Andaluc¨ªa acoge a un millar de muchachos magreb¨ªes

Dos pateras arribadas a Almer¨ªa y Motril sumaron ayer 14 menores extranjeros m¨¢s a los 978 que ya residen en los centros de protecci¨®n de Andaluc¨ªa. Evangelina Naranjo, la consejera de Gobernaci¨®n de Andaluc¨ªa, anunci¨® el lunes al resto de comunidades aut¨®nomas que no pod¨ªa hacerse cargo de "ni uno m¨¢s", aunque se comprometi¨® a seguir acogiendo "a los mayores".

Los menores, que no pueden ser repatriados a sus pa¨ªses, comenzaron a llegar de forma masiva con el inicio de las repatriaciones de los adultos. Pr¨¢cticamente todos proceden de ¨¢mbitos rurales de Marruecos. Llegan con una baja formaci¨®n acad¨¦mica porque los colegios donde imparten secundaria suelen estar muy lejos de sus hogares y desconocen totalmente el castellano. Suele darse el caso de que todos los menores de una "patera" procedan del mismo pueblo o ciudad marroqu¨ª.

Antes utilizaban los centros andaluces como trampol¨ªn para llegar a otras zonas de Espa?a o Europa, pero ahora su intenci¨®n es permanecer en ellos de forma indefinida a la espera de un puesto de trabajo. Prueba de ello, seg¨²n la Conserjer¨ªa para la Igualdad y el Bienestar Social que gestiona los centros, es el descenso en la edad media de los menores que llegan, algunos de los cuales, a¨²n no han cumplido los 12 a?os.

Las primeras ni?as

Muchos menores llegan con tel¨¦fono m¨®vil y cantidades importantes de dinero encima -hasta 100 euros-, y los familiares suelen telefonear siempre para saber si han llegado bien, seg¨²n la Conserjer¨ªa de Igualdad. "No son ni?os abandonados, ni hu¨¦rfanos y tienen una estructura familiar normal en su pa¨ªs. Vienen aqu¨ª porque la situaci¨®n econ¨®mica familiar no es la adecuada y quieren trabajar", explica Naranjo.

La familia paga el viaje en patera con la esperanza de que lo consigan en Espa?a, de ah¨ª que muchos de los menores se depriman al comprobar, una vez aqu¨ª, que la ley les impide trabajar y enviar dinero a sus familias. Adem¨¢s, tambi¨¦n han comenzado a llegar las primeras ni?as de origen marroqu¨ª, algunas de las cuales aseguran que vienen a estudiar.

"Nunca quieren volver a su pa¨ªs y si no quieren, no se les obliga. En menores no existe la repatriaci¨®n sino la reagrupaci¨®n familiar. Para intentar que regresen, trabajamos uno por uno. Ya tenemos preparados 320 expedientes de reagrupaci¨®n familiar", asegura Naranjo. Desde 1998 hasta septiembre de 2006, han ingresado en los centros andaluces casi 12.000 menores extranjeros.

M¨¢s de 200 inmigrantes, todos de origen magreb¨ª, han llegado desde el lunes a las costas andaluzas a bordo de una treintena de pateras.