Entre la hipoteca y la pared
Las familias espa?olas ya dedican el 41% de su renta a comprar casa. Y algunos j¨®venes est¨¢n firmando hipotecas de 50 a?os. El endeudamiento entra en zona de riesgo
Espa?a cuenta con 23.209.842 viviendas, una por cada dos habitantes. Como la ecuaci¨®n matem¨¢tica, que se deduce de los datos del Ministerio de la Vivienda, no siempre se corresponde con la realidad social (se estiman cerca de tres millones de viviendas vac¨ªas), familias como Alfredo y Rosa -los dos apellidados Mart¨ªnez- han tenido que comprar e hipotecarse por la casa que la l¨®gica del ¨¢lgebra no les concede. Terminar¨¢n de pagar al banco la cantidad que les ha prestado, 140.000 euros (la hipoteca media espa?ola es de 140.189 euros), dentro de 30 a?os, casi la edad que tienen. Pagan una letra de 524,49 euros al mes por una casa de 63 metros cuadrados en Madrid. Aprovecharon los bajos tipos y contrataron el inter¨¦s variable a un 2,103% de Euribor.
Su sue?o: un tercero luminoso sin ascensor. Su hipoteca no sobrepas¨® el 80% del valor de tasaci¨®n gracias a la intervenci¨®n econ¨®mica de sus padres. Adem¨¢s, dos plazas de garaje les suponen 200 euros al mes durante 15 a?os. Total: 724,49 euros mensuales, casi el salario de ella. ?l ingresa una media de 1.300 euros mensuales, menos que el sueldo medio espa?ol, que seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) alcanza los 1.538,17 euros al mes. Ahora, con la reciente subida del Euribor, sus pagos mensuales se han incrementado en 150 euros. "Asumible? de momento", dicen mirando a su hija. En la familia de Alfredo y Rosa no queda alma sin hipotecar. Los padres de los m¨¢s j¨®venes se han puesto de cotitulares en sus contratos para que los bancos no sufran por sus empleos inestables. Los que ya compraron han pedido ampliaciones para el coche o la reforma. Los que no, pasan del piso al adosado o compran una segunda vivienda de fin de semana. Los divorciados luchan para que los bancos les dejen rehacer su vida con nuevos pr¨¦stamos. Ninguno tiene un sueldo alto y la mayor¨ªa destina, a pesar de las advertencias del Banco de Espa?a, m¨¢s del 41% de su renta anual a la financiaci¨®n de su vivienda. Ninguno ahorra. Nadie alquila. Alguno compr¨® una segunda propiedad y paga la letra arrendando. S¨®lo uno ha accedido a un piso de protecci¨®n oficial.
A todos, su entidad les exigi¨® domiciliar la n¨®mina, seguros de vida, de la casa, plan de pensiones, tarjetas, y algunos necesitaron avalista; pero sienten el ladrillo como la mejor inversi¨®n y, en muchos casos, establecen un v¨ªnculo personal con quien les vendi¨® la hipoteca. "Con ellos, no con el banco", recalcan. Sociol¨®gicamente hablando, la familia Mart¨ªnez tiene unos patrones de consumo est¨¢ndar? en Espa?a, claro. Un pa¨ªs donde el 82% de la poblaci¨®n se decanta por comprar una vivienda, seg¨²n un estudio de tendencias del Banco de Espa?a.
Encontrar un entorno hiperhipotecado como el de Alfredo y Rosa no es dif¨ªcil. Y eso que el cliente ideal que buscan las entidades -pareja joven con n¨®mina, que pida menos del 80% del valor de tasaci¨®n de la vivienda y con un coeficiente de endeudamiento inferior al 35%- casi no existe. Los tipos de inter¨¦s suben, pero el mercado no s¨®lo no da s¨ªntomas de enfriamiento, sino que es m¨¢s febril que nunca. El primer trimestre de 2006, la deuda de las familias creci¨® un 19% y alcanza los 730.943 millones de euros, seg¨²n datos del Ministerio de la Vivienda (el n¨²mero de espa?oles que est¨¢ detr¨¢s de esa cifra se desconoce). Mientras, el Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS), que se dedica a ponerle el estetoscopio al pa¨ªs, dice que en julio de 2006 los espa?oles de entre 18 y 44 a?os aceleran pulsaciones cuando se les pregunta sobre su bolsillo y la vivienda. Nada nuevo.
El esfuerzo que tienen que hacer las familias espa?olas para comprar vivienda se elev¨® al final del primer semestre de este a?o al 40,9% de su renta bruta, la tasa m¨¢s alta de la ¨²ltima d¨¦cada, seg¨²n el Banco de Espa?a, que advierte al consumidor de que la vivienda "est¨¢ sobrevalorada", con el riesgo que supone para unos hogares que centran el 89% de su deuda global en su adquisici¨®n. "No hay que ser alarmistas sociales", declar¨® en su momento Ricardo Montoro, ex director del CIS, convencido de que el consumidor es "m¨¢s racional" de lo que creen los economistas.
Villanueva de la Torre (Guadalajara). Frontera con Madrid. 5.146 vecinos. El 87,1% de sus viviendas tiene pagos pendientes, lo que la convierte, seg¨²n el INE, en la localidad m¨¢s endeudada de Espa?a. ?C¨®mo afrontar¨¢n en este pueblo la subida de tipos si el 59% de los espa?oles admiten llegar justos a fin de mes? ?Estar¨¢n reventando las centralitas de Ibercaja, Caja Guadalajara y La Caixa -las principales entidades con trozo en esta tarta- con preguntas a las que no responde la calculadora? En la sucursal de Ibercaja, preponderante en la zona, reina la tranquilidad. Los clientes guardan turno para hablar con Jos¨¦ Mar¨ªa Fern¨¢ndez, el director, Chema para todos. Un asturiano de 39 a?os, casado y con dos hijos, que pas¨® de firmar s¨®lo un contrato en su anterior destino alcarre?o en Atienza a batir r¨¦cords nacionales en sus siete a?os en Villanueva.
"?Que si me preocupa la subida de tipos? S¨ª y no. Somos el pueblo m¨¢s hipotecado por el ratio poblaci¨®n / hipoteca, pero no por nivel de endeudamiento. La mayor parte de los urbanitas que emigraron hace siete a?os al pueblo poseen pr¨¦stamos de unos 65.000 euros. Cuando llegaron, casi todos eran j¨®venes sin ahorros, sin empleo estable, que se subrogaron a la hipoteca de la promotora a 20 a?os. Las nuevas s¨ª son m¨¢s preocupantes. La media ahora es de 300.000 euros, a 35 a?os. Hacemos cuentas con ellos para ver c¨®mo les afectar¨ªan las subidas y proponemos la opci¨®n m¨¢s ventajosa. Una hipoteca se basa en un 80% en la confianza. Por eso hay que informarles siempre con claridad".
A Fern¨¢ndez no le falta raz¨®n. Desde la entrada en vigor del real decreto-ley de abril de 2003, bancos y cajas est¨¢n obligados a informar a sus clientes con tipo variable de la posibilidad de suscribir un tipo de seguro que cubra el riesgo de la variaci¨®n de tipos. Es el CAP. El particular paga una prima a cambio de ser compensado cuando la referencia usada supera el nivel contratado y decide qu¨¦ nivel de Euribor asume para cada importe concreto en determinado plazo. Todas las precauciones son pocas. A pesar de que la morosidad en Espa?a es muy baja, la deuda acumulada dificulta el optimismo. Juan Pedro ?vila, de la Asociaci¨®n de Consumidores y Usuarios de Bancos, Cajas, Productos Financieros y Seguros (ADICAE), afirma que contratar o cambiar una hipoteca a tipo fijo no es la soluci¨®n ante una subida. "Es subirse uno mismo el inter¨¦s y ahogarse m¨¢s. Las medidas de Solbes en esta l¨ªnea son insuficientes", sentencia. Para ADICAE, la reforma ha de ser estructural. "Es necesaria una ley de sobreendeudamiento de las familias, anunciada por la ministra de Sanidad y Consumo en 2004. Si mudamos a tipos fijos, bancos y cajas ser¨¢n los ¨²nicos beneficiados de una reforma legal que perpetuar¨¢ su negocio, pero a costa de dejar a los hogares sin cobertura legal ante el sobreendeudamiento".
El cr¨¦dito nos salva. Pero la deuda engendra deuda. Es la rueda de la "Espa?a va bien". "Pero s¨®lo a trav¨¦s del cr¨¦dito se puede crecer en nuestras econom¨ªas. La gente se endeuda porque puede", afirma el presidente de la Asociaci¨®n Hipotecaria Espa?ola (AHE). "Lo que hay que cambiar es el perfil del mercado. M¨¢s f¨®rmulas mixtas (fijo m¨¢s variable) o alternativas que puedan compensar el avance del Euribor".
Alfredo arranca su Golf GTI en direcci¨®n a zonas de nueva construcci¨®n de la capital. Va con su hermano y su novia para ayudarles a encontrar financiaci¨®n. Abre su mapa y echa un ojo a los barrios de nuevo cu?o. "Lo mejor es darse un paseo por las sucursales bancarias de los nuevos barrios. Necesitan cumplir objetivos desde el minuto cero y es m¨¢s f¨¢cil que se apiaden de ti", asegura mientras aparca. Si la ruta no tiene ¨¦xito, probar¨¢n en pueblos lim¨ªtrofes. Cuando se publique este reportaje, el hermano de Alfredo ya estar¨¢ endeudado. A pesar de que sueldos y precios no se equiparan, ?c¨®mo no endeudarse si las entidades diversifican sus productos para que la hipoteca nos siente como un guante?
Caso uno. J¨®venes menores de 35 a?os. Un dato: si el esfuerzo en adquirir vivienda se calculara sobre los ingresos medios de j¨®venes como el hermano de Alfredo (muy por debajo de la media), el porcentaje rondar¨ªa el 45-55% de su renta, seg¨²n los expertos. La soci¨®loga de la UNED Teresa Jurado lo argumenta con cifras en un estudio para la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorro (FUNCAE): "La inflexibilidad del modelo de vivienda en Espa?a hace que para los j¨®venes el alquiler resulte un 3,6% m¨¢s caro que la compra, lo que retrasa la edad de emancipaci¨®n y la natalidad. El 90% de los j¨®venes se decanta por la compra porque Espa?a es un pa¨ªs de propiedad (el 15% de las viviendas son de alquiler en Espa?a, frente al 30% de media de la UE)". En el apartado de buenos prop¨®sitos, el Plan de Vivienda 2005-2008 establece, seg¨²n el ministerio de Mar¨ªa Antonia Trujillo, ayudas para facilitar al menor de 35 el acceso a la vivienda y para el pago del alquiler y de hipotecas. Tambi¨¦n, la construcci¨®n de 226.400 viviendas protegidas para compra y 105.050 para alquiler. El ministerio ha lanzado una web en plan buen rollo: www.kelifinder.com. "?Qu¨¦ pol¨ªticas se est¨¢n llevando a cabo? Si nos referimos a las iniciativas de la ministra Trujillo, lo ¨²nico que vemos es un conjunto de medidas propagand¨ªsticas paliativas, que en absoluto modifican el sistema fiscal-inmobiliario-financiero. Es entonces cuando el piso se convierte en un privilegio y no en un derecho", reclama el soci¨®logo Joan Subirats, de la Plataforma por una Vivienda Digna.
La perita en dulce. ?Qui¨¦n no desea alguien con muchos a?os de vida para poder estirar una letra que en principio es inaccesible? Algunas entidades ofrecen plazos de 40 y hasta 50 a?os o la posibilidad de aplazar algunos a?os el pago del capital mientras se abonan los intereses (los famosos periodos de carencia). BBVA viene concediendo hipotecas a 40 a?os desde el a?o 2000; La Caixa, desde 2002; Santander, Caixa Catalunya y Caja Madrid se sumaron en 2005. Ante la subida de tipos: estirar m¨¢s a¨²n el plazo. La BBK ha marcado un hito financiero: a finales de 2005 lanz¨® hipotecas a 50 a?os para menores de 35. Caja Vital, Caja Laboral o Caja Rural Vasca han copiado la f¨®rmula, que permite ser propietario con un sueldo mileurista: m¨¢s plazos, menos cuota, pero m¨¢s intereses. Para ADICAE, que comparte con el Banco de Espa?a la cautela ante estos "pr¨¦stamos interminables", no se favorece al consumidor. "Si una hipoteca de 150.000 euros a 25 a?os supone una cuota mensual de 711 euros y al vencimiento de este pr¨¦stamo el consumidor paga unos intereses de 63.000 euros con los actuales tipos, con otra a 50 a?os, la mensualidad ser¨ªa de 483, pero los intereses ascender¨ªan a 139.000, un 120% m¨¢s". El hermano de Alfredo no comparte el discurso. "El caso es meterse en un piso y tener buenas condiciones al principio, que es cuando asumes m¨¢s pagos", espeta.
Caso dos. El inmigrante regularizado con n¨®mina deja de alquilar y se suma a la tendencia nacional: la compra. Sin embargo, en un pa¨ªs donde la realidad social dicta las medidas de un traje llamado hipoteca, los inmigrantes no tienen un producto bancario espec¨ªfico. "La principal traba es que los bancos no tienen antecedentes sobre su capacidad de pago. Se piden justificados hasta dos a?os de vida laboral, y muchos trabajan en el servicio dom¨¦stico por horas y sin seguro. Por no hablar de los avales? Las entidades ponen obst¨¢culos a cualquier persona que no tenga recursos", explica Fredi Deblois, que trabaja con el bufete catal¨¢n Sagarra Abogados. "Ellos gestionan los tr¨¢mites de residencia y nosotros les buscamos piso e hipoteca". Negocios como ¨¦ste a¨²n no proliferan en Espa?a. Otra de las opciones seguras para un inmigrante es acudir a los Programas de Alojamientos para Inmigrantes de su comunidad, un servicio que empez¨® como asesoramiento y ha derivado, por la demanda, en gesti¨®n de compra y de alquiler. Cristina Alonso, trabajadora social, lo explica. "Se les informa sobre lo que no deben hacer. Se hace un estudio econ¨®mico de las posibilidades de compra, les gestionamos el pr¨¦stamo con una entidad y, si ya la tienen, actuamos como asesores. Tambi¨¦n tienden a querer comprar entre varios y les explicamos las consecuencias. Si es inviable la compra, les gestionamos un buen alquiler". Es la opci¨®n elegida por Aidee Espa?ol, tras haber perdido 2.000 euros que dio de se?al para un piso por el que nunca consigui¨® hipotecarse.
Caso tres. Las personas mayores. "Ya era hora de que los bancos me devolviesen alguna vez el favor, ?no?". Tras la frase, Luisa Grasa, de 80 a?os, propietaria de un piso en Zaragoza, viuda, y sin intenci¨®n de pisar una residencia. Ella ya se ha apuntado a la hipoteca inversa (HI), producto muy brit¨¢nico para el que ning¨²n grupo pol¨ªtico ni asociaci¨®n tiene quejas. Va a ser la ni?a mimada de la reforma del mercado hipotecario. Luisa cobrar¨¢ 634 euros mensuales por su vivienda, tasada en 210.000. Que sumados a los 600 euros de su pensi¨®n le permiten reformar el ba?o y contratar enfermera nocturna.
El mercado (los 4,7 millones de jubilados con pensiones medias de 700 euros al mes) estaba esperando la f¨®rmula. "La mec¨¢nica es sencilla", explica Miguel Artazos, jefe de desarrollo de productos financieros de Ibercaja, una de las entidades, junto con Caixa Terrassa y Caixa Sabadell, que bajo los nombres de hipoteca inversa, pensi¨®n hipotecaria y pensi¨®n vivienda ofertan el producto. La tercera v¨ªa entre el binomio de vender la vivienda e irse con la familia o a una residencia o suscribir un seguro vivienda-pensi¨®n, que da al mayor una renta vitalicia, pero que, al fallecer ¨¦ste, el seguro se queda con el inmueble.
"Con la HI, el mayor nunca pierde la propiedad. Funciona al rev¨¦s que en el pr¨¦stamo hipotecario". Aqu¨ª, el prestatario percibe ingresos mensuales durante el periodo acordado, derivados de un cr¨¦dito concedido seg¨²n el valor de su casa. El importe del cr¨¦dito oscila entre un 90% y 100% del valor. Los herederos de los titulares de una hipoteca inversa pueden quedarse la casa devolviendo la deuda al banco o venderla, tras saldar cuentas. "Es una medida de una profunda dimensi¨®n social que incide en el grave problema de la dependencia de los mayores", argument¨® en el Congreso Jos¨¦ Antonio Dur¨¢n i Lleida, de CiU, formaci¨®n que present¨® la proposici¨®n de ley para fomentar fiscalmente esta f¨®rmula.
El joven, el mayor o el inmigrante son s¨®lo tres apuntes. Los productos se abren a todas las franjas de edad y se diversifican con cada pelda?o de Euribor. Mientras, el Banco de Espa?a alerta, entre otras cosas, sobre los pr¨¦stamos hipotecarios que s¨®lo pagan intereses los primeros a?os, sobre los tipos variables; avisa al comprador de que no est¨¢ obligado a subrogarse al pr¨¦stamo del promotor, previene de las ofertas que prometen la reunificaci¨®n de deudas, de los dep¨®sitos estructurales que mezclan inversi¨®n en bolsa y renta fija, de las cancelaciones anticipadas de pr¨¦stamos? y aconseja no firmar "sin haber comparado minuciosamente todas las ofertas del mercado".
Entre tanta cordura, amanece en Valdeluz, ciudad nacida al calor del AVE a su paso por Guadalajara: 490 hect¨¢reas que acoger¨¢n una primera tanda de 9.500 viviendas. Casi 30.000 habitantes. Los 217 del vecino pueblo de Yebes a¨²n no se lo creen. ?Pelotazo urban¨ªstico? ?A qui¨¦n le importa? Eso s¨ª, ?se estabilizar¨¢n los precios? ?Crecer¨¢ la morosidad? ?Acabaremos alquilando como el resto de los europeos? ?Cambiar¨¢ la situaci¨®n la reforma del mercado hipotecario? ?Y con la nueva Ley del Suelo? Con las primeras promociones a¨²n sin entregar, las sucursales bancarias copan los bajos de los inmuebles de Valdeluz. Nadie sabe qui¨¦nes ser¨¢n los habitantes de esta nueva urbe. Lo que s¨ª es seguro es que estar¨¢n hipotecados.
"Si vi¨¦ramos la vida en pesetas, nos espantar¨ªamos"
Pedro Reyes, 45 a?os. Actor. Busca hipoteca por 1.200 euros al mes. Ha tenido cuatro casas. No quiere endeudarse m¨¢s de un tercio.
"Si no se es propietario, no se est¨¢ dentro del sistema. Para ser normal e integrarme, abandon¨¦ los alquileres en los ochenta y me lanc¨¦ con mi mujer a comprar en el madrile?o barrio de Chueca, entonces un nido de yonquis. En una agencia localizamos un piso de 120 metros (con paredes y suelos con desnivel incluido) por cuatro millones de pesetas. Pagu¨¦ medio mill¨®n de entrada a la inmobiliaria y nos invit¨® a buscar hipoteca. Como no ten¨ªa ni idea ni ahorros, fui directo ?al Banco Hipotecario! Tras hablar con la directora y explicarle la situaci¨®n (actor en ciernes), me la concedi¨® porque, seg¨²n dijo, le ca¨ªa simp¨¢tico por mi papel en La bola de cristal. De esta experiencia saqu¨¦ conclusiones: primera, que si no se establece una relaci¨®n de confianza-fidelidad con quien te da el dinero, no merece la pena firmar. Y segunda, que nunca hay que endeudarse por m¨¢s de un tercio del sueldo, lo llamo margen de tranquilidad". Ahora entra con m¨¢s tranquilidad en un banco: "Ya doy m¨¢s garant¨ªas". "Comprar casa se ha convertido en la inversi¨®n de tu vida. Si ma?ana nos despert¨¢semos con la vida en pesetas, nos espantar¨ªamos con s¨®lo ver el recibo de la luz". Pedro ha hecho un alto en los ensayos de la obra La curva de la felicidad, en la que releva a Pablo Carbonell como protagonista. El argumento narra los avatares de un divorciado que debe dejar el piso familiar y lo vende tres veces a tres cuarentones en crisis. ?Dejan los bancos cambiar de vida a los de cuarenta? "Est¨¢n muy ocupados con sus crisis", bromea. "Aspiro a alquilar una temporada mientras encuentro el piso que necesito. Me muevo entre 1.200 y 1.500 al mes, y por edad no me dar¨¢n m¨¢s de 25 a?os. Prefiero el inter¨¦s fijo, mejor amortizar si hay buena racha laboral". El viento sopla en el cerro de los Perdigones, en Pozuelo de Alarc¨®n. All¨ª se divisa la capital aproxim¨¢ndose a golpe de gr¨²a a Aravaca o Majadahonda, donde ¨¦l buscar¨¢ casa. "?Por ah¨ª resopla!", grita.
"Si suben los tipos, reajustaremos la econom¨ªa familiar"
Jorge Cast¨¢n, 36 a?os. Aut¨®nomo, sector inmobiliario. Sof¨ªa Sanabria, 32 a?os. Ingeniera inform¨¢tica. ?l, divorciado, paga hipoteca con su mujer y su 'ex'. Total: 930 euros/mes m¨¢s pensi¨®n del hijo: 1.170 euros/mes. Han comprado una casa de 300 metros cuadrados a 40 a?os. Torrebesses es una localidad de 362 habitantes a media hora de Lleida. En este pueblo, Jorge y Sof¨ªa han encontrado donde echar ra¨ªces asustados por los precios de la ciudad, entre los 3.000 y los 6.000 euros el metro cuadrado. "Aqu¨ª se paga a 480 euros. Buscamos una casa grande donde poder criar al hijo que tengo con mi ex y a los futuros que vengan de mi matrimonio con Sof¨ªa. Pedimos al banco 145.500 euros por una casa de 300 metros cuadrados m¨¢s 125 de patio. Caixa Galicia nos concede el 80% al Euribor m¨¢s 0,60. Si la hubi¨¦ramos hecho al 100%, el Euribor era de m¨¢s 1. As¨ª que ya podemos cubrir el 20% que nos faltaba con un pr¨¦stamo personal, pues no tenemos dinero ahorrado. Pagaremos durante 40 a?os algo menos de 500 euros de hipoteca y unos 280 de cr¨¦dito personal, lo que supone el 25% de los dos sueldos. Y recemos para que no se disparen los tipos de inter¨¦s", detallan. "Yo adem¨¢s tengo cargas de otra hipoteca con mi primera pareja (150 euros a 15 a?os por la reforma de un piso, que era de mi propiedad, y en el que residen mi ex y mi hijo)", dice. De momento no le asusta enfrentarse a una de 40 a?os. "Si suben los tipos, reajustaremos la econom¨ªa familiar y renegociaremos las condiciones con los bancos. Lo alucinante es la situaci¨®n de muchos divorciados que pierden su casa y se ven obligados a endeudarse hasta el extremo. Sigues pagando el pr¨¦stamo a tu ex pareja, que no te puedes desgravar por no ser vivienda habitual. Yo llevo residiendo con Sof¨ªa un a?o en casa de mi madre. He conocido gente, con la fortuna de trabajar como camioneros, que se ha ido a vivir a la cabina del veh¨ªculo tras la separaci¨®n. La ventaja, no exigen c¨¦dula de habitabilidad; la desventaja, no desgrava. Muchos terminan sentados los lunes al sol", sentencia.
"El dinero no nos lo dio el banco, sino el banquero"
Mari Cruz Moreno, 52 a?os. Cartera. Jos¨¦ Manuel Gea, 50 a?os. Funcionario prejubilado. Separados y casados en segundas nupcias hace 10 a?os. Suman seis hijos. Viven con los tres hijos de ella l 1.100 euros al mes de dos hipotecas l 45% de sus ingresos.
Hipotecas para j¨®venes hasta 35 a?os, inmigrantes, tercera edad? ?pero y la franja entre 40 y 65 a?os? ?Qu¨¦ banco da dinero a una pareja de reci¨¦n casados con cincuenta a?os? Es la historia de Jos¨¦ Manuel y Mari Cruz. ?l, madrile?o, funcionario prejubilado y divorciado, tres hijos. Ella, contrato indefinido, soriana ("de Mor¨®n de Almaz¨¢n", recalca) y divorciada, tres hijos. Se casaron en 1996 y residen en Algete (Madrid). Entonces, a pesar de las nefastas experiencias sentimentales anteriores, lo m¨ªo pas¨® a ser tuyo, y lo tuyo, m¨ªo. Resultado: piso en Algete, de 110 metros, que supone el 33% de sus ingresos. "Nos cost¨® mucho que nos la concedieran. Los bancos nos encontraban demasiado mayores, con sueldos justitos y demasiadas cargas (pago pensi¨®n por dos hijos a mi ex mujer) para asumir 30 a?os de mensualidades. En nuestro caso, el dinero no nos lo concedi¨® el banco, sino el banquero. De hecho, en cuanto Miguel se cambi¨® de entidad, trasladamos nuestra hipoteca", aclara Jos¨¦ Manuel. Diez a?os despu¨¦s asumen un nuevo reto: preparar el camino a su jubilaci¨®n. "Hemos adquirido un adosadito de 79 metros cuadrados cerca de Orihuela (Alicante). Si todo sale bien, venderemos la casa de Algete para jubilarnos aqu¨ª y compraremos un minipiso en Madrid para ir a ver a los hijos", apuntan mientras el ladrillo de otra fase de adosados sobresale en un mar de naranjos. El resultado de tanto sue?o son 300 euros al mes, asequibles gracias a una ampliaci¨®n de hipoteca sobre su primera vivienda de 60.000 euros. La suma de ambas cuotas les supone un 45% de sus ingresos. Mari Cruz encara la situaci¨®n con optimismo: "?Si nos sentimos endeudados? Alquilamos el adosado. Ser¨ªa f¨¢cil, en Orihuela hay universidad, aunque te queda la cosa de si un estudiante cuidar¨¢ bien el sue?o de tu vida".
"La vida fuera de Madrid es m¨¢s barata"
Eva Piqueras, 31 a?os. Ama de casa. Gerard Plaza, 33 a?os. Mec¨¢nico. Hipoteca flexible a 25 a?os con La Caixa l 900 euros al mes al principio, y ahora, una media de 650 euros. Viven en Villanueva de la Torre (Guadalajara), el pueblo m¨¢s hipotecado de Espa?a.
En 2000 les ped¨ªan 72.121 euros por 174 metros cuadrados distribuidos en tres plantas. Sin avales. Sin ahorros previos. Ella estaba en paro, y ¨¦l trabajaba por ETT. Les concedieron el 100% del valor de la vivienda. S¨®lo hab¨ªa que subrogarse la hipoteca que la promotora ten¨ªa con La Caixa. La documentaci¨®n que hab¨ªa que presentar: DNI en regla. El chollo que tan pronto cautiv¨® a esta joven pareja madrile?a de Alcal¨¢ de Henares est¨¢ situado en Villanueva de la Torre (Guadalajara), en la frontera con Madrid y a 20 minutos de su ciudad natal. Pero no han sido los ¨²nicos. Gracias a que en Villanueva el metro cuadrado cuesta 1.200 euros, mientras que en Madrid supera de media los 4.000, el pueblo ha pasado de tener 200 habitantes en 1991 a 5.146 en 2005. Eva y Gerard cumplen a rajatabla el perfil local: son treinta?eros, tienen dos hijos, ?ngel y Marcos, de tres y un a?o, respectivamente, y su vivienda, como la del 87,1% de sus vecinos, tiene hipoteca. "Encontramos en este pueblo la soluci¨®n para tener un pr¨¦stamo a 25 a?os con una letra c¨®moda. Contratamos una flexible, empezamos con 900 euros y luego cambiamos a cuotas de 600. Pero queremos amortizarla cuanto antes", cuenta Eva, que gracias a tener una letra baja (entre un 20% y 30% del dinero que entra al mes) se permiti¨® dejar su trabajo como secretaria de direcci¨®n y tener dos hijos. "La vida en Castilla-La Mancha es m¨¢s barata que en la Comunidad de Madrid. Los libros del colegio son gratis, hay menos impuestos, menos tr¨¢fico? aunque la zona empieza a masificarse". Su sue?o inmediato es montar una empresa relacionada con la fotograf¨ªa y "pedir una ampliaci¨®n de hipoteca para conseguirlo". "Tenemos tan buena relaci¨®n con nuestra sucursal, que han abierto oficina aqu¨ª y seguimos yendo a la de Alcal¨¢", recalca Gerard.
"Yo, joven, y ¨¦l, inmigrante, ¨¦ramos carne de ca?¨®n"
Naara L¨®pez Pintor, 23 a?os. Auxiliar de cl¨ªnica. Jos¨¦ Javier G¨®mez, 32 a?os. Operario de limpieza. Matrimonio de Bilbao. Hipoteca a 50 a?os con BBK. 520 euros al mes por un piso de 55 metros cuadrados valorado en 180.303 euros, el 50% de sus sueldos.
"Cincuenta a?os por 55 metros cuadrados. Casi a a?o el metro cuadrado. A falta de recursos econ¨®micos, los j¨®venes aportamos a?os para pagar. Estirar una hipoteca tiene muchas ventajas. Una de ellas es aprovechar los cinco a?os de carencia, s¨®lo pagamos 520 euros los seis primeros a?os. El resto de los a?os, la cuota sube a 700 euros, si no cambian los tipos de inter¨¦s. Decidimos firmar y aprovecharnos de la reducci¨®n de cuota ahora que estamos empezando". Naara, con apenas 23 a?os, sabe de lo que habla. Esta risue?a bilba¨ªna se enfrent¨® al mundo de las entidades bancarias cuando decidi¨® casarse y dejar de alquilar. "Ped¨ªamos el 100% de la hipoteca, y ¨¦sa era nuestra mayor barrera. A esto se suma que Jos¨¦ Javier es colombiano y te exigen la tarjeta de residencia m¨¢s un a?o de contrato fijo (el tiempo var¨ªa seg¨²n la entidad). Tuvimos doble fortuna porque ¨¦l ten¨ªa contrato en regla y, por otro lado, cuando dejamos el alquiler, mis padres nos acogieron mientras encontr¨¢bamos piso y financiaci¨®n". Luego les pas¨® de todo. "Una persona joven y un inmigrante. ?ramos carne de ca?¨®n", dicen. Ahora, esta pareja espera que se termine la reforma integral de su piso en el barrio de Otxarkoaga, en la parte alta de Bilbao. "Te sale m¨¢s econ¨®mico reformar que un piso nuevo", puntualiza Naara, muy contenta de poder permitirse vivir cerca de su familia. Est¨¢n contando los d¨ªas para poder entrar a su piso. "Nos alegramos mucho de haber firmado a 50 a?os. Tuvimos mucha suerte porque Miguel (el director de su sucursal) nos explic¨® muy bien d¨®nde nos met¨ªamos, y eso que fue una de las primeras hipotecas a 50 a?os que se firmaron en Espa?a. Cuando pasen los seis a?os de carencia y si nos van bien las cosas, igual nos cambiamos a una hipoteca de 30 a?os. ?Miedo a los intereses? Hoy por hoy tenemos la tranquilidad de poder pagar un hogar para nuestros futuros hijos".
"Necesitaba dinero y no quer¨ªa ir a la residencia"
Elisa Cortezo, 92 a?os. Viuda de funcionario y madre de cinco hijos. Hipoteca a la inversa sobre parte de un piso de 200 metros cuadrados en Madrid. Recibe 900 euros al mes de Ibercaja. Hipotecado sobre 150.000 euros.
Hasta hace cuatro a?os, Elisa, viuda de 88 a?os, se cog¨ªa un AVE sola y se iba a ver a su hermano en M¨¢laga. No hab¨ªa tarde en que no diera un paseo por el Madrid de los Austrias, donde nacieron sus padres, y a¨²n no perdona lo de tomar un "vinillo" tras la siesta. "La vida me cambi¨® cuando me dio una trombosis, que me obliga a estar en silla de ruedas. Entonces aparecieron muchos gastos que yo no ten¨ªa. Hasta entonces, mi pensi¨®n era suficiente. Tuve que reformar la casa, adaptar el ba?o, barandillas, rampas? aparte de pagar al fisioterapeuta y a una externa. S¨®lo en medicinas tengo 300 euros fijos al mes. Necesitaba dinero y no quer¨ªa que a mis hijos les perjudicase mi enfermedad. Me negaba a ir a una residencia y no me gustaba la idea de vender", dice con lucidez. Sus hijas cuentan c¨®mo le explicaron que en Ibercaja ten¨ªan una f¨®rmula llamada hipoteca inversa que pod¨ªa ser la soluci¨®n. Su hija Ana lo aclara. "Me hablaron de un cr¨¦dito para personas mayores de 75 a?os que, siendo propietarios de la vivienda en la que residen (sin cargas de ning¨²n tipo), quieren convertir el valor de su inmueble en una renta mensual, con el que financiar, en este caso, los gastos de la enfermedad. No exigieron nada, porque la vivienda act¨²a de garant¨ªa. Quer¨ªamos 150.000 euros y el banco hizo cuentas para que el importe se repartiera en rentas mensuales de 900 euros". Elisa escuch¨® las explicaciones de sus hijos, dio poderes al mayor y firmaron. "Soy mon¨¢rquica de izquierdas; las ideas nuevas nunca me han asustado", dice con seguridad aplastante. Sus hijos, herederos de una hipoteca inversa, podr¨¢n optar por quedarse la vivienda (pagar la deuda acumulada o constituir una nueva hipoteca sobre ella) o venderla y quedarse con el dinero sobrante tras saldar cuentas con la entidad.
"Impliqu¨¦ a mi madre y a un amigo como avalistas"
Patricia L¨®pez, 28 a?os. Soltera. Madrile?a. Profesi¨®n: periodista. Alquil¨® durante cuatro a?os, hasta que consigui¨® dos avales y un contrato fijo. Paga 550 euros al mes de hipoteca con Caja Madrid. Cuando la contrat¨® supon¨ªa el 45% de su sueldo; ahora, el 30%.
?Dos avales! Patricia no ten¨ªa otra cosa en mente cuando sali¨® de la sucursal de Caja Madrid en el distrito de Fuencarral (Madrid). Pero estaba contenta. Tras peregrinar por varias entidades f¨ªsicas y on line que la colocaban en la bandeja de no aptos por falta de un contrato fijo, fue una suerte que el banco con el que trabajaba su empresa le diera el ansiado s¨ª quiero. "Me dio confianza que Mari ?ngeles, la directora de la sucursal, me recibiera directamente, fue muy colaboradora, y me lanc¨¦ a 30 a?os de deudas. A inter¨¦s variable, s¨ª. Tambi¨¦n tuve que implicar a mi madre y a un amigo como avalistas. Mi madre como cotitular? ?Si no llega a ser por ellos! Cuando eres joven, nadie te lo pone f¨¢cil", relata. A pesar de todo, Patricia estaba content¨ªsima. "Me independic¨¦ a los 20 a?os y estuve cuatro trabajando como aut¨®noma y alquilando. El pago me cubr¨ªa una letra, pero me faltaba el contrato fijo para que los bancos confiasen en m¨ª. Creo que en Europa se incentivan m¨¢s los alquileres frente a la propiedad, aqu¨ª te ves abocado a comprar. Por fin ten¨ªa un contrato de 1.200 euros al mes y era mi oportunidad para comprar". En 2002 hipotec¨® los 52 metros cuadrados de una corrala, un segundo sin ascensor. El banco le prest¨® los 120.000 euros que a inter¨¦s variable devolv¨ªa, hasta este a?o, en plazos de 550 euros mensuales. Un 45% de su sueldo. "Por suerte, cambi¨¦ de trabajo y me ascendieron (es redactora jefe del peri¨®dico Negocio). Acabo de ampliar la hipoteca a 150.000 euros para reformas. Y como ya hab¨ªa pagado cuotas de cuatro a?os, la cantidad a pagar segu¨ªa siendo la misma. Lo primero que hice fue sacar a mi madre de ella porque el compartir titularidad le imped¨ªa pedir cr¨¦ditos. Estoy hipotecada, pero cada vez menos endeudada. Todo un privilegio".
El Euribor tiene la culpa
El culpable de la bonanza de bancos y cajas y del endeudamiento familiar es el ¨ªndice que determina el valor de los tipos de inter¨¦s: el Euribor, que repunta lento pero sin pausa. Los expertos hablan de que se ha pasado, en dos d¨¦cadas, de una cultura del ahorro a otra del cr¨¦dito que tira de tarjeta sin piedad. De un mercado de tipos fijos hasta mediados de los noventa al de variables referenciados al Euribor. As¨ª, el tipo de inter¨¦s medio de los pr¨¦stamos hipotecarios de cajas de ahorro es del 3,62%, y el plazo medio, de 26 a?os. En los bancos, el tipo medio es del 3,70%, y el plazo, de 25 a?os. Lo cierto es que hace una d¨¦cada las hipotecas medias no llegaban a los 48.000 euros y se conced¨ªan, tambi¨¦n de media, hasta los 18 a?os. Hoy superan los 140.000 y se alargan hasta los 26. As¨ª, quienes se endeudaron de 2003 a 2006 son los m¨¢s afectados por la actual subida de tipos, porque negociaron un Euribor m¨¢s barato y el volumen de sus cr¨¦ditos es mayor. Otro dato: Espa?a es, adem¨¢s, el segundo pa¨ªs con m¨¢s hipotecas de tipo variable, un 93% del total, s¨®lo por debajo de Portugal. ?Est¨¢n las econom¨ªas preparadas para afrontar una subida de tipos?
Gregorio Mayayo, presidente de la Asociaci¨®n Hipotecaria Espa?ola, no se cansa de hablar del "s¨ªndrome de agotamiento del sistema hipotecario espa?ol". "El problema es el exceso de tipos variables y la imposibilidad legal para el sistema financiero de ofrecer toda la gama de productos que circulan por Europa". Mayayo conf¨ªa en que el borrador del proyecto de reforma del mercado hipotecario que el Ministerio de Econom¨ªa presentar¨¢ en oto?o "responda a las necesidades del consumidor".
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