Gal¨¢ctica, inventos de combate
Alguien dijo que la poes¨ªa debe tener como meta la verdad pr¨¢ctica. Tambi¨¦n es esto lo que buscan los inventores. Un buen pu?ado de ellos, llegados de Barcelona, Vigo, M¨¦xico, Francia..., se han juntado entre los d¨ªas 14 y 17 de septiembre en Vilanova i la Geltr¨², con ocasi¨®n de la XIII edici¨®n de Gal¨¢ctica, Feria Internacional de Inventos y Nuevas Patentes. Ha venido, por ejemplo, un matrimonio de inventores con el carrito de su beb¨¦, que aguardan filos¨®ficamente, como el cristal de un d¨ªa de lluvia, a que la gente se detenga ante el ap¨®sito met¨¢lico que han ideado. Y los visitantes, que traen a sus hijos vestidos del Bar?a, y los curiosos que contemplan los inventos con la boca entreabierta, y los ociosos que pasean con las manos metidas en los bolsillos, y las parejas de novios que andan abrazadas por la cintura, y las mujeres y los hombres, a¨²n en sandalias y pantalones cortos, que vienen aqu¨ª sencillamente a pasar la tarde del s¨¢bado, un punto alejados de todo como un mercanc¨ªas o como una estrella, recorren el recinto y se?alan y les preguntan a sus acompa?antes: "?Eso qu¨¦ es, cari?o?".
Unas ni?as han inventado una especie de oca con carnet por puntos
Ha llegado con sus fotograf¨ªas en sepia, y sus diplomas y su busto familiar, el zaragozano Emilio Bellvis Mart¨ªn, que es nieto de Camilo Bellvis, el primer fabricante del mundo, en 1920, de la olla expr¨¦s, e hijo de Emilio Bellvis, el inventor, en 1958, de la fregona. Emilio Bellvis hijo es un hombre de 66 a?os, de trato tan obsequioso que se queda en los dedos como un corte de helado. Emilio Bellvis hijo es principalmente un hombre modesto que prefiere hablar de su padre o de su abuelo, m¨¢s que de s¨ª mismo, y que todav¨ªa recuerda a su madre, Gloria, fregando de rodillas: "Fue la primera mujer del mundo que utiliz¨® la fregona". El invento que Emilio Bellvis hijo ha tra¨ªdo a esta feria es el cubo para fregar con agua limpia todo el rato. Unos puestos m¨¢s all¨¢, la mujer del inventor del Frons¨ªn (el front¨®n sin pared) espera a que vuelva su marido, que est¨¢ en la calle haciendo una demostraci¨®n del juego, y as¨ª lleva toda la tarde. Ella, en su soledad de mujer que lleva muchos a?os casada, se asoma al pasillo de cuando en cuando y mira m¨¢s all¨¢ de la puerta. Es una sevillana que procura medir sus palabras, pero que tambi¨¦n se sabe o se siente en manos de la verdad pr¨¢ctica, y as¨ª cuenta que el de las fotos del panel es su ex yerno, y que tienen muy buen trato, y que por eso ha posado aqu¨ª con la raqueta, y explica tambi¨¦n que lo que queda de ese matrimonio es un rotwailer.
Por los pasillos, los visitantes van y vienen con palos de fregona de todos los colores. Son unas barras de metal articuladas que se aplican directamente al grifo y que sirven para llenar los cubos de una manera c¨®moda, o por lo menos original. Es el invento que m¨¢s se est¨¢ vendiendo esta tarde en la tienda de la feria. Su creador, un chico de gafas ovaladas, no para de hacer demostraciones rodeado todo el rato de gente api?ada barba sobre hombro, y su acompa?ante, una muchacha muy guapa de ojos verdes, con un pendiente en la nariz, y una hilera de pendientes en una oreja, reclama la atenci¨®n de los paseantes y les anuncia que esta fregona se adecua a la ley f¨ªsica del m¨ªnimo esfuerzo. Junto a este puesto, las ni?as Andrea G¨®mez, Andrea S¨¢ez y Karla Banda, del IES Sant Andreu, de Nou Barris, de Barcelona, exhiben un juego de educaci¨®n vial que se han inventado. Se trata de una especie de oca en la que los participantes tienen un carnet por puntos, y si caen en alguna casilla marcada con infracci¨®n pierden puntos. Para recuperarlos, los jugadores han de pasar unas preguntas a modo de examen. El juego se les ocurri¨® en una asignatura de cr¨¦dito variable y tiene como finalidad ense?ar que "es mejor conductor el que llega con m¨¢s puntos que el que llega antes". Andrea G¨®mez tiene 14 a?os y ya se ha sacado el carnet de ciclomotor.
Valent¨ªn Masa, de 56 a?os, es un fot¨®grafo de San Sebasti¨¢n de los Reyes que ha inventado el sodoku para varios jugadores y la brocha de afeitar que ahorra agua y que evita golpear la cuchilla contra la pica del lavabo. Un se?or mayor se le acerca y le cuenta que su hijo aporrea tanto la pica al afeitarse que ha dejado una marca que ya no se va, y Valent¨ªn, que es un hombre amistoso, le detalla a su interlocutor c¨®mo puede fabricarse su brocha con un taladro. En el otro extremo del polideportivo, el almeriense Federico Luiz da a conocer unas gotas de su invenci¨®n, las gotas Bio 1, 2, 3..., que lo curan pr¨¢cticamente todo, como su otitis cr¨®nica, que arrastr¨® durante 30 a?os. Federico Luiz tiene 71 a?os y es fresador y tornero jubilado. A Federico Luiz, que emigr¨® a Suiza en 1960, le falta un dedo ¨ªndice debido a un accidente laboral.
Tiene esta tarde Vilanova i la Geltr¨² algo de reuni¨®n de druidas en el bosque de los Carnutes, y de gente en busca de su manojo de mu¨¦rdago, que es otra forma de verdad pr¨¢ctica, y de lirismo. A la salida del recinto, el inventor del Frons¨ªn sigue con su demostraci¨®n, y a una pareja que se va, un se?or le advierte: "Llevad cuidado, no os den un pelotazo".
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