La magdalena de Proust, en c¨®mic
St¨¦phane Heuet presenta en Guadalajara 'Por el camino de Swann'
A los 20 a?os, el entonces aspirante a oficial de la marina francesa St¨¦phane Heuet empez¨® a leer En busca del tiempo perdido y, como tantos otros, lo dej¨®. Ya con 35, y porque su mujer le coment¨® que si lo le¨ªa entender¨ªa m¨¢s cosas de la vida, lo intent¨® de nuevo. Y el entonces director de arte de publicidad se pregunt¨® si exist¨ªa una versi¨®n en c¨®mic porque "encontraba el libro muy visual". Como la respuesta fue negativa, Heuet (Brest, 1957) empez¨® su tercera vida y se dedic¨® a adaptar a ese g¨¦nero la emblem¨¢tica y gigantesca obra de Proust. Desde 1998, lleva cuatro ¨¢lbumes, el primero de los cuales, Combray, entrega inicial de Por el camino de Swann, aparece ahora en castellano editada por Sexto Piso, una versi¨®n que fue presentada el domingo con curiosidad y expectaci¨®n en la Feria del Libro de Guadalajara (M¨¦xico).
"No puedo conservar la totalidad del texto, pero cuanto m¨¢s trabajo en ¨¦l menos miedo me da cortarlo"
La aparici¨®n de ese primer ¨¢lbum en Francia fue saludada mayoritariamente como un sacrilegio, en especial por Le Figaro, record¨® el ilustrador. Hasta su hermana, profesora de Lengua francesa, le recrimin¨® tal falta de respeto. La editorial francesa, Delcourt, no esperaba vender m¨¢s de 500 ejemplares. El resultado es que hoy lleva m¨¢s de 75.000 s¨®lo de esa entrega, el c¨®mic se ha traducido ya a 10 idiomas (entre ellos, ingl¨¦s, coreano, ruso y espa?ol), que su hermana le reconoci¨® su labor hace dos a?os y que alguna escuela ya los utiliza para introducir a los j¨®venes alumnos al mundo de la magdalena proustiana.
"No me quejo del ¨¦xito, pero ha cambiado mi m¨¦todo de trabajo porque cuando empec¨¦ quer¨ªa dirigirme a la gente que ya hab¨ªa le¨ªdo a Proust, pero ahora tengo dos p¨²blicos: el que me recrimina que me haya atrevido a cortar tal o cual frase y el que me dice que a¨²n hay mucho texto", constata el autor. Entre esa dicotom¨ªa, y con la espada de Damocles de adaptar uno de los textos fundamentales de la literatura universal, trabaja Heuet, que lamenta que se sacralice a Proust sin haberlo le¨ªdo.
A primera vista, el lector de c¨®mic encontrar¨¢ que hay m¨¢s letra de lo habitual en el g¨¦nero, pero tampoco es excesiva. "Es la parte m¨¢s cruel de mi propuesta, no puedo conservar la totalidad del texto, pero cuanto m¨¢s trabajo en ¨¦l menos miedo me da cortarlo, suelo sacrificar frases muy bellas y dejar otras m¨¢s simples pero esenciales para el gui¨®n".
Acostumbrado por su profesi¨®n de creativo publicitario a "hacer cre¨ªble y corto un mensaje", Heuet resumi¨® para regocijo de los asistentes la larga, compleja e introspectiva obra de Proust en apenas una frase: "Es la historia de un ni?o hipersensible e inteligente que busca la felicidad a trav¨¦s de sus relaciones con la sociedad y la familia y a ello le ayuda el arte". A pesar de esa labor de reclamo de las ilustraciones, el rigor en lo ling¨¹¨ªstico se traduce tambi¨¦n en lo gr¨¢fico. Heuet tard¨® dos a?os en documentarse sobre el Par¨ªs de la ¨¦poca y el mundo aristocr¨¢tico que describe Proust. El trabajo que realizaron grandes fot¨®grafos de finales del siglo XIX permite a Heuet, con una l¨ªnea clara que quiere asemejarse a la de Herg¨¦, lucirse en la descripci¨®n ilustrada de ropas y escenarios.
A pesar de su disciplina fruto de su paso por la academia militar y a que en la actualidad se dedica exclusivamente a trabajar en la novela de Proust, Heuet s¨®lo ha producido desde 1998 cuatro ¨¢lbumes, a un ritmo de dos por a?o, cadencia que s¨®lo se ha roto con el ¨²ltimo, la primera parte de Un amor de Swann, que aparecer¨¢ la semana pr¨®xima en Francia y en la que, para terror de sus editores, invirti¨® tres a?os. Sin mayor importancia si no fuera porque el autor calcula, como anunci¨® poco antes de dedicar ejemplares con caras de sus personajes, que necesitar¨¢ 17 ¨¢lbumes para evocar los siete vol¨²menes de la novela de Proust. A este ritmo, tardar¨¢ 20 a?os m¨¢s que los que invirti¨® el escritor franc¨¦s en hacer su obra.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.