El proyecto autoriza con restricciones la conservaci¨®n privada de c¨¦lulas madre

La creaci¨®n en Espa?a de bancos privados de cordones umbilicales es todav¨ªa una inc¨®gnita. El proyecto de Ley de Investigaci¨®n Biom¨¦dica presentado ayer por el Gobierno permite que empresas privadas almacenen las c¨¦lulas madre de cord¨®n siempre que se atengan a dos requisitos: ceder las muestras recogidas a cualquier persona que las necesite y no tener ¨¢nimo de lucro. Las empresas interesadas en realizar esta pr¨¢ctica en Espa?a no est¨¢n de acuerdo con esos dos puntos clave del proyecto, aseguran que la normativa es demasiado exigente y que tendr¨ªan muchos problemas para montar los bancos.

La conservaci¨®n de las c¨¦lulas madre de cordones umbilicales es una pr¨¢ctica que se realiza en el momento del parto para poder usarlas despu¨¦s, en caso de necesidad, como tratamiento de posibles enfermedades de la persona. El Gobierno, las empresas privadas y los investigadores coinciden en que el cord¨®n umbilical es un bien de gran valor, no s¨®lo para tratar enfermedades como la leucemia y otros males cong¨¦nitos de la sangre sino para su uso en alternativas terap¨¦uticas que todav¨ªa se hallan en fase de investigaci¨®n.

El Ministerio de Sanidad se ha manifestado siempre en contra de que bancos privados conserven la sangre de cord¨®n umbilical por considerar que chocan con el sistema p¨²blico de trasplantes basado en el altruismo y en el anonimato. Sin embargo, tras constatar que cientos de familias espa?olas, entre ellas la familia real, estaban conservando la sangre de los cordones de sus hijos en el extranjero tras pagar entre 1.500 y 2.000 euros por este servicio, el Gobierno se vio obligado a rectificar y anunci¨® su intenci¨®n de autorizar la existencia de estos bancos privados en Espa?a.

Esa autorizaci¨®n se plasma en dos regulaciones. La primera es el proyecto de ley que ayer present¨® el Gobierno y la segunda es un decreto espec¨ªfico que el Ministerio de Sanidad elabora desde marzo pasado, bas¨¢ndose en las recomendaciones de la UE, que prima los bancos p¨²blicos por encima de los privados.

En estas dos normativas el Ejecutivo es muy claro. Permitir¨¢ que compa?¨ªas privadas conserven la sangre de los cordones siempre que se atengan a dos requisitos esenciales: que las empresas se establezcan como fundaciones sin ¨¢nimo de lucro y que las c¨¦lulas madre est¨¦n a disposici¨®n de cualquier enfermo que lo necesite.

Las empresas interesadas en montar estos centros en Espa?a consideran que esos dos puntos convierten la autorizaci¨®n del Ministerio en una prohibici¨®n. Consideran que las familias no querr¨¢n pagar por guardar los cordones umbilicales si saben que el Gobierno los "expropiar¨¢ forzosamente" cada vez que lo necesite otra persona y plantean que sean los usuarios los que decidan en ese momento si quieren donarlos o no.

"Lo ¨²nico que consiguen con esa medida es que las familias sigan mandando los cordones fuera de Espa?a", explica Guillermo Mu?oz, director de la empresa Criocord. En el mismo sentido se expresa ?ngel ?lvarez, presidente y fundador de Vidacord: "Que a las familias se les obliga a donar los cordones al sistema p¨²blico es contrario a derecho porque atenta contra la voluntariedad de cualquier individuo".

Los bancos privados tampoco entienden que tengan que constituirse como asociaciones sin ¨¢nimo de lucro. Exponen que la creaci¨®n de este tipo de bancos requiere una tecnolog¨ªa de mucho coste y que, obviamente, su naturaleza es la de ganar dinero. "Montar una empresa supone mucho esfuerzo y dinero. Obviamente, cuando uno se mete en algo as¨ª es porque quiere ganar dinero, algo bastante l¨ªcito, por otra parte, siempre que uno cumpla la legalidad, como cualquier otra cl¨ªnica o un dentista que tenga su consulta privada", explica el director de Criocord.

La Comunidad de Madrid aprob¨® el pasado marzo la existencia de estas empresas en la regi¨®n con un real decreto que regulaba su funcionamiento y constituci¨®n. Sin embargo, los jueces suspendieron cautelarmente el decreto a instancias del Ministerio de Sanidad argumentando que la regulaci¨®n nacional no se hab¨ªa elaborado todav¨ªa.