Sofia Coppola crea pol¨¦mica con su visi¨®n moderna de Mar¨ªa Antonieta
La pel¨ªcula es la cr¨®nica de una decadencia, pero despolitizada y descontextualizada
Se oyeron aplausos y abucheos sonoros al acabar la proyecci¨®n de prensa de Mar¨ªa Antonieta, la pel¨ªcula de Sofia Coppola que se promet¨ªa como un plato fuerte del festival. Inmediatamente, comenzaron a circular apasionados comentarios que elogiaban su brillantez formal frente a los que consideran que Mar¨ªa Antonieta no es m¨¢s que el capricho cinematogr¨¢fico de una ni?a rica. Por otra parte, la proyecci¨®n a concurso de una pel¨ªcula belga hizo un flaco favor a la jornada oficial de promoci¨®n del cine europeo.
Sofia Coppola se ha acercado al personaje hist¨®rico de Mar¨ªa Antonieta como si se tratara de una mujer de nuestros d¨ªas. Desde que la pel¨ªcula comienza con m¨²sica actual, y la chica vienesa que acabar¨ªa convertida en reina de Francia luce un corte de pelo de hoy mismo, la apuesta est¨¢ clara. El trasfondo de la Revoluci¨®n Francesa pasa a segundo plano para dar prioridad a la soledad de una joven casada olvidada por su esposo, tema aderezado con detalles ir¨®nicos del sofisticado protocolo versallesco, o sobre la timidez del rey en su convivencia marital, o el aburrimiento de la esposa, su eventual enamoramiento de un militar extranjero, sus ganas de divertirse y de gastar dinero a lo loco, como cualquier burguesa de nuestros d¨ªas...
Ineludiblemente, Sofia Coppola debe hacer menci¨®n a las circunstancias que llevaron a la guillotina a esta reina y a su marido, pero la pel¨ªcula elude este acontecimiento. Todo acaba cuando la reina y el rey se marchan de Versalles mientras el pueblo grita pidiendo pan. "Si no tienen pan, que coman bollos", adjudicaron a la reina. Mar¨ªa Antonieta es la cr¨®nica de una decadencia, pero, por as¨ª decir, despolitizada, descontextualizada. ?Se trata de un reflejo del ocaso del actual imperio, una autocr¨ªtica? La directora evit¨® comentarios en este sentido.
Deslumbrante Dunst
La interpretaci¨®n de Kirsten Dunst es deslumbrante. La actriz confes¨® que los ni?os de su pa¨ªs apenas saben algo de la historia de Europa, y que en los libros de texto la Revoluci¨®n Francesa se despacha en pocas l¨ªneas. Quiz¨¢s, esta ignorancia haya sido ¨²til para evitar que el personaje adquiriera trascendencia. El resto del reparto es igualmente bueno, como la ambientaci¨®n, la brillante fotograf¨ªa, la m¨²sica de ¨¦poca y los sones contempor¨¢neos... todo bien manejado para una pel¨ªcula que ha dejado insatisfecho a medio mundo pero que gustar¨¢ a la otra mitad. No en vano, la hija de Coppola ha logrado un puesto de prestigio entre los aficionados. Tiene el m¨¦rito de atreverse a correr riesgos haciendo a la vez lo que le viene en gana. Ma?ana se sabr¨¢ en qu¨¦ lugar queda situada en las votaciones de la cr¨ªtica, donde sigue gobernando Almod¨®var con Volver, seguida por Babel, de Gonz¨¢lez I?¨¢rritu. Buenos aunque insuficientes t¨ªtulos para una competici¨®n de la talla de Cannes.
En cualquier caso, bien lejos est¨¢ Mar¨ªa Antonieta del aburrimiento provocado por la mala pel¨ªcula belga La raz¨®n del m¨¢s d¨¦bil, del director y actor Lucas Delvaux. Dej¨® a la sala perpleja, sin reacci¨®n. ?Qu¨¦ hac¨ªa una pel¨ªcula como ¨¦sta en la competici¨®n de un festival? ?Qui¨¦n y por qu¨¦ la hab¨ªa seleccionado? Es un filme torpe, con actores deficientes, chistes de colegial y una trama previsible. Cuenta c¨®mo tres parados y un ex delincuente, hartos de vivir econ¨®micamente angustiados en una potente ciudad industrial, organizan un asalto... que naturalmente les sale mal. La raz¨®n del m¨¢s d¨¦bil es un noble intento de denuncia social pero naufragado por la tosquedad de su lenguaje cinematogr¨¢fico.
La raz¨®n del m¨¢s d¨¦bil coincidi¨® con el d¨ªa oficial del cine europeo, como si el t¨ªtulo de la pel¨ªcula fuera una declaraci¨®n de principios de la Uni¨®n. Se reunieron ministros de Cultura, representantes de la Comisi¨®n Europea en materia audiovisual, y repitieron manifestaciones archisabidas, aunque tambi¨¦n anunciaron proyectos nuevos.
Uno de ellos es la creaci¨®n de un servicio de consumo de pel¨ªculas europeas de calidad por Internet. Con cl¨¢usulas que hacen referencia a la protecci¨®n contra la pirater¨ªa, a los derechos de autor y a la compleja organizaci¨®n econ¨®mica que tal tinglado va a suponer, se trata de un plan que comenz¨® a perge?arse hace un a?o, precisamente en el Festival de Cannes. Si tiene ¨¦xito, podremos ver legalmente en casa las mejores pel¨ªculas europeas. Es decir, que no incluir¨¢n la belga.
Babelia
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