Los pol¨ªticos bolivianos se enfrentan en Repsol

Repsol no va a tirar la toalla en Bolivia, pero tampoco va a invertir o a negociar con el Gobierno de Morales bajo la amenaza que pesa sobre dos de sus ejecutivos, retenidos por presunto delito de contrabando. Sus esfuerzos por transmitir al equipo de gobierno su disposici¨®n a negociar, en el sentido que desee, un nuevo marco contractual para desarrollar su actividad empresarial, y su compromiso de seguir invirtiendo en el pa¨ªs, est¨¢n siendo respondidos con una bater¨ªa de acusaciones.

Repsol, que ha invertido 1.000 millones de euros en Bolivia y ha repatriado 30 millones, est¨¢ acusada de un presunto delito de contrabando en una exportaci¨®n de crudo por valor de 9,2 millones de d¨®lares. "Adem¨¢s de que es una mera infracci¨®n administrativa y no hay delito posible, la cifra del fraude atribuido es rid¨ªcula", aseguran en la petrolera. En el sector se atribuye la hostilidad hacia Repsol y hacia otras petroleras a pugnas internas por el liderazgo en la coalici¨®n de Gobierno y a intereses contrapuestos sobre la futura regulaci¨®n de la actividad de hidrocarburos en el pa¨ªs andino.