Los alumnos superan en pocos meses las barreras del idioma

Josefina Justicia es la encargada de una de las ATAL que funcionan en Granada capital. A lo largo de sus tres a?os como profesora de espa?ol para ni?os inmigrantes se ha producido un importante incremento en el n¨²mero de alumnos. De hecho, para el curso 2006/2007, en Andaluc¨ªa habr¨¢ 74.720 extranjeros escolarizados, mientras que en el curso 2003/2004 la cifra no llegaba a los 48.000.

Aunque empiezan a ser muchos los a?os de experiencia tanto de la Junta como del profesorado con respecto a esta situaci¨®n, Josefina reconoce que "cada a?o se empieza de cero porque ning¨²n grupo se parece a otro".

En la actualidad, Josefina imparte clases de espa?ol para inmigrantes en tres colegios de Granada. La mayor¨ªa de sus alumnos son de procedencia marroqu¨ª, china, rusa o rumana. "Quienes m¨¢s r¨¢pido aprenden son los ni?os rumanos, para ellos es m¨¢s sencillo porque nuestras fon¨¦ticas son id¨¦nticas. Por el contrario, quienes m¨¢s dificultades encuentran son los chinos", asegura. Pese a esto, es impresionante la progresi¨®n que experimentan los ni?os, independientemente de su nacionalidad, y la facilidad con la que se desenvuelven en el aula y fuera de ella. "Yo estoy fascinada con este trabajo. Ves la evoluci¨®n de los ni?os en muy poco tiempo, y es casi imposible percibirlo en un grupo de espa?oles. En septiembre no saben nada y en enero ya se est¨¢n relacionando con los dem¨¢s", confiesa.

Existen otros problemas de adaptaci¨®n. "Muchos lo pasan mal porque se ven en un sitio con unas costumbres diferentes. Esto les provoca una gran inseguridad". Por fortuna, cuando la barrera del idioma se va haciendo cada vez m¨¢s insignificante, la integraci¨®n se da de una manera espont¨¢nea.