Yunus, s¨ªmbolo de la paz y la justicia
Muhammad Yunus y Mossamat Talisma Begum, ambos de Bangladesh, recibieron ayer en el Ayuntamiento de Oslo el Premio Nobel de la Paz como reconocimiento a su esfuerzo por combatir la pobreza en su pa¨ªs, a trav¨¦s de un programa de microcr¨¦ditos fundamentalmente a mujeres, para la puesta en marcha de peque?as empresas. La ceremonia, ante un millar de asistentes, los reyes Harald y Sonia de Noruega y la reina Sof¨ªa de Espa?a entre ellos, tuvo una especial calidez y marc¨® un giro sustancial en su contenido. La idea de que la paz est¨¢ indisolublemente unida a la justicia social fue un concepto central, tanto en el discurso del presidente del Comit¨¦ Nobel, Ole Danbolt Mj?s, como en el de Muhammad Yunus. La fundamentaci¨®n y desarrollo de ese concepto fue enmarcada por ambos expositores en las nuevas realidades y desaf¨ªos del mundo actual, desde transformaciones estructurales como la globalizaci¨®n hasta acontecimientos de la magnitud del ataque terrorista a las Torres Gemelas y el Pent¨¢gono el 11-S de 2001 en Estados Unidos.
El presidente del Comit¨¦ Nobel afirm¨® que es imposible construir una paz duradera cuando grandes sectores de poblaci¨®n est¨¢n sumidos en la pobreza. El proyecto y la puesta en marcha de los microcr¨¦ditos y la creaci¨®n del Banco Grameen abrieron un camino de desarrollo desde abajo, es decir, con la participaci¨®n directa de los interesados, que es la mejor forma de fortalecer la democracia y los derechos humanos. Cont¨® que cuando se conoci¨® el nombre de los elegidos como destinatarios del premio, no muchos periodistas los conoc¨ªan ni tampoco la tarea que estaban realizando: "Algunos cre¨ªan que el Banco Grameen era una persona".
Agreg¨® que una preocupaci¨®n del Comit¨¦ Nobel, especialmente despu¨¦s del 11-S, hab¨ªa sido la de construir puentes destinados a reducir las distancias entre Occidente y el mundo musulm¨¢n, ya que, a su juicio, a partir de esa fecha se hab¨ªa acentuado un proceso de demonizaci¨®n de ese mundo que en nada favorec¨ªa la paz mundial. Por su parte, Yunus describi¨® la profunda impresi¨®n que recibi¨®, al regresar en los a?os setenta a su pa¨ªs, tras haber estudiado Econom¨ªa en Estados Unidos, la extendida pobreza que encontr¨®. Fue entonces cuando, tras una experiencia personal de ayuda a unos artesanos, concibi¨® la idea de crear el banco. Era 1983.
Lleg¨® a Oslo acompa?ado de nueve mujeres que representan al banco y a millones de beneficiados por micropr¨¦stamos, el 90% de ellos a mujeres, a las que considera mejores administradoras. Describi¨® con cifras las consecuencias sociales de los pr¨¦stamos en su pa¨ªs. Explicando la filosof¨ªa de su tarea, se?al¨® que el 11-S hab¨ªa desviado el eje de los problemas. En su opini¨®n, el terrorismo debe combatirse con otros medios antes que emplear medidas militares. Y la pobreza es una agresi¨®n a los derechos humanos y una amenaza para la paz. Dijo no estar contra la econom¨ªa de mercado, pero que, sin un componente social, ¨¦sta no resuelve los desaf¨ªos del futuro. Su conclusi¨®n fue que la globalizaci¨®n no puede ser un pretexto para un imperialismo financiero.
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