?Por qu¨¦ no arreglan mi coche ya?

El Ford Orion 1.600 inyecci¨®n de Francisco Javier S¨¢nchez sigue sin rodar. El pasado 17 de noviembre cumpli¨® un a?o parado en un taller de Sevilla, despu¨¦s de que otro conductor embistiera el veh¨ªculo de Francisco Javier mientras circulaba por el carril central de una autov¨ªa. "?Por qu¨¦ no me arreglan el coche de una vez?", se pregunta este transportista sevillano de 43 a?os. "Llevo un a?o utilizando el transporte p¨²blico, los taxis, yo qu¨¦ s¨¦, y pierdo mucho tiempo para ir al trabajo. Adem¨¢s, el coche era de mi padre y tiene algo de valor sentimental", se queja.

No es un caso aislado. Hay numerosos precedentes de ciudadanos que, con todos los papeles en regla (seguro, permiso, carn¨¦) y la inocencia probada en un siniestro, se las tienen que ver y desear para que su veh¨ªculo sea reparado en un tiempo razonable. La explicaci¨®n ¨²ltima de sus dolores de cabeza reside en un conflicto velado, pero ya antiguo, entre el sector de reparaci¨®n de autom¨®viles (los talleres) y las aseguradoras. Unos argumentan que las compa?¨ªas de seguros imponen tarifas inferiores en un 20% ¨® 30% al coste real de las reparaciones. Otros replican que todo depende del peritaje de cada accidente y que los precios son diferentes porque la ley proh¨ªbe la concertaci¨®n de tarifas el sector. La batalla est¨¢ servida.

Talleres asociados

Cuatro asociaciones que dicen representar a la mayor¨ªa del sector de reparaci¨®n de autom¨®viles en Espa?a (Cetraa, Conepa, Faconauto y Ganvam) constituyeron el pasado 1 de noviembre un grupo de trabajo para cambiar el modelo de relaci¨®n entre talleres y aseguradoras. Un modelo que dichas asociaciones consideran "formalmente agotado".

Francisco Javier no tiene ni idea de la existencia del contencioso entre el mec¨¢nico y su compa?¨ªa de seguros, Axa. Como Luis Coves, abogado de Madrid, de 28 a?os, y propietario de una motocicleta Gilera de 500 cent¨ªmetros c¨²bicos. Todav¨ªa le deben algunas piezas de la moto desde la ¨²ltima reparaci¨®n. "Un arreglo que podr¨ªa haberse resuelto en 15 d¨ªas y que tard¨® casi cuatro meses en solucionarse", comenta Luis Coves, que contrat¨® su seguro con la empresa Caser.

Armando Higueras, secretario general de la Confederaci¨®n Espa?ola de Talleres de Reparaci¨®n y Afines (Cetraa), defiende la posici¨®n de los mec¨¢nicos ante unas tarifas "impuestas" por las aseguradoras e "injustificadas". "Hay un siniestro, el perito de la aseguradora va al taller, valora el tiempo de trabajo que va a necesitar la reparaci¨®n y muchas veces no tiene en cuenta los baremos que establecen los fabricantes. Siempre tiran a la baja", se?ala Higueras. "Entonces el taller tiene que discutir con el seguro el precio. Y el cliente, mientras tanto, a esperar", a?ade.

En la otra orilla, las aseguradoras coinciden en rechazar que exista "un modelo de relaci¨®n" entre talleres y seguros. "Cada empresa tiene su propia relaci¨®n con los proveedores. Y eso se establece en la firma voluntaria de un contrato", explican en la patronal del seguro, Unespa. "Lo que quieren los talleres es fijar un precio m¨ªnimo de las reparaciones, y esto est¨¢ prohibido por las normas de competencia. El que quiere cierra acuerdos y el que no quiere, no", seg¨²n estas fuentes.

"Un montacargas como ¨¦se te sale por 18.000 euros, cualquier herramienta cuesta un ojo de la cara...". Antonio Matarranz se encarga de dirigir uno de los talleres de su padre en la calle de Valent¨ªn Beato de Madrid. Conoce bien el problema. Con s¨®lo 26 a?os, lleva siete trabajando en el sector. Le viene de familia.

"Es una relaci¨®n dif¨ªcil. Cada uno mira por sus intereses. La aseguradora quiere minimizar costes, el cliente quiere tener el coche listo cuanto antes y el taller siempre intenta ganar m¨¢s dinero", se sincera. "Tenga en cuenta que para montar un buen taller hay que realizar una inversi¨®n bastante alta de dinero", agrega cauto. "Las m¨¢quinas cuestan mucho y los beneficios son cada vez menores", concluye.

Con las espadas tan en alto, o los intereses tan encontrados, no es dif¨ªcil encontrarse con peleas y ri?as en los talleres a cuenta de la reparaci¨®n de un coche. "Esto lleva muchos a?os as¨ª", apunta Matarranz. Francisco Javier, la v¨ªctima sevillana de la pol¨¦mica taller-aseguradora, ha llamado varias veces al establecimiento de Ford en Sevilla donde permanece su coche para que le digan algo, para que le aclaren cu¨¢ndo podr¨¢ volver a conducir su Orion 1.600 inyecci¨®n. "Me dicen que en el informe pericial no viene la mangueta", indica asombrado.

"Y el accidente fue justamente en la mangueta, la pieza que permite que giren las ruedas. Todo esto es muy raro", dice.