Los enemigos de la reforma
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Reformar la manera en la que los profesores universitarios imparten sus asignaturas no ser¨¢ una tarea f¨¢cil, dice el texto del Consejo de Coordinaci¨®n Universitaria. De hecho, se?ala una larga lista de obst¨¢culos que se encontrar¨¢n por el camino.
El primero es la falta de incentivos y de reconocimiento de la labor docente y su escasa valoraci¨®n en los ascensos, ya que hasta ahora se ha primado su faceta investigadora.
La falta de formaci¨®n pedag¨®gica es otra de las grandes dificultades para el cambio. Muchos profesores a¨²n tienen "muy arraigada" la idea de que saber bien una materia es suficiente para poder ense?arla. En estos momentos no es necesaria ninguna formaci¨®n pedag¨®gica previa para convertirse en profesor de universidad.
El siguiente bloque de piedras en el camino se refiere a los mensajes lanzados y las actuaciones llevadas a cabo desde la administraci¨®n y las propias universidades sobre el proceso de convergencia. "Hay desconcierto sobre los objetivos concretos", "falta de coordinaci¨®n entre las administraciones y los campus", y falta de unidad de las experiencias piloto, "dispares e inconexas".
Efectivamente, ni el Gobierno ni ninguna comunidad ha centralizado un proceso de informaci¨®n sobre la reforma que afrontar¨¢ la universidad en los pr¨®ximos a?os. Con las propuestas sobre metodolog¨ªas docentes (aunque sin concretar todav¨ªa un plan de reforma), y la futura presentaci¨®n, en noviembre, de la propuesta definitiva del ministerio de reforma de las titulaciones, cuando los cambios empiezan a perfilarse.
Tampoco ayuda la actitud de un sector de los docentes, dice el texto, de "una edad media alta", en medio de un ambiente de "inercia, rutina y miedo al cambio" que les lleva, incluso, a una "tibia o nula aceptaci¨®n de las acciones que ya se han puesto en marcha".
El propio sistema heredado de la universidad de los a?os ochenta, con aulas masificadas en las que se atendi¨® a una numeros¨ªsima generaci¨®n de j¨®venes que ansiaba obtener estudios superiores, condiciona todav¨ªa la actividad de unos campus ahora menos llenos. Entre otros ejemplos, la propuesta ministerial se?ala la "inadecuaci¨®n de equipamientos pensados para grupos numerosos y clases magistrales", el "excesivo tama?o de los grupos, todav¨ªa, en algunas titulaciones", o la "dificultad para implicar a los estudiantes en el cambio", acostumbrados a un sistema did¨¢ctico en los que son un sujeto m¨¢s bien pasivo de su formaci¨®n.
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