La reconquista econ¨®mica de los ind¨ªgenas de EE UU
La tribu que ha adquirido la cadena Hard Rock ha prosperado gracias a la gesti¨®n de casinos
Hace 176 a?os, el entonces presidente de EE UU, Andrew Jackson, firm¨® la Ley Ind¨ªgena de Desplazamiento. Con ella sancion¨® la pol¨ªtica de arrinconamiento de las tribus nativas, al permitir la firma de tratados de canje de las tierras que pose¨ªan aqu¨¦llas al este del Misisipi por otras situadas al oeste del r¨ªo. En teor¨ªa, el intercambio ser¨ªa voluntario, pero la presi¨®n ejercida sobre muchas tribus fue tal que muchas aceptaron los tratados forzosamente. Las que se resistieron emprendieron un enfrentamiento con el poder militar estadounidense que se convirti¨® en una fruct¨ªfera fuente de inspiraci¨®n para el cine.
En enero de 1871, la Administraci¨®n estadounidense impuso a todos los ind¨ªgenas la reclusi¨®n en reservas y tan s¨®lo en 1924 la Ley de Ciudadan¨ªa India les concedi¨® tal derecho. Desde entonces, la historia de los ind¨ªgenas estadounidenses ha estado marcada por la degradaci¨®n, el aislamiento y la falta de desarrollo. Hoy, se estima que uno de cada cuatro ind¨ªgenas no supera el umbral de pobreza en EE UU.
Aunque ¨¦se no ha sido el destino de todas las tribus. El pasado jueves, los indios sem¨ªnolas de Florida, una tribu de unos 3.300 miembros, anunciaron la compra de la cadena de restaurantes Hard Rock por 965 millones de d¨®lares (725 millones de euros).
Tabaco sin impuestos
Con esta operaci¨®n, los sem¨ªnolas aspiran a diversificar su actividad econ¨®mica, que abarca la cr¨ªa de reses para rodeos, el cultivo de c¨ªtricos (Florida es el gran productor en EE UU), la venta de tabaco libre de impuestos (negocio que desarrollan otras tribus en otros Estados) y el ocio. Precisamente, estos ind¨ªgenas, apodados el pueblo no conquistado por haber resistido fieramente el asedio de las tropas federales en el siglo XIX, gestionan dos casinos en el Estado de Florida y dos franquicias de Hard Rock.
Los sem¨ªnolas obtienen el 90% de sus ingresos del juego. Fueron una de las primeras tribus en entrar en el negocio de los casinos cuando, hace un par de d¨¦cadas, Washington decidi¨® autorizar a los ind¨ªgenas la apertura de los mismos en sus reservas.
En EE UU s¨®lo es posible abrir un casino en los Estados de Nevada y Nueva Jersey, famosos gracias a dos ciudades, Las Vegas y Atlantic City, respectivamente, mecas para los jugadores de todo el mundo. Fuera de ellos, tan s¨®lo las tribus ind¨ªgenas lo pueden hacer, como naciones soberanas que son por una decisi¨®n del Tribunal Supremo de finales de los ochenta. Hay en EE UU unos 360 casinos operados por 220 tribus. Seg¨²n los ¨²ltimos datos de la Asociaci¨®n Nacional de Juego Ind¨ªgena (NIGA), los gobiernos tribales obtuvieron del juego unos ingresos brutos de 22.600 millones de d¨®lares en 2005, frente a los 19.600 millones generados el ejercicio anterior. El a?o pasado, este negocio cre¨® 600.000 empleos.
Las arcas p¨²blicas estadounidenses tambi¨¦n se benefician de esta actividad. En 2005, el juego ind¨ªgena aport¨® 7.600 millones de d¨®lares en impuestos federales y otros 2.100 millones de d¨®lares en tributos estatales.
En EE UU hay 563 gobiernos tribales reconocidos federalmente. La Administraci¨®n reconoce su derecho al autogobierno y apoya su soberan¨ªa y autodeterminaci¨®n tribales. Los ind¨ªgenas estadounidenses promulgan sus propias leyes (tanto civiles como criminales), recaudan sus impuestos y organizan administrativamente su territorio.
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