Rajoy se aleja de Zaplana y buscar¨¢ pactos con CIU
Mariano Rajoy manda en el PP. En su propio partido le han atacado siempre por no tomar decisiones. Deja hacer y espera a que el fuego se apague, dicen. Sin embargo, hace tres semanas se vio obligado a tomar una, tal vez la m¨¢s trascendente de su mandato: aceptar o no la inclusi¨®n del t¨¦rmino "realidad nacional" en el Estatuto andaluz. Opt¨® por el s¨ª, y todo cambi¨®. El jefe de la oposici¨®n ha abandonado la ambig¨¹edad que muchos achacan a su esencia gallega y no ha parado de mostrar en p¨²blico su alejamiento del sector m¨¢s duro del partido, contrario a apoyar las reformas estatutarias, para respaldar a los barones regionales m¨¢s moderados.
Ahora, adem¨¢s, tras la formaci¨®n de un nuevo tripartito catal¨¢n, Rajoy, seg¨²n varios dirigentes de su entorno, tratar¨¢ de buscar acuerdos con una CiU rabiosa contra el PSOE. El l¨ªder busca un perfil de centro, sabe que la mayor¨ªa absoluta es imposible y quiere combatir el mensaje m¨¢s efectivo contra el PP: el de que est¨¢ solo.
El Partido Popular concluye que el recorrido pol¨ªtico del 11-M est¨¢ agotado
El l¨ªder popular mantendr¨¢ los ataques diarios al proceso de paz dirigido por Zapatero
La principal preocupaci¨®n estrat¨¦gica de la direcci¨®n del PP es la falta de aliados
Rajoy prev¨¦ un cambio en el PP ante el juicio del 11-M: "No puede ser el eje de nuestra pol¨ªtica"
Esperanza Aguirre ha renunciado a promover en Madrid un nuevo estatuto de autonom¨ªa
La cabeza visible de ese sector opuesto a los pactos estatutarios es Eduardo Zaplana. El portavoz parlamentario no ocult¨® su incomodidad incluso con el primer estatuto promovido por un presidente del PP, el valenciano Francisco Camps, su principal rival pol¨ªtico. Sin embargo, muchos otros dirigentes apuntan hacia Esperanza Aguirre, presidenta de Madrid, como l¨ªder de ese sector que rechaza cualquier pacto con el PSOE e incluso un acercamiento a CiU. Aguirre ha renunciado a promover en Madrid un nuevo Estatuto, al contrario de lo que han hecho Camps o el balear Jaume Matas.
La pol¨ªtica est¨¢ hecha tambi¨¦n de gestos y fotos. La semana pasada, Rajoy mostr¨® p¨²blicamente su desencuentro con Zaplana sobre el Estatuto andaluz y forz¨® el cierre de filas interno con Josep Piqu¨¦ y Javier Arenas, los moderados l¨ªderes de Catalu?a y Andaluc¨ªa. Este martes, mientras el portavoz parlamentario estaba de viaje en Colombia con el ex presidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y su fundaci¨®n, la FAES, Rajoy viaj¨® a Valencia para hacer un acto conjunto con Camps, y se atrevi¨® incluso, en rueda de prensa, a entrar en una pol¨¦mica interna del PP valenciano para la elaboraci¨®n de listas, posicion¨¢ndose sutilmente a favor de Camps y en contra del sector zaplanista.
Todos estos datos indicar¨ªan una importante distancia pol¨ªtica entre ambos. Un dirigente muy pr¨®ximo a Zaplana lo niega. "Eso no es cierto. Hablan todos los d¨ªas varias veces. Simplemente han tenido un desencuentro por el Estatuto andaluz. Zaplana pensaba que era mejor no aceptar reformas estatutarias que el propio Rajoy ha definido como disparate. Y cre¨ªa que si el PP andaluz se opon¨ªa con convicci¨®n, podr¨ªa salir airoso. Pero Arenas convenci¨® a Rajoy de que el PP andaluz quedaba fuera de juego con el no. No pasa nada, porque la coincidencia en otros asuntos es total", se?ala. Adem¨¢s, en el entorno de Zaplana sostienen que otros dirigentes como la propia Aguirre, o ?ngel Acebes, el secretario general, piensan como ¨¦l.
Sin embargo, pr¨¢cticamente todos los dirigentes consultados para realizar este art¨ªculo -citados en masculino para evitar identificaciones sencillas- insisten en separar a Acebes y Zaplana, unidos por el clich¨¦. El primero, aclaran, es un hombre de partido, ideol¨®gicamente muy conservador pero fiel a la jerarqu¨ªa, sin deseos de tener una imagen p¨²blica diferenciada. Lo que le ha sucedido, dicen, es que el drama del 11-M le toc¨® de lleno y eso forz¨® que tuviera un tono m¨¢s vehemente que Rajoy.
"Zaplana se est¨¢ quedando solo, al menos p¨²blicamente, porque ha cometido un grave error", se?ala un diputado pr¨®ximo al l¨ªder, "un portavoz parlamentario en la oposici¨®n no puede tener perfil propio ni liderar una corriente de opini¨®n, nunca ha sucedido. S¨ª tendr¨ªa sentido que lo hiciera alg¨²n bar¨®n regional y ¨¦l pudiera sumarse, pero ser el abanderado nunca, porque no tiene campo de actuaci¨®n". Salvo Alfonso Guerra, los personajes con perfil propio del PSOE, recuerda otro dirigente, eran todos l¨ªderes regionales. "Ha tocado techo, ha pisado demasiados callos", sentencia otro bar¨®n regional tradicionalmente enemistado con ¨¦l.
Sin embargo, nadie prev¨¦ que la crisis llegue a mayores. "Zaplana no tiene un rival claro en el grupo parlamentario. No hay que olvidar que all¨ª la mayor¨ªa somos novatos -hay un 50% de primerizos-, o viejas guardias que no interesan al perfil que buscar¨ªa Rajoy", sentencia un diputado. "A no ser que ¨¦l quiera irse, y por eso est¨¦ mostrando p¨²blicamente sus discrepancias", concluye.
En cualquier caso, en el PP el dato de consumo interno m¨¢s relevante salido de esta crisis es la consolidaci¨®n de Rajoy como l¨ªder. Ya hab¨ªa dado un toque de atenci¨®n cuando, hace un mes, en el anterior comit¨¦ nacional, sentenci¨® tajante: "Yo no me debo a nadie", a pesar de que fue elegido a dedo por Aznar. Pero la ¨²ltima reuni¨®n fue definitiva. "Rajoy siempre deja hacer. La prueba m¨¢s evidente es el Estatuto de Castilla-La Mancha. Mar¨ªa Dolores de Cospedal (l¨ªder del PP all¨ª) ha firmado el fin del trasvase Tajo-Segura. Eso en el PP de antes no habr¨ªa pasado. Pero cuando Rajoy tom¨® la decisi¨®n de apoyar a Arenas y Piqu¨¦ frente a Zaplana, Aleix Vidal-Quadras y Aguirre, al fin vimos a Rajoy como lo que es, el jefe. Es l¨®gico, este es un partido muy presidencialista, y lo ¨²nico que ha hecho es ejercer el enorme poder que le da su cargo. Vistos los excelentes resultados, a partir de ahora es probable que lo haga m¨¢s a menudo", se?ala un diputado con importantes atribuciones en la direcci¨®n de G¨¦nova. "Est¨¢ muy fuerte y sabe que cuenta con los barones m¨¢s importantes", concluye precisamente uno de esos l¨ªderes regionales y presidente auton¨®mico.
?Qu¨¦ cambiar¨¢ a partir de ahora en el PP? Desde luego, no lo har¨¢ el ataque diario al proceso de paz dirigido por Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, cada d¨ªa con palabras m¨¢s gruesas. En este punto el partido es una pi?a. Incluso los m¨¢s moderados culpan de ello al presidente del Gobierno porque cuando Rajoy le tendi¨® la mano, en el debate sobre el estado de la naci¨®n, en julio, la respuesta fue la reuni¨®n de Patxi L¨®pez, l¨ªder del PSE, con Batasuna, sin avisar al PP, y lo consideran una traici¨®n.
S¨ª cambiar¨¢, si se cumplen las previsiones del entorno de Rajoy, la actitud frente al juicio del 11-M. Ya lo dijo el propio l¨ªder en el anterior comit¨¦ nacional: "Hay que preguntar cuando aparezcan novedades, pero no podemos hacer de eso el eje de nuestra pol¨ªtica, hay que construir una alternativa".
"Nunca hicimos de ¨¦l el eje", se?ala con enfado otro dirigente clave muy identificado precisamente con la teor¨ªa conspiratoria. La semana pasada, en un acto en Alcal¨¢ de Henares, Esperanza Aguirre, una de las que m¨¢s insisti¨® en los ¨²ltimos meses en el mensaje del "?qui¨¦n ha sido?", rehus¨® entrar en ese asunto cuando un militante le ped¨ªa desde la platea que lo hiciera. "El 11-M est¨¢ agotado, ha podido servir para garantizar en un primer momento la unidad del partido, para dar argumentos a la militancia, pero se ha agotado como referente pol¨ªtico", sentencia un miembro de la direcci¨®n de G¨¦nova. Claro que nadie est¨¢ dispuesto a garantizar que Rajoy bloquear¨¢ cualquier intento de otros dirigentes de devolver el 11-M al primer plano. Ah¨ª se ver¨¢ si ha cambiado o, como dicen sus cr¨ªticos, sigue dejando que los fuegos se apaguen solos.
Tambi¨¦n cambiar¨¢ la pol¨ªtica de alianzas. La principal preocupaci¨®n estrat¨¦gica en la direcci¨®n del PP en este momento es que no tiene aliados. A Rajoy le gustar¨ªa encontrar puntos de acuerdo con CiU. ?sa era su apuesta en Catalu?a, pero los n¨²meros la han hecho imposible. Sin embargo, la reedici¨®n del tripartito, y la sensaci¨®n de la direcci¨®n de CiU de haber sido enga?ada por Zapatero, a quien cre¨ªan capaz de controlar al PSC, abren el camino. Todos los dirigentes consultados est¨¢n encantados con los resultados catalanes. Algunos, porque creen que esto dar¨¢ municiones al partido para cargar contra los socios independentistas del PSOE. Otros, m¨¢s pr¨®ximos a Rajoy, prefieren centrarse en que el aislamiento de Converg¨¨ncia i Uni¨® puede llevarla a los brazos del PP.
"Todos sabemos que la mayor¨ªa absoluta es imposible. Ya se intent¨® el acercamiento como partido a Uni¨®, como hicimos con UPN (marca del PP en Navarra), pero el problema, entre otras cosas, es que no se sabe qu¨¦ peso electoral tiene. En alg¨²n momento ellos entender¨¢n que tenemos perfiles de votantes muy similares, que estamos condenados a entendernos", se?ala un dirigente pr¨®ximo a Rajoy, convencido adem¨¢s de que el nuevo tripartito "no va a molestar tanto como el otro" y de que "Catalu?a est¨¢ amortizada en la agenda nacional".
Los Presupuestos, y la posibilidad que tienen PP y CiU de unir sus fuerzas para vetarlos en el Senado, como sucedi¨® hace dos a?os, ser¨¢n la primera prueba de fuego de esta estrategia. "Todos sabemos que Rajoy quiere acercarse a CiU, pero ellos nos consideran unos leprosos y lo han dejado claro y firmado ante notario. Me parece un ejercicio in¨²til en este momento", se?ala otro presidente auton¨®mico m¨¢s esc¨¦ptico. De hecho, est¨¢ por ver si a CiU le interesa aparecer junto al PP. Su secretario general, Josep Antoni Duran, ya dijo el martes que no tendr¨¢n "complejos" en pactar con el PP en el Congreso, aunque tambi¨¦n dej¨® claro que no variar¨¢ su postura de apoyo al Gobierno en el asunto central, en el que el PP est¨¢ y seguir¨¢ solo, pero muy unido, en su ataque: el proceso de paz.
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