"Hasta treinta aviones estuvieron volando sobre El Prat sin poder aterrizar"

La clausura del aeropuerto de Barcelona durante 11 horas debido a la ocupaci¨®n de las pistas por parte de trabajadores de tierra de Iberia oblig¨® a desviar todos los aviones que en aquel momento volaban hacia El Prat. El incidente puso en m¨¢xima alerta a las 55 personas que ese d¨ªa se encargaban de dirigir el tr¨¢fico a¨¦reo de Barcelona y todo el sureste de Espa?a desde el Centro de Control de Gav¨¤. "Somos los que hemos sufrido en propias carnes este l¨ªo", reconoc¨ªa uno de los trabajadores de Navegaci¨®n A¨¦rea, que subray¨® que los controladores est¨¢n preparados para hacer frente a estas situaciones y que en todo momento se garantiz¨® la seguridad de los pasajeros. A continuaci¨®n se relatan los momentos de mayor tensi¨®n:

9.30: El personal de tierra de Iberia deja de trabajar y bloquea con sus veh¨ªculos las v¨ªas de acceso de los aviones a la pista principal. La actividad del aeropuerto se altera. Por seguridad, se suspenden moment¨¢neamente las operaciones de despegue a la espera de que se resuelva el incidente. Diversos aviones aterrizan en la tercera pista, pero el pasaje no puede dirigirse a las terminales.

10.00: Trabajadores de Iberia ocupan la pista principal y al poco rato las dos restantes. Se decreta el cierre del aeropuerto. El Centro de Control comunica la situaci¨®n y los aeropuertos nacionales e internacionales aplazan sus salidas hacia Barcelona. Los que llegan a El Prat deben esperar en el aire. Desde el centro de Gav¨¤, cada controlador a¨¦reo ordena el tr¨¢fico del sector que tiene asignado, indicando a los pilotos la posici¨®n que deben ocupar para no interferir con otras aeronaves.

10.15: Se acumulan los aviones sobre Barcelona, que realizan circuitos cerrados a diferentes alturas a la espera de las indicaciones del Centro de Control. Mientras, los controladores son informados de que la situaci¨®n en tierra tardar¨¢ en resolverse, por lo que los aviones deben reconducirse a otros aeropuertos. Para ello, se priorizan los que tienen menos combustible.

10.30: Fue el momento de mayor concentraci¨®n. "Hasta treinta aviones estuvieron volando sobre El Prat sin poder aterrizar". Buena parte se desv¨ªan a Reus y Girona. Sin embargo, los controladores se encuentran con que aceptan a pocos, ya que en estos peque?os aeropuertos no hay casi espacio donde acoger tantas aeronaves. Los controladores, junto con los pilotos y sus compa?¨ªas, deciden r¨¢pidamente otras alternativas. "Los aviones van muy deprisa y no nos podemos permitir el lujo de pensar durante muchos minutos", explica un controlador que ocupaba su puesto el viernes. Algunos vuelos se env¨ªan a Barajas, donde tambi¨¦n tienen que esperar en el aire para encontrar un hueco entre los aviones que ten¨ªan hora programada. Los que est¨¢n m¨¢s lejos se derivan a Palma y Valencia antes de que se aproximen a Barcelona y enreden m¨¢s la situaci¨®n. Se comunica a otros aeropuertos internacionales que acojan aviones con destino a El Prat. Algunos aterrizan en Toulouse y Perpi?¨¢n. Los aeropuertos deben retrasar sus operaciones previstas para acoger a los aviones desviados, que llegan inesperadamente.

13.00: Ya casi ning¨²n avi¨®n llega a El Prat, a excepci¨®n de alg¨²n vuelo transoce¨¢nico. Es el caso de una aeronave de la compa?¨ªa Delta, que se desv¨ªa a Madrid.

17.55 horas: Los trabajadores dejan de ocupar las pistas.