Desaparece la voz de fuego de Roc¨ªo Jurado
La cantante de Chipiona falleci¨® ayer en Madrid, a los 61 a?os, tras una larga lucha contra el c¨¢ncer
"Brava", "valiente", "luchadora", "la mejor", "la ¨²nica". Ayer parec¨ªan faltar adjetivos para describir a la cantante Roc¨ªo Jurado en la entrada del Centro Cultural de la Villa de Madrid, donde qued¨® instalada, pasadas las once de la ma?ana, la capilla ardiente. La familia lleg¨® de luto riguroso y escoltada por agentes de polic¨ªa local. Ortega Cano lloraba abiertamente antes de salir del coche mientras el p¨²blico, concentrado tras las vallas, aplaud¨ªa y gritaba "guapa", "guapa". Tampoco pudo contener la emoci¨®n la hija mayor de la cantante, Roc¨ªo, que iba acompa?ada de su novio, Fidel Albiac, y de su t¨ªo Amador Mohedano. Fue uno de los momentos m¨¢s tensos de una jornada de luto que estuvo marcada por la llegada constante de amigos, pol¨ªticos, toreros, artistas y famosos. Con los allegados accedi¨® al interior un grupo de reporteros de un conocido programa televisivo del coraz¨®n por "expreso deseo de la familia", seg¨²n apunt¨® un portavoz municipal.
Almod¨®var: "Era una fuerza de la naturaleza, las mujeres como ella no se mueren"
El Rey llam¨® por tel¨¦fono a Ortega Cano para expresarle sus condolencias
"Muri¨® rodeada de los suyos, como ella quer¨ªa", comentaba Amador Mohedano
El 'Ave Mar¨ªa' interpretado por un familiar puso el punto final al velatorio
Roc¨ªo Jurado, una de las grandes voces de la canci¨®n espa?ola de las ¨²ltimas d¨¦cadas, una mujer cuya voz de fuego se movi¨® por igual por la copla, el flamenco y la canci¨®n ligera, falleci¨® a las 5.15 en su casa de Madrid, seg¨²n precis¨® su hermano Amador sobre las seis de la ma?ana. "Muri¨® tranquila y sin grandes angustias. Atendida por su m¨¦dico personal, Alejandro Domingo", dijo su hermano Amador Mohedano. "Estaba rodeada de los suyos, como ella quer¨ªa", comentaba Mohedano, visiblemente emocionado, con los ojos llorosos y la voz entrecortada.
En las inmediaciones de Villa Jurado, en la urbanizaci¨®n La Moraleja de Madrid, una treintena de c¨¢maras de televisi¨®n comenzaron a primeras horas de la ma?ana a retransmitir cada minuto de lo que acontec¨ªa en la casa de la tonadillera y el diestro Jos¨¦ Ortega Cano. A las 9.30, un furg¨®n f¨²nebre con el f¨¦retro de la cantante carente de adornos florales cruzaba la verja de la finca escoltado por media docena de agentes motorizados y un coche en el que viajaba su hermano Amador. En la puerta del chal¨¦ fue colgado un cartel en el que se pod¨ªa leer: "Motivos florales dirigirlos al Centro Cultural de la Villa de Madrid. Muy agradecidos, la familia".
Poco despu¨¦s de conocerse la noticia, en los aleda?os de la Plaza de Col¨®n empezaron a concentrarse cientos de personas. Entre el p¨²blico hab¨ªa mayor¨ªa de mujeres; esperaban, con botellas de agua, abanicos y peri¨®dicos para protegerse del sol, la apertura de la capilla ardiente para poder dar su ¨²ltimo adi¨®s a una de las artistas espa?olas m¨¢s populares y con m¨¢s personalidad y poder¨ªo. "Era la m¨¢s grande, por eso he venido en cuanto me he enterado", aseguraba un ama de casa que portaba unos claveles rojos.
Mariano L¨®pez Garc¨ªa, un disc jockey de 35 a?os admirador de Roc¨ªo Jurado desde los 18, fue la primera persona en despedirse de la artista nada m¨¢s abrirse la capilla al paso del p¨²blico. El joven, que vest¨ªa una camiseta con la imagen de La Chipionera que le firm¨® Roc¨ªo Jurado en la Expo de 1992, ocup¨®, a las 7.15,
media hora despu¨¦s de enterarse de la muerte de su ¨ªdolo por la radio
el primer lugar en la cola para entrar a la sala donde se iban a exponer horas despu¨¦s los restos de la cantante. "Ten¨ªa que rendirle un ¨²ltimo homenaje, era la m¨¢s grande y por eso he dejado el trabajo, me he ido a casa a buscar la camiseta y me he venido para despedirme".
El Ayuntamiento de Madrid, que estuvo representado por el alcalde, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, habilit¨® dos entradas a la capilla: una para el pueblo llano y otra para los famosos y amigos de la familia. El regidor anunci¨® que Madrid dedicar¨¢ una calle a la tonadillera.
En el interior del Centro Cultural Villa de Madrid, en el pasillo central, se pod¨ªa ver un ata¨²d sorprendentemente cerrado (alguien record¨® que todo el mundo pudo ver el rostro de Lola Flores difunta) y arropado por las banderas de Espa?a y de Andaluc¨ªa. Las coronas de la familia, del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, y un crucifijo rodeaban el catafalco.
Concha Velasco, Sara Montiel, Marujita D¨ªaz y Paquita Rico llegaron pronto y de luto. "Jos¨¦ se ha portado como un gran marido", dec¨ªa Marujita, que asegur¨® haberse despertado pasadas las cinco de la ma?ana como si presintiese algo. "Sol¨ªa llamarnos por tel¨¦fono para cantarnos; ahora estar¨¢ con Dios en el cielo", acertaba a decir Concha Velasco. Tambi¨¦n se acercaron Marta S¨¢nchez y Rosario, la hija de La Faraona, quien asegur¨® que Roc¨ªo Jurado hab¨ªa estado muy cerca de ellos cuando falleci¨® su madre y que era de ley estar en estos momentos tan dif¨ªciles al lado de la familia de la cantante. No faltaron tampoco el cantaor Jos¨¦ Merc¨¦, Pasi¨®n Vega, Joaqu¨ªn Cort¨¦s, Sara Montiel, Mar¨ªa Dolores Pradera, Aurora Bautista y Mar Flores.
Pero no s¨®lo se manifest¨® el mundo de la canci¨®n y del famoseo medi¨¢tico. El Rey llam¨® por tel¨¦fono al marido de la cantante para expresarle sus condolencias y Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y Mariano Rajoy aseguraron que se trataba de "una gran cantante y una gran artista".
En la plaza de Las Ventas se guard¨® un minuto de silencio como homenaje a la mujer del diestro Ortega Cano. El mundo del toro despidi¨® a la tonadillera; el ganadero Mart¨ªn Berrocal fue el primero en enviar al Centro Cultural de la Villa una corona de rosas blancas, las flores que a ella le gustaban; visiblemente afectados, Julio Aparicio, Cayetano Rivera Ord¨®?ez, Espartaco... atravesaban todos los controles sin articular palabra. Del boxeo se pudo ver tambi¨¦n a Jos¨¦ Legr¨¢.
El cantante Joan Manuel Serrat se acerc¨® a dar el p¨¦same a la familia y Pedro Almod¨®var, de la mano de Bibiana Fern¨¢ndez, aseguraba que su figura se hab¨ªa agrandado desde que anunci¨® que padec¨ªa un c¨¢ncer de p¨¢ncreas. "Es en la enfermedad que es donde se mide la categor¨ªa de las personas. Nos ha dado una lecci¨®n de dignidad. Era una gran amiga y una fuerza de la naturaleza como artista, las mujeres como ella no se mueren", a?adi¨® el realizador, que fue aclamado por el p¨²blico. El director de Volver tambi¨¦n tuvo palabras de recuerdo para Lola Flores y Roc¨ªo D¨²rcal, mujeres que, dijo, ya forman "parte de la historia y de nuestra biograf¨ªa".
A medida que avanzaba la ma?ana la afluencia de p¨²blico se fue haciendo m¨¢s masiva. Como una ola, Se?ora, Como yo te amo, Si amanece o Se nos rompi¨® el amor, algunos de sus grandes temas, que ella dot¨® de una singular intensidad er¨®tica, eran recordados e incluso tarareados por el p¨²blico congregado. Frente a los que acudieron discretamente y con el dolor reflejado en el rostro a expresar su dolor a una gran artista, destacaban los seguidores de la prensa rosa y programas del coraz¨®n, apostados sobre las vallas y lanzando gritos -"Pati?o, Pati?o" y "Gracias por el Tomate"- para conseguir saludar a algunos de los famosos. Por momentos aquello se convirti¨® en un plat¨® de televisi¨®n en directo donde algunos personajes pasaron m¨¢s tiempo haciendo declaraciones que en el interior del velatorio acompa?ando a la familia. En ese ambiente resultaba imposible escuchar a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, entre los gritos de "legaliza el botell¨®n" y "maciza" que coreaba parte del p¨²blico. En ese ambiente de famoseo desatado, casi pas¨® desapercibida la ministra de Educaci¨®n, Mercedes Cabrera. Sin embargo, fueron aclamados Massiel y Ra¨²l Sender. All¨ª mismo se conoci¨® que la ministra de Cultura, Carmen Calvo, se encontraba ingresada para someterse a una intervenci¨®n quir¨²rgica.
A medida que pasaban las horas se fue reduciendo la cola del p¨²blico que quer¨ªa dar su ¨²ltimo adi¨®s a la cantante de Chipiona pero se fue agrandando la de los curiosos.
Al final, las coronas llegadas desde todos los puntos de Espa?a se abandonaban en el pasillo y se pod¨ªa ver a Ortega Cano y a Roc¨ªo Carrasco con la mirada perdida en un gesto de soledad infinita. A las 19.20 cerraron las puertas y se cifraba en cerca de 22.000 el n¨²mero de personas que hab¨ªan desfilado ante La Chipionera, seg¨²n los datos facilitados por el Ayuntamiento.
El Ave Mar¨ªa interpretado por un flautista de la familia junto al f¨¦retro puso el punto final al velatorio. Con puntualidad brit¨¢nica, tal y como se hab¨ªa anunciado, poco antes de las ocho de la tarde la comitiva part¨ªa en direcci¨®n al aeropuerto de Torrej¨®n para viajar posteriormente a Jerez y de all¨ª a Chipiona, donde Roc¨ªo Jurado ser¨¢ hoy enterrada.
Todo acab¨® como hab¨ªa empezado pero en sentido inverso: los aplausos y los gritos de "¨¢nimo, ¨¢nimo" despidieron en la plaza de Col¨®n el coche f¨²nebre, que iba precedido de los familiares m¨¢s cercanos. En autom¨®viles separados viajaba la familia: en el primero, su hija y en el ¨²ltimo, Ortega Cano.
Babelia
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