La trampa de los vuelos gratuitos

La multiplicaci¨®n de la oferta obliga a las compa?¨ªas a desarrollar estrategias audaces. En Internet, se ofrecen cientos de billetes a un euro o menos; o sea, casi gratis. La irlandesa Ryanair (que hoy vivir¨¢ una huelga) present¨® recientemente la pr¨®xima apertura de 17 nuevas l¨ªneas desde Girona. Estos vuelos se pueden reservar a trav¨¦s de Internet desde 2,99 euros, a lo que hay que a?adir las tasa. Seg¨²n explica Maribel Rodr¨ªguez, nueva directora de mercadotecnia y ventas de Espa?a y Portugal de Ryanair, este tipo de promociones se aprovechan para dar a conocer el nuevo producto. Dentro de poco no se podr¨¢ hacer. Una nueva normativa obliga a dar el precio incluidas tasas e impuestos.

La pregunta que se repiten los usuarios es: ?de d¨®nde se sacan beneficios con unos precios tan competitivos que, adem¨¢s, laminan la cuota de mercado de las aerol¨ªneas tradicionales? Las low cost ven una explicaci¨®n f¨¢cil: reducci¨®n de costes. "Como los aviones son nuevos, ahorramos el 30% de gasolina", dice el director comercial de Vueling. Todas niegan, sin embargo, que esa reducci¨®n vaya en detrimento de la seguridad.

El n¨²mero de viajeros transportados por estas compa?¨ªas sigue aumentando. Su ¨¦xito es innegable y ya no puede explicarse por los j¨®venes viajeros: cada vez m¨¢s, la utilizan tambi¨¦n personas del mundo de los negocios.

Ocurre en todas las aerol¨ªneas de bajo coste, aunque en algunas de forma exagerada. Por ejemplo, reservar un billete de Barcelona a N¨¢poles con Alpi Eagles para dentro de unos meses cuesta 38 euros, ida y vuelta. Pero el precio final (o sea, el real) es 184: se han de a?adir 34 euros de equipaje y 78 euros por combustible. Es conveniente leer todo el contrato: algunas compa?¨ªas no ofrecen servicio alternativo si falla el propio. S¨®lo devuelven el dinero y el pasajero debe buscarse el modo de volver.