La campeona sin presupuesto

No es una loba de mar, pero Esther N¨²?ez, maratoniana del agua, ha escuchado historias que har¨ªan temblar a los marinos mercantes m¨¢s avezados. "Como las de aquellos nadadores que aguantan hasta el l¨ªmite y les entra la hipotermia y no se dan cuenta de que se est¨¢n ahogando. De pronto, dejan de bracear. Y se hunden. Y les tienen que sacar del agua. Llegan hasta tal extremo que la temperatura del cuerpo baja de 30 grados. ?Se van para abajo y no se dan cuenta!", relata la campeona de Sabadell (Barcelona), que, a los 26 a?os, encabeza la Copa del Mundo de Aguas Abiertas.

Esther es la ¨²nica espa?ola que disputa una competici¨®n en la que la utop¨ªa cobra sentido. De momento, ha ganado las dos pruebas disputadas. En Argentina, lejos de la familia. Primero, el 21 de enero, recorri¨® los 88 kil¨®metros de Hernandarias-Paran¨¢ en 9 horas y 26 minutos con una media de 40 brazadas por minuto. A principios de febrero hizo los 57 kil¨®metros del r¨ªo Coronda en menos de ocho horas. La recompensa, de alrededor de 1.500 d¨®lares (1.140 euros) por victoria, apenas cubre los gastos. "Depende de los viajes, de cuando tengas el billete... Pero siempre calculo entre 8.000 y 10.000 euros. Y, claro, a veces tienes que ir con acompa?ante porque necesitas a alguien de confianza", explica su situaci¨®n. "?Patrocinador? Lo estoy buscando. No tengo nada", a?ade la ultrafondista. Da la impresi¨®n de que le parece mucho m¨¢s dif¨ªcil encontrar patrocinador que cubrir el Atl¨¢ntico a nado. "Es complicado. Estoy estudiando y entren¨¢ndome y no tengo tiempo. S¨¦ que, si llorara un poco, algo me caer¨ªa. Pero, por ahora, nada. Porque soy chica y porque la nataci¨®n no vende y tal... En fin, tendr¨¦ que salir en un programa de televisi¨®n y hacer alg¨²n espect¨¢culo", reflexiona. Su club, el CN Sabadell, la ayuda con alg¨²n billete, pero el resto va a su cargo. "Bueno, si termino la primera de la general me llevar¨¦ unos 15.000 d¨®lares (11.392 euros)", apunta con optimismo.

Atr¨¢s queda la desaz¨®n que le invadi¨® en diciembre, cuando se qued¨® fuera del Mundial, que se disputar¨¢ el pr¨®ximo mes en Melbourne (Australia). "Entonces pens¨¦ 'lo dejo y ya est¨¢'. Pero ahora, l¨ªder... Cuando est¨¢s ah¨ª, no te acuerdas de lo mal que lo pasas. No me llevo los triunfos ni los podios. Me llevo las experiencias, todo lo que vivo, la gente y los lugares", cuenta; "sientes la victoria y... Se te pone la piel de gallina". En el horizonte ya espera la siguiente prueba: el 7 de julio, Capri-N¨¢poles.

El a?o pasado termin¨® la tercera en la Copa del Mundo: "Tengo m¨¢s confianza. Ya s¨¦ por lo que voy a pasar en pruebas que duran hasta diez horas. La primera vez dices 'bueno, ya lo pasar¨¦'. Ahora, no. Ahora salgo a un ritmo. A las tres horas y media, aprieto; a las ocho, de nuevo...". "Es cierto, tiene una experiencia acumulada que es fundamental", interviene el seleccionador, Eugeni Ballar¨ªn, que ultima en Las Palmas la preparaci¨®n de los cinco maratonianos que viajar¨¢n a Australia; "evidentemente, una de sus grandes virtudes es que es capaz de soportar un esfuerzo inimaginable. Es ultra-resistente f¨ªsica y psicol¨®gicamente".

"Siempre, desde que empec¨¦, dec¨ªa que iba a necesitar un psic¨®logo o me volver¨ªa loca", expone N¨²?ez, que ha ido a cuatro o cinco sesiones. "Son muchas horas las que est¨¢s nadando, sola, y te comes el coco. Aparte, no puedes dialogar. Nadando, no puedes", razona.

Su rutina diaria recuerda a la del cuerpo de marines. Se levanta a las 5.20, "con el tiempo justo"; desayuna "algo r¨¢pido", cereales o galletas, y se va a entrenarse al club de 6.00 a 8.00 y de 16.00 a 19.00. Entre medias, la universidad, en Barcelona. ?Nadando? "?No, en coche!", se r¨ªe la maratoniana, que hace m¨¢s kil¨®metros en el agua que sobre el asfalto. "?Y que caminando, seguro! No camino nada". Nunca, pese a sus entrenamientos diarios, ha dejado de lado los estudios. Licenciada en Magisterio, estudia Ciencias de la Actividad F¨ªsica y el Deporte. Y todav¨ªa tiene tiempo para nadar un d¨ªa 88 kil¨®metros y devorar libros m¨¢s tarde.

La campeona se ha acostumbrado a bracear a merced de los elementos. Le dan lo mismo las olas, el viento y la lluvia. Directamente, los ignora. "Lo peor que he vivido fue en Dubai, en pleno verano, con 50 grados en el exterior y de 30 a 35 en el agua. ?Era agua de jacuzzi! ?M¨¢s que para nadar es para quedarte dormida!". Los ara?azos de las rivales son cosa pasada. "Bueno, ahora nos hacen cortar las u?as, ?je, je! Pero te puedes encontrar de todo en el agua...", termina. A lo que no se ha acostumbrado es a buscar sin rumbo un mecenas.