlo en 48 horas -cosa que hizo finalmente- si no se acercaba a los presos de la banda a las c¨¢rceles del Pa¨ªs Vasco. El Gobierno, que s¨®lo 11 d¨ªas antes se hab¨ªa mostrado alborozado por la liberaci¨®n por parte de la Guardia Civil de Ortega Lara, no cedi¨®. S¨®lo cinco meses despu¨¦s de uno de los cr¨ªmenes de ETA que m¨¢s conmocionaron a Espa?a, Mayor Oreja anunci¨® nuevos acercamientos de presos etarras a la Pen¨ªnsula. "Lo haremos lo m¨¢s r¨¢pido que podamos, en fechas inmediatas, porque hay un compromiso de pol¨ªtica penitenciaria m¨¢s activa y lo vamos a hacer", declar¨®. Esa pol¨ªtica "m¨¢s activa" se desarrollar¨ªa, seg¨²n Mayor, aunque hubiera atentados de ETA.

- Mayor Oreja: "Habr¨¢ final dialogado cuando bajen las pistolas". Unos meses despu¨¦s, Mayor Oreja declar¨® su deseo de que "pudiera haber" un final dialogado del terrorismo: "Habr¨¢ un final dialogado cuando se produzcan las condiciones para dialogar. Y ojal¨¢ se produzcan esas condiciones. Pero eso implicar¨ªa la inequ¨ªvoca voluntad de bajar las pistolas".

- Secretario de Estado de Seguridad: "El proceso y el procedimiento ser¨¢n largos. No podr¨¢ haber nunca ni vencedores ni vencidos". Esta frase la pronunci¨® Ricardo Mart¨ª Flux¨¢ el 27 de noviembre de 1997, casi un a?o antes de que ETA dejara de matar. Y a?adi¨®: "La palabra rendici¨®n total es profundamente ajena a lo que puede suponer la posici¨®n del Gobierno en torno a ETA".

- Resoluci¨®n por unanimidad en el Congreso a favor de flexibilizar la pol¨ªtica penitenciaria. Dos meses despu¨¦s de la tregua. En noviembre de 1998, con la tregua de ETA declarada desde el 18 de septiembre, el Congreso aprob¨® por unanimidad una moci¨®n para flexibilizar la pol¨ªtica penitenciaria. "El Congreso insta al Gobierno a que, mediante el m¨¢s amplio di¨¢logo con todas las fuerzas pol¨ªticas, desarrolle una nueva orientaci¨®n, consensuada, din¨¢mica y flexible, de la pol¨ªtica penitenciaria en la forma que mejor propicie el final de la violencia". El resultado de esta pol¨ªtica fue que 180 presos de ETA fueron excarcelados y otros 135 fueron acercados al Pa¨ªs Vasco. De hecho, 85 fueron internados en prisiones de Euskadi. El ¨²ltimo traslado, de 105 presos, incluy¨®, entre otros, el de Juan Jos¨¦ Rego y su hijo Ignacio Rego, ambos detenidos por intentar asesinar al Rey en agosto de 1995. Tambi¨¦n se benefici¨® de los traslados Ferm¨ªn Urdiain, condenado a 795 a?os por ocho asesinatos. De esta forma, la poblaci¨®n penal etarra se redujo durante el alto el fuego de 535 a 405 presos, ya que tambi¨¦n ingresaron en esa ¨¦poca 50 etarras.

- La Fiscal¨ªa, a favor del acercamiento de presos. Jes¨²s Santos, teniente fiscal de la Audiencia Nacional entonces, se mostr¨® en aquellos d¨ªas favorable al acercamiento de los presos de ETA al Pa¨ªs Vasco, aunque eso, aclar¨®, no tendr¨ªa que suponer su "concentraci¨®n" en Euskadi. El n¨²mero dos de la Fiscal¨ªa, con Eduardo Fungairi?o al mando, se refiri¨® a instrumentos como la figura del arrepentimiento y los indultos, que pod¨ªan facilitar la reinserci¨®n de los terroristas.

- Disminuyen las detenciones en Espa?a y Francia. Los primeros meses desde la declaraci¨®n de tregua casi pasaron en blanco para las fuerzas de seguridad. Desde el 17 de septiembre de 1998 hasta el 9 de marzo siguiente no hubo ni un arresto ni en Francia ni en Espa?a. De hecho, en Espa?a s¨®lo fueron detenidos 31 presuntos miembros de la banda durante 1999 y 39 en Francia, frente a los 122 en Espa?a y 39 en Francia arrestados el a?o anterior. Sin embargo, la actividad operativa de la banda segu¨ªa. El 23 de abril de 1999, un mes antes de la primera reuni¨®n entre ETA y el Gobierno en Suiza, Mayor Oreja confirm¨® que Jacobo Fitz-James Stuart, conde de Siruela e hijo de la duquesa de Alba, hab¨ªa sido seguido por los terroristas una vez comenzada la tregua. Adem¨¢s, el Gobierno envi¨® a emisarios por todo el mundo para invitar a 304 huidos por su relaci¨®n con ETA a volver a Espa?a sin miedo a ser juzgados o procesados, seg¨²n admiti¨® m¨¢s tarde el propio Mayor Oreja.

- El Gobierno aprueba que el Estado pague los miles de millones que los etarras deben a sus v¨ªctimas. El Gobierno acept¨® en noviembre de 1998 que fuese la Administraci¨®n central la que asumiese las indemnizaciones que los jueces fijaron en sus sentencias como compensaci¨®n civil subsidiaria del agresor con respecto a sus v¨ªctimas. La Asociaci¨®n de V¨ªctimas del Terrorismo calcul¨® en 60.000 millones de pesetas la deuda pendiente.

- El manifiesto de las v¨ªctimas. A finales de noviembre, 220 familiares de v¨ªctimas del terrorismo firmaron un manifiesto en el que ped¨ªa que se les tuviera en cuenta en el proceso de paz, planteaba que era imposible "reconciliarse con quien no pide perd¨®n" y planteaban en el ¨²ltimo p¨¢rrafo de su comunicado las siguientes condiciones: "Sin el abandono definitivo de la violencia y el terrorismo, sin reconocimiento del da?o causado y sin atenci¨®n a las v¨ªctimas, es imposible la reconciliaci¨®n". Ana Mar¨ªa Vidal Abarca declar¨® entonces: "Sabemos que quienes han destrozado nuestras vidas saldr¨¢n pronto a la calle, tan campantes, y que no van a pagar ni c¨¢rcel ni dinero. Lo aceptamos porque no queremos ser un obst¨¢culo para la paz, y no hay m¨¢s remedio. Pero que no nos exijan lavar la conciencia de nadie. Seguimos reivindicando nuestro derecho a la justicia y, ya que no lo vamos a obtener, al menos el derecho a quejarnos".

- Aznar y el Movimiento de Liberaci¨®n Nacional Vasco. Noviembre de 1998. El Gobierno de Aznar apoya los contactos con ETA y pronuncia una frase: "Esta decisi¨®n obedece a la percepci¨®n de los cambios registrados en el entorno del Movimiento de Liberaci¨®n Nacional Vasco (MLNV), que se han traducido en intentos de aproximaci¨®n a los que el Gobierno quiere ahora responder". El di¨¢logo se produce en Zurich sin resultados. En septiembre de 1999, Mayor Oreja habla por primera vez de "tregua-trampa". El 28 de noviembre, la banda anunci¨® el final del alto el fuego.