Vidas de suburbio
En una primera, apresurada visi¨®n, esta ¨²ltima criatura del siempre sorprendente Bigas Luna se dir¨ªa la superficial peripecia de tres o cuatro personajes de suburbio, con unas vidas bien poco excitantes (la Juani, protagonista absoluta de la funci¨®n, vive con sus padres en una casa modesta y es cajera de un Media Markt; su chico, el Jonah, s¨®lo parece tener un objetivo en la vida: tener dinero para tunear su coche y fardar con los colegas) y un porvenir todav¨ªa m¨¢s oscuro. Y, sin embargo, a poco que uno se detenga, observar¨¢ otras cosas: por ejemplo, el deseo del director de mostrar sin categorizar ni juzgar, tentaci¨®n de adulto que el catal¨¢n bandea sin problemas, una realidad que seguramente le pilla muy lejos, pero a la que se acerca con la mirada libre y desprejuiciada.
YO SOY LA JUANI
Direcci¨®n: Bigas Luna. Int¨¦rpretes: Ver¨®nica Echegui, Dani Mart¨ªn, Laya Mart¨ª, Gorka Lasaosa, Jos¨¦ Chaves. G¨¦nero: comedia dram¨¢tica. Espa?a, 2006. Duraci¨®n: 90 minutos.
Y entonces es cuando aflora la verdadera operaci¨®n de sentido que la pel¨ªcula persigue. Montada a partir de una mirada dominante, la de su omnipresente Juani (una Ver¨®nica Echegui que a nadie asombrar¨¢ si se lleva el Goya a la actriz revelaci¨®n: es el suyo un concienzudo, radical trabajo de apropiaci¨®n de un personaje hasta los ¨²ltimos resquicios), aunque, ay, no siempre respetando con rigor, viejo problema de tantas pel¨ªculas espa?olas, el punto de vista de la narraci¨®n, el filme constituye una aproximaci¨®n l¨ªmpida, casi behaviorista a la vida del suburbio, y ello con todas sus contradicciones.
Retrato social
De ah¨ª que los personajes masculinos se comporten como machistas redomados, pero que los femeninos parezcan presa de una ¨²nica, absurda pasi¨®n, el consumo desenfrenado. Y de ah¨ª que la c¨¢mara que los muestra no los juzgue: al fin y al cabo, parece querer decir el director, qu¨¦ otra posibilidad le da esta sociedad a unas personas, que se mueven entre la alienaci¨®n del trabajo y un ocio masificado y grosero, que no sea una diferenciaci¨®n (v¨ªa tuneado, v¨ªa moda estridente) no menos alienante.
Y como ocurre casi siempre en las pel¨ªculas de Bigas, del filme emerge un poderoso retrato social, lleno de aristas y no f¨¢cil de aceptar, pero dotado tambi¨¦n de una arrebatada fuerza: v¨¦ase la manera casi salvaje con que el director muestra la impetuosa, juvenil sexualidad de sus personajes. Y por encima de todo, la mirada del cineasta cincela un inmenso personaje femenino, esa Juani que es toda determinaci¨®n, inconsciencia, generosidad, entereza y falta de c¨¢lculo. Ella es el filme; y en su arrojo hay tambi¨¦n una aut¨¦ntica declaraci¨®n de confianza en una mujer de hoy que seguramente podemos imaginar haciendo, en un futuro, cualquier cosa menos f¨¢cil, todo aquello que se proponga.
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