Ayer todo el pasado

En abril de 1937, pocas semanas despu¨¦s de haber servido como voluntario en la Guerra Civil espa?ola, el poeta ingl¨¦s W. H. Auden escribi¨® un c¨¦lebre poema titulado Spain. La rebeli¨®n de Franco contra el Gobierno leg¨ªtimo de la Rep¨²blica fue en Gran Breta?a un suceso conmovedor que "obsesionaba nuestras vidas privadas", confes¨® el poeta, que entonces a¨²n no hab¨ªa cumplido los 30, d¨ªas antes de tomar la decisi¨®n de alistarse en las Brigadas Internacionales. "No soy de los que creen que la poes¨ªa necesita o deber¨ªa ser directamente pol¨ªtica, pero en un periodo cr¨ªtico como el nuestro s¨ª creo que el poeta debe tener un conocimiento directo de los grandes acontecimientos pol¨ªticos". Aun as¨ª ten¨ªa dudas sobre su potencial de luchador: "Ser¨¦ con toda probabilidad un soldado pu?eteramente malo, ?pero c¨®mo puedo hablar por ellos y a ellos sin antes serlo?".

Ese "ellos" eran no s¨®lo los espa?oles en guerra, sino los hombres, la Condici¨®n Humana, como el autor se?al¨® (en franc¨¦s y en may¨²scula) en la carta a su amigo E. R. Dodds que cito aqu¨ª. Finalmente, Auden lleg¨® a Espa?a en enero de 1937, pero no para combatir, sino para ayudar a la causa republicana conduciendo ambulancias; en Valencia, despu¨¦s de encontrar dificultades administrativas en su intento de pasar al campo de batalla como conductor, trabaj¨® escribiendo propaganda radiada en ingl¨¦s, hasta que, desencantado de su trabajo, y abandonando la idea de cruzar el frente de Arag¨®n, volvi¨® a Inglaterra, silenci¨® los detalles frustrantes que hab¨ªa visto del lado antifranquista a lo largo de su estancia y escribi¨® el citado poema.

Spain est¨¢ incluido en un ap¨¦ndice de Los se?ores del l¨ªmite, la muy amplia y fascinante selecci¨®n de poemas y ensayos de Auden que ayer se present¨® en Madrid. El libro, un t¨ªtulo m¨¢s en la mod¨¦lica Colecci¨®n de Poes¨ªa que viene sacando Galaxia Gutenberg/C¨ªrculo de Lectores, siempre en ediciones biling¨¹es, est¨¢ seleccionado, prologado y traducido por Jordi Doce, quien, admirablemente respetuoso en sus traducciones a la palabra, el ritmo y la arquitectura del original, tambi¨¦n lo ha querido ser al esp¨ªritu del poeta de York en lo referente a Spain, poema que, aun siendo considerado por muchos lectores (entre los que me cuento) como una de sus piezas maestras, fue eliminado por Auden de sus obras completas definitivas. Jordi Doce resume en una nota de su pr¨®logo las razones de ese rechazo, moral m¨¢s que formal, del propio autor, a las que no fueron ajenas las cr¨ªticas furibundas (y hom¨®fobas, todo hay que decirlo) de George Orwell, que vio en algunos versos de Spain una t¨¢cita aprobaci¨®n de los silencios culpables de la inteligencia europea de izquierdas respecto a los desmanes estalinistas en la zona roja.

He le¨ªdo las casi 500 p¨¢ginas de este libro antol¨®gico de quien para m¨ª es uno de los mayores poetas del siglo XX en cualquier lengua en los tres d¨ªas posteriores al 27 de mayo, fecha en la que, silenciando ante mi conciencia los "grandes detalles" frustrantes vistos en las candidaturas de izquierda a las elecciones locales y auton¨®micas de Madrid, deposit¨¦ mi voto en las urnas en su favor. Ya conocemos la brutalidad del recuento. "Ayer todo el pasado", empieza Auden Espa?a, siguiendo una larga tirada de versos (el poema tiene cerca de cien en total) que oscilan del ayer al hoy, aventur¨¢ndose algo en el ma?ana. El ayer gen¨¦rico de Auden, riqu¨ªsimo en im¨¢genes de fulgurante belleza, se estrella repetidamente en la consigna marcial del hoy: "Hoy, la lucha". ?Y ma?ana? "Ma?ana, el redescubrimiento de la pasi¨®n rom¨¢ntica", "el turno de los m¨²sicos y el maestro de ceremonias", "los paseos en torno al lago" y tal vez "las carreras de ciclistas / en los barrios las noches de verano: mas hoy la lucha".

Hay otro hoy m¨¢s cansino y ominoso que tambi¨¦n figura, dentro de su contexto de 1937, en el poema Spain: "Hoy el gasto de fuerzas / en el panfleto ef¨ªmero y el mitin aburrido". Los versos de aquella Espa?a, de aquel "aumento inevitable de los riesgos mortales" que el joven Auden vio necesarios en su compromiso prorrepublicano hoy han perdido, por fortuna, contenido tr¨¢gico; en Espa?a sigue habiendo una alarmante divisi¨®n ideol¨®gica, pero no una guerra. Ahora bien, los pol¨ªticos a los que votamos con esperanza, sin convencimiento, no deber¨ªan menospreciar tanto nuestra "fatiga de los metales" ciudadanos. Auden lo expresa con su habitual elocuencia: "Aqu¨ª estamos con nuestro d¨ªa a solas, y el tiempo es breve y la Historia a los vencidos / puede ofrecer su pena, pero no ayuda ni perd¨®n".