El s¨¦ptimo cielo est¨¢ en Par¨ªs
Belletti firma una remontada ¨¦pica del Bar?a ante un Arsenal exquisito a pesar de su tempranera inferioridad num¨¦rica
La ¨¦pica redimi¨® al Bar?a en el 50? aniversario de la Copa de Europa. La historia del torneo est¨¢ plagada de actos heroicos m¨¢s que de partidos sublimes. Y los azulgrana fueron fieles a la tradici¨®n despu¨¦s de negarse desde la est¨¦tica. No fue la noche de Ronaldinho, sino la de Larsson, Vald¨¦s, Eto'o y, sobre todo, Belletti, lo que expresa la rareza y la fe con la que actuaron. El equipo de Rijkaard se gan¨® merecidamente el s¨¦ptimo cielo con una remontada de los futbolistas con los que no se contaba m¨¢s que de los artistas. Jaleado en Londres, acaramelado en Lisboa y adulado en Mil¨¢n, no pod¨ªa permitirse un gatillazo en la alcoba de Par¨ªs.
La deliciosa actuaci¨®n del Arsenal agrand¨® la victoria del Bar?a en una final intervenida por el ¨¢rbitro, que no dio ni una pese al control emocional de los contendientes. El ingl¨¦s fue un equipo exquisito. Nunca tir¨® la cuchara, sino que jug¨® de manera inteligente, incluso en inferioridad num¨¦rica, y oblig¨® a su rival a un ejercicio paciente y voluntarioso. El juego serio de un futbolista de calle como Henry aval¨® a los gunners frente al playero del divertido ni?o Ronaldinho. Henry gan¨® y, sin embargo, la final se la llev¨® el Bar?a tras corregirse a tiempo. Achantado desde la alineaci¨®n, tir¨® medio partido por su actitud contemplativa para recuperarse en el ¨²ltimo tramo al ser ya m¨¢s reconocible por los cambios.
BARCELONA 2 - ARSENAL 1
Barcelona: Vald¨¦s; Oleguer (Belleti, m. 71), Puyol, M¨¢rquez, Gio; Edmilson (Iniesta, m. 46), Van Bommel (Larsson, m. 60), Deco; Giuly, Ronaldinho, y Eto'o.
Arsenal: Lehmann; Eboue, Tour¨¦, Campbell, Cole; G. Silva; Hleb (Reyes, m. 85), Cesc (Flamini, m. 74), Pir¨¦s (Almunia, m. 19), Ljungberg; y Henry.
Goles: 0-1. M. 38. Henry saca una falta y Campbell marca de un cabezazo a la escuadra. 1-1. M. 76. Larsson prolonga y Eto'o emerge desde la izquierda. 2-1. M. 80. Centro de Larsson a Belleti, que, desde el ¨¢rea peque?a, bate a Almunia por debajo de las piernas.
?rbitro: Tedrje Hauge (Noruega). Expuls¨® a Lehmann (m. 18). Amonest¨® a Eboue, Henry y Oleguer.
Unos 80.000 espectadores en Saint Denis.
A Rijkaard no le hab¨ªa servido de nada jugar con futbolistas f¨ªsicos. Se impon¨ªa la salida de Iniesta
Aunque nunca pareci¨® un entrenador intervencionista, a Rijkaard le dio por tocar la alineaci¨®n y procedi¨® de forma conservadora. Prescindi¨® de Iniesta en favor de Van Bommel en una decisi¨®n controvertida por las caracter¨ªsticas opuestas que representan. Iniesta da estilo al equipo y su presencia significa que al Bar?a le interesa tener la pelota. Van Bommel s¨®lo la quiere para meterla en la porter¨ªa rival igual que Edmilson procura que no llegue a la suya.
As¨ª que el Bar?a perdi¨® juego y pase para ganar contundencia y llegada desde un once inesperado. Se plant¨® con un equipo endurecido, directo, temeroso de perder el bal¨®n ante el enjambre de medios del Arsenal, un tormento para cualquier defensa por su capacidad para asociarse, conectados con Cesc y Henry, uno por delante y otro por detr¨¢s, y con Ljungberg de agitador. Wenger era fiel a su libro de ruta hasta el ¨²ltimo partido.
La disposici¨®n de ambos equipos obligaba a Ronaldinho a asumir un protagonismo absoluto, sensaci¨®n acentuada por la ausencia de Messi, vertical y que invita al equipo a ir a por el encuentro sin especular. No extra?¨®, por tanto, que Rijkaard situara al brasile?o de falso delantero centro mientras Eto'o ejerc¨ªa de extremo izquierdo. El Gaucho tard¨® un cuarto de hora en aparecer, tiempo en el que el Arsenal se adue?¨® del cuero y lo jug¨® de forma vertiginosa. Henry remat¨® dos veces consecutivas de forma espl¨¦ndida y Vald¨¦s respondi¨® de manera espectacular.
Mejor equipo en la posesi¨®n y m¨¢s r¨¢pido en la transici¨®n, el Arsenal inmovilizaba a un irreconocible Bar?a. Los cambios de orientaci¨®n de los medios para romper la l¨ªnea de presi¨®n s¨®lo encontraban un punto de apoyo en Giuly. Hasta que Ronaldinho apareci¨® para filtrar un pase para el desmarque de Eto'o en una jugada que acab¨® con gol de Giuly. Pero el ¨¢rbitro no dio la ley de la ventaja y expuls¨® a Lehmann por tumbar al camerun¨¦s antes de que el cuero llegara al franc¨¦s. Aunque mal penalizada, la acci¨®n permiti¨® al Bar?a encontrarse con el partido so?ado.
El Arsenal perdi¨® din¨¢mica y salida porque Wenger tuvo que sacrificar a Pir¨¨s para dar entrada a Almunia. El Bar?a se vio con el bal¨®n, circunstancia que abund¨® en la falta de centrocampistas. Mat¨® el tiempo de mala manera con un jugador de m¨¢s y no s¨®lo fue incapaz de marcar, aunque Eto'o remat¨® al palo, sino que recibi¨® un gol en una falta botada por Henry y cabeceada por Campbell.
A Rijkaard no le hab¨ªa servido de nada actuar con futbolistas fisicos. Se impon¨ªa la salida de Iniesta. El Bar?a recuper¨® su personalidad y comenz¨® a jugar al f¨²tbol. Tom¨® la pelota, toc¨® para desgastar al Arsenal y alcanz¨® el ¨¢rea. Le faltaba acabar la jugada, nada sorprendente ante un adversario que llevaba diez partidos sin sufrir un gol y que contragolpeaba con velocidad. No hab¨ªa manera de generar espacios en el ¨¢rea de Almunia y Henry exig¨ªa reiteradamente a Vald¨¦s, que sostuvo a su equipo con una actuaci¨®n memorable.
Rijkaard dio marcha atr¨¢s. Vio que le sobraban Van Bommel, Edmilson y Oleguer y dio cuerda a Iniesta, Larsson y Belletti. Los tres fueron decisivos en un ¨²ltimo acto presidido por el coraje. Larsson habilit¨® a Eto'o para que empatara y a Belletti para que firmara el triunfo mientras Iniesta se guardaba el bal¨®n hasta que Puyol levant¨® la Copa y alivi¨® el peso que soportaba Alexanco desde que Koeman conquist¨® Wembley. El cielo de Par¨ªs es hoy azulgrana.
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