Un emblema malherido

La seguridad del parque G¨¹ell de Barcelona est¨¢ en manos de un vigilante de d¨ªa, dos de noche y una patrulla de vigilancia de parques y jardines que realiza visitas aisladas. Otra patrulla de la Guardia Urbana se deja ver por all¨ª de vez en cuando. El popular enclave tur¨ªstico no tiene c¨¢maras que registren posibles altercados o gamberradas. Son datos aportados por el Ayuntamiento de Barcelona. Pero los vecinos de la zona dicen que no. Aseguran que no han visto ning¨²n guardia nocturno. El parque permanece cerrado entre las 22.00 y las 4.30 horas. Sus puertas se abren a una hora tan temprana porque es una concurrida zona de paso. No obstante, como el parque ocupa una gran superficie es f¨¢cil colarse al terminar el horario de visitas. El drag¨®n que preside su entrada principal, uno de los emblemas gaudinianos m¨¢s conocidos, ha sido v¨ªctima esta semana de ese trasiego escasamente controlado: unos v¨¢ndalos lo mutilaron a golpes con una barra de hierro.

Las labores de restauraci¨®n comenzaron el pasado viernes y las autoridades municipales prev¨¦n que no se alarguen m¨¢s de tres semanas. Tras evaluar los da?os, el primer paso consiste en rellenar con mortero y otros materiales los vol¨²menes desprendidos. Despu¨¦s se recolocar¨¢ la cer¨¢mica desprendida, recuperada en gran parte por los Mossos d'Esquadra y la empresa que se encarga del mantenimiento del parque, Sapic, cuyos operarios encontraron varias piezas en un charco. Manuel Vilar, jefe de obra de la constructora, explica que el trabajo de restauraci¨®n se basa en fotograf¨ªas del monumento, una escultura que se desgasta d¨ªa a d¨ªa por las malas costumbres de los que acuden al parque por el reclamo de Gaud¨ª. "La gente se sube encima para hacerse fotos. Es normal que con frecuencia se desprendan azulejos o que estas acciones causen peque?os desperfectos". De ah¨ª que el consistorio defienda la acotaci¨®n de la escultura en el futuro para asegurar su conservaci¨®n. Sin embargo, no todos est¨¢n de acuerdo. "Las vallas no son una soluci¨®n porque desvirtuar¨ªan la obra de Gaud¨ª y su entorno inmediato. Lo que hace falta es que la gente sea respetuosa", afirma Vilar.

En el proceso de restauraci¨®n no se consultar¨¢ a expertos en Gaud¨ª. "En casos as¨ª no se requiere asesoramiento de estudiosos. Lo que se suele hacer cuando la obra da?ada pertenece a un artista vivo, es consultarle para que indique la mejor manera de restaurarla", apunta el gerente de Urbanismo e Infraestructuras del municipio, Ramon Massaguer. Habr¨¢ que esperar a ver el resultado porque otras intervenciones similares en el parque G¨¹ell han ido acompa?adas de pol¨¦mica. La m¨¢s importante se realiz¨® en 1994 e incluy¨® el banco de 165 metros que brinda una espectacular vista de Barcelona. Los m¨¢s cr¨ªticos concluyeron que lo hab¨ªan dejado con el aspecto de un cuarto de ba?o.

Mientras, el drag¨®n cura sus heridas. A pesar de los destrozos, sigue siendo el objetivo favorito de las c¨¢maras de los turistas. De hecho, el drag¨®n es una de las obras m¨¢s reproducidas en el aluvi¨®n de mercadotecnia sobre sus creaciones. El negocio es rentable porque no devenga derechos de propiedad intelectual. Gaud¨ª muri¨® en 1926 y ya han transcurrido los 75 a?os que marca la ley para que prescriban esos derechos, que nadie ten¨ªa en propiedad ya que Gaud¨ª no tuvo descendencia. "S¨®lo hizo un testamento y don¨® todos sus bienes a las obras de la Sagrada Familia", recuerda Daniel Giralt-Miracle, experto en Gaud¨ª.