De la resistencia al ¨¦xito
En el cuento, en la literatura mediterr¨¢nea, en los textos de vanguardia, en la nueva narrativa espa?ola o en la poes¨ªa encontraron su grieta. Corr¨ªan los a?os noventa y la censura ya no ten¨ªa bigote sino forma de caja registradora. "En los sesenta se hac¨ªa frente al r¨¦gimen franquista. Nosotros, en los noventa, al mercado; a los grandes grupos que copan m¨¢s y m¨¢s espacio, que marcan las pautas. Y en un momento dif¨ªcil el espacio lo propicia la especializaci¨®n. Desde entonces, tratamos de asentar, en los resquicios, un proyecto que fomente la bibliodiversidad", apunta Juan Casamayor, editor de P¨¢ginas de Espuma. "Nuestra apuesta ha sido el cuento, queremos ser el referente de este g¨¦nero". Con 17 t¨ªtulos al a?o y una tirada media en torno a los 2.000 ejemplares, su editorial ha doblado el n¨²mero de empleados, de dos a cuatro, en sus casi ocho a?os de vida y ha conseguido hacerse con autores que habitualmente publican con otros sellos -"a nosotros nos dan sus cuentos"-.
"La distribuci¨®n es el problema n¨²mero uno desde siempre. La editorial es la ¨²nica industria donde el producto se puede devolver", afirma Beatriz de Moura, de Tusquets
"Quiero publicar autores y crear un cat¨¢logo. Eso va m¨¢s all¨¢ de los libros", dice Vallcorba, de Acantilado
En 1989, 30 amigos se pusieron de acuerdo para sacar "textos de vanguardia". As¨ª naci¨® ?rdora, una editorial que se enfoca "m¨¢s en la difusi¨®n que en el comercio", seg¨²n Rafael Cansinos. "Nadie vive de esto", dice, "somos un mal ejemplo". Coet¨¢neo de sellos como Bassarai y Valdemar -uno de los m¨¢s consolidados de esta generaci¨®n noventera-, su cat¨¢logo se mantiene en n¨²meros muy peque?os. En 2006 ?rdora sum¨® un solo libro, Autorretrato con radiador, de Christian Bobi, a su cat¨¢logo, que asciende a 36 t¨ªtulos.
Fernando Garc¨ªa e Inmaculada Jim¨¦nez llegaron de Francia a finales de los ochenta con nuevas ideas: "All¨ª vimos un mundo editorial m¨¢s rico que el espa?ol y conocimos la literatura del Magreb. Pensamos que hab¨ªa un hueco que no ten¨ªan cubierto los grandes". Su sello, Ediciones del Oriente y del Mediterr¨¢neo, abarca tanto narrativa como ensayo y poes¨ªa. El a?o pasado sacaron a la venta ocho libros con una tirada de 1.000 ejemplares. "Desde que empezamos hasta ahora han cambiado mucho las cosas. Cada vez es m¨¢s dif¨ªcil encontrar un espacio. El lector interesado te busca en poes¨ªa y ensayo, pero el de narrativa encuentra antes siempre a los grandes grupos. En cuanto a la difusi¨®n en prensa y puntos de venta, parece que una determinada tirada o un adelanto millonario prima m¨¢s que la calidad literaria de la obra".
Cerca ya del 40? aniversario de la fundaci¨®n de la editorial Tusquets, Beatriz de Moura asegura que los obst¨¢culos son de alguna manera inherentes al negocio de la edici¨®n. "Los problemas a los que hicimos frente no son iguales a los que se plantean ahora, pero son igualmente duros. Desde que el impresor pas¨® a ser editor ha habido dificultades inmensas, pero en cada etapa han sido radicalmente distintas. De la galaxia Gutenberg a la galaxia Gates; en esta nueva era ha cambiado la manera de vivir y de ocupar el ocio, los modos y las modas". A pesar de todo hay dificultades que perviven. "Hay dos problemas radicales que no han cambiado. Uno es que no se puede hacer nada sin dinero, y antes esto no era para tanto, se pod¨ªa empezar con poco. El otro asunto es la distribuci¨®n, el problema n¨²mero uno desde siempre. El mundo editorial se rige por un sistema enloquecido. Es la ¨²nica industria en la que el producto se puede devolver. Los libros que no se venden acaban en el almac¨¦n del editor". Su proyecto editorial, uno de los grandes paradigmas de la transici¨®n, se consolid¨® en la d¨¦cada de los ochenta con la colecci¨®n de narrativa Andanzas. Dos de sus t¨ªtulos estrella, El amante, de Marguerite Duras en 1984, y La insoportable levedad del ser, de Milan Kundera en 1985, permitieron crear una peque?a infraestructura de promoci¨®n y producci¨®n y contratar derechos de autores a los que hasta entonces no ten¨ªan acceso. Sellos compa?eros de generaci¨®n como Cuadernos para el Di¨¢logo, Barral o Laia quedaron por el camino, mientras que Anagrama, Hiperi¨®n y Visor han resistido.
"Doblar la facturaci¨®n al principio no es tan dif¨ªcil, lo complicado es seguir. Hay que compaginar la vocaci¨®n cultural de calidad con la viabilidad econ¨®mica para defender mejor los t¨ªtulos. Lo peligroso es cruzar el Rubic¨®n, saltar de pecera y empezar a competir con los grandes. Hay que crecer para que no te merienden", explica Jos¨¦ Huerta, de Lengua de Trapo. Lo mejor que le puede pasar a un cruas¨¢n, de Pablo Tusset, fue el t¨ªtulo que asent¨® definitivamente su proyecto, que desde su nacimiento, en 1995, trat¨® de fijar su atenci¨®n en j¨®venes autores espa?oles. "El problema luego es que te los quitan a golpe de talonario", afirma. En 2006 publicaron 36 t¨ªtulos con una tirada que oscila entre los 1.500 y los 3.000 ejemplares.
"No hay que tener el s¨ªndrome de Peter Pan. La supervivencia de una empresa pasa por tener el control absoluto sobre lo que haces. Si creces demasiado tienes que vender m¨¢s. Uno no se debe precipitar porque entonces el resultado ser¨¢ regular o malo. Mi lema es que absolutamente nada importante en la vida requiere urgencia", afirma Manuel Borr¨¢s de Pre-Textos. Las voces de Marrakech, de Elias Canetti, estaba siendo prensado cuando se anunci¨® el fall¨® del Premio Nobel de 1981. "Hac¨ªa dos a?os que hab¨ªamos publicado el primer t¨ªtulo y est¨¢bamos a punto de tirar la toalla. Aquello nos demostr¨® que no est¨¢bamos desencaminados".
Anagrama public¨® en sus dos primeras d¨¦cadas entre 30 y 70 t¨ªtulos. "Desde 1997 la cifra de nuevos t¨ªtulos se ha fijado en 100: 75 novedades y 25 en bolsillo", explica Jorge Herralde, el fundador y primer empleado de este sello, que hoy cuenta con una plantilla de 18 personas. Su compa?era de generaci¨®n, Beatriz de Moura, explica d¨®nde fij¨® el l¨ªmite de Tusquets: "La clave es poder seguir controlando todos los pasos del proceso. Desde la elecci¨®n del libro hasta su distribuci¨®n y promoci¨®n. Eso es lo que te da la pauta para dar un paso m¨¢s o no. Cuando dejas de controlar la l¨ªnea editorial que te has trazado est¨¢s, en principio, dando un mal paso".
Esther Tusquets dio un giro radical en 1960 a Lumen, una editorial de textos de religi¨®n. "Yo quer¨ªa crecer muy poco y no pasar de 60 t¨ªtulos al a?o. Cuando tuve grandes ¨¦xitos no quise dar el salto porque no me sent¨ªa gran empresaria", recuerda. "La independencia no depende del tama?o. Se trata de no tener imposiciones externas, de que el cat¨¢logo no se ajuste a la necesidad de vender, y una multinacional tiene que responder a una junta de accionistas". Y eso es lo que Beatriz de Moura y Antonio L¨®pez Lamadrid intentaron evitar en los dos procesos de venta de su editorial: "Estar participado por un gran grupo no afecta mucho a la independencia a no ser que tengan la mayor¨ªa de las acciones y el control de la distribuci¨®n. Nosotros nunca la perdimos. Si entregas la distribuci¨®n pueden empezar a vender con preferencia otros t¨ªtulos y poco a poco ir vaciando de contenido la editorial".
El fundador de DVD Ediciones,Sergio Gaspar piensa que crecer es m¨¢s dif¨ªcil que arrancar. "Pero lo peor es ser peque?o a perpetuidad. Hay que aspirar a convertirse en un sello como Hiperi¨®n o Visor", afirma. ?l se lanz¨® al mundo editorial en 1996 movido por su "inter¨¦s en la literatura en general y la poes¨ªa en particular". Una idea que en aquel momento no dejaba de tener cierto toque original. "En los ¨²ltimos a?os sale una editorial a la semana. Ha dejado de ser un fen¨®meno puntual para convertirse en algo cotidiano. Esta inflaci¨®n es algo tremendamente negativo. Hay un espacio para la literatura alternativa, pero no tanto, y esto puede acabar por eliminarnos a todos. La generaci¨®n anterior tuvo mucha suerte, todo estaba por hacer. En este momento, la situaci¨®n es muy complicada, la competencia es feroz". A pesar de todo, DVD ha publicado 18 t¨ªtulos el a?o pasado. Las tiradas, entre 1.000 y 2.000, han bajado. La presi¨®n en la mesa de novedades se hace notar.
No todos se muestran tan pesimistas. Jos¨¦ Huerta de Lengua de Trapo conf¨ªa en la selecci¨®n natural. "Todo el mundo tiene derecho a intentarlo, luego el mercado se va regulando. En Espa?a el sector editorial est¨¢ muy regulado, en Francia predomina la editorial media y en Estados Unidos se va hacia la disgregaci¨®n. Aqu¨ª podr¨ªa pasar lo mismo", asegura. Manuel Borr¨¢s cita el mercado estadounidense como ejemplo de solidaridad y corporativismo entre los editores peque?os: "Los espa?oles somos demasiado individualistas. Eso de la inflaci¨®n de editoriales me parece injusto. Un editor culto nunca entrar¨¢ en colisi¨®n con otro; tendr¨¢n afinidades comunes, pero nunca ser¨¢n iguales. El est¨ªmulo nos ayuda".
Ante la avalancha, Constantino B¨¦rtolo, director literario de Caballo de Troya -sello perteneciente al grupo Random House-Mondadori-, reflexiona sobre las sucesivas mutaciones que la etiqueta independiente ha sufrido en las ¨²ltimas d¨¦cadas. "En los sesenta, el modelo independiente era Feltrinelli y estaba ligado a un compromiso pol¨ªtico. En Espa?a nacieron entonces una serie de sellos al calor del momento que levantaron el estandarte de la libertad como Tusquets, Anagrama o Debate". Pero qu¨¦ duda cabe, los tiempos han cambiado. Con libertad y sin ira, la perspectiva es distinta. "Ahora independiente es un t¨¦rmino que se entiende como opuesto a los grandes grupos multinacionales, cuyas l¨ªneas editoriales est¨¢n supuestamente m¨¢s forzadas. De la independencia se infiere la calidad de las obras publicadas, pero esto al final puede resultar ser un tipo de marketing, una imagen de marca, un r¨®tulo, una sombrilla que cubre proyectos muy distintos. Es falso que el criterio de independencia siempre coincida con el de calidad", subraya B¨¦rtolo. El sello que ¨¦l dirige mantiene un "presupuesto bajo", una tirada media que ronda los 1.600 ejemplares y un ritmo de publicaci¨®n de nueve t¨ªtulos al a?o. "El proyecto trata de ser una cantera para nuevos autores espa?oles. No se busca la rentabilidad t¨ªtulo a t¨ªtulo, y los criterios son m¨¢s literarios que econ¨®micos". Jugar con un equipo grande le permite adem¨¢s usar su distribuci¨®n.
Jaume Vallcorba evita este t¨¦rmino y habla de "visibilidad" -"si no la tienes, no existes"-. En los setenta, en los ochenta y en los noventa, este editor ha puesto en marcha sucesivos proyectos. "Quaderns Crema naci¨® en 1979, con un libro de Ausi¨¤s March, dirigido a la buena gente, no a eruditos. Veinte a?os m¨¢s tarde sali¨® Acantilado con la misma premisa", afirma. Por el camino qued¨® Sirmio, el primer sello en castellano que intent¨® poner en marcha, y parte de cuyo cat¨¢logo ha sido recuperado por Acantilado. "Uno nunca sabe por qu¨¦ algo funciona o no. Es una conjunci¨®n de hechos y ambientes. Quiz¨¢ entonces, propuestas como las novelas de Stefan Zweig no hab¨ªan encontrado su momento. Cuando un sello se asienta es dif¨ªcil que pierda su situaci¨®n, pero es muy misterioso en qu¨¦ modo puede llegar a asentarse". Aunque la aparici¨®n en 2000 de Relato so?ado casi al mismo tiempo del estreno de Eyes wide shut, la pel¨ªcula de Kubrick basada en el libro de Arthur Schitzler, difundi¨® de manera inesperada el nuevo proyecto, Vallcorba insiste: "Lo fundamental es el cat¨¢logo y el fondo. Yo quiero publicar autores y crear un cat¨¢logo. Es algo que va m¨¢s all¨¢ de los libros".
Abelardo Linares, editor y librero de viejo, ha recuperado en Renacimiento muchos t¨ªtulos de fondos olvidados. Su filosof¨ªa: lo que no se vende de nuevo se vender¨¢ de viejo. "Con el paso del tiempo el libro vuelve a la normalidad". Si su dios, como el del pirata a quien cantaba Espronceda, es la libertad, el tesoro de los independientes es su fondo. De ah¨ª la importancia de las reediciones. Una lucha a contracorriente con las librer¨ªas que cada vez disponen de menos espacio para crear un fondo. "El sistema de ventas actual pasa por la novedad. Si el fondo no sobrevive, no sobreviviremos tampoco los peque?os", predice Sergio Gaspar de DVD. Jorge Herralde concluye: "Nada m¨¢s in¨²til que quejarse".
![Los editores Beatriz de Moura, de Tusquets, y Jorge Herralde, de Anagrama, en abril de 1989.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/NVNL7TATMTPBRPCJAMIFG2SBNQ.jpg?auth=27abd85cda23581c15d3548a5e35150dc9915c9c703e4f71791a6a642f1ca241&width=414)
![De izquierda a derecha: Manuel Ram¨ªrez, Silvia Prat y Manuel Borr¨¢s, de Pre-Textos.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/KQQSN5JLA6J2HPXQDCIRBKNLC4.jpg?auth=455c0775489412059c93bd09e4cb25a3ba833951ecfb879cd3b9b26ff005d944&width=414)
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