Enfermedades
Para que una dolencia pueda ser calificada como enfermedad profesional no basta con que se acredite que deriva de una actividad laboral; es imprescindible que se halle incluida en un listado que aprueba el legislador, el Cuadro de Enfermedades Profesionales. Recientemente se ha aprobado un nuevo listado.
El nuevo listado sigue las recomendaciones europeas, recogiendo un elenco de enfermedades profesionales de mayor amplitud, acorde con la realidad productiva actual y con los nuevos procesos productivos y de organizaci¨®n. Hay que tener en cuenta que desde 1978 se han producido avances considerables en los procesos industriales, con la consiguiente introducci¨®n de nuevos elementos y sustancias. Al mismo tiempo, las investigaciones y el progreso en el ¨¢mbito cient¨ªfico y en el de la medicina han permitido un mejor conocimiento de los mecanismos de aparici¨®n de algunas enfermedades profesionales y de su vinculaci¨®n con el trabajo.
Junto a la actualizaci¨®n del listado, las principales novedades van referidas al sistema de notificaci¨®n y registro. La nueva regulaci¨®n ha procedido a su modificaci¨®n, con la finalidad de hacer aflorar enfermedades profesionales ocultas y evitar la infradeclaraci¨®n de tales enfermedades. El legislador considera que las deficiencias de protecci¨®n a los trabajadores afectados por enfermedades profesionales se derivan, en gran medida, de las deficiencias de su notificaci¨®n, producidas por un procedimiento que se ha demostrado ineficiente, sin una vinculaci¨®n con el profesional m¨¦dico que tiene la competencia para calificar la contingencia o puede emitir un diagn¨®stico de sospecha. De ah¨ª que la nueva normativa atribuya a las entidades gestoras y a las mutuas la elaboraci¨®n y tramitaci¨®n de los partes de enfermedad profesional.
Una de las cuestiones de mayor inter¨¦s resid¨ªa en si el nuevo listado iba a incluir las "enfermedades psicosociales" que constituyen un porcentaje importante de las bajas laborales. El legislador ha optado por su no inclusi¨®n debido, quiz¨¢s, a las dificultades de su encuadramiento as¨ª como a los costes que supondr¨ªa su calificaci¨®n dentro de las enfermedades profesionales.
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