Israel y Siria sacan m¨²sculo

Desde hace meses, el presidente sirio, Bachar el Asad, insiste en entablar negociaciones de paz con Israel. El primer ministro israel¨ª, Ehud Olmert, dice estar a favor de esa negociaci¨®n. Pero ninguno se f¨ªa y ambos se acusan de ir de farol. Y mientras, Damasco y Tel Aviv engrasan su maquinaria de guerra. Las maniobras militares israel¨ªes se suceden en el Gol¨¢n, conquistado a Siria en junio de 1967, y en el desierto del Negev. Y las Fuerzas Armadas sirias se rearman y fortalecen en las inmediaciones del territorio ocupado. Si algo temen ambos bandos es que el sonar de los tambores pueda provocar un error de c¨¢lculo que desate la s¨¦ptima guerra en Oriente Pr¨®ximo.

El precio de la paz con Siria no lo discute nadie en Israel: la devoluci¨®n del Gol¨¢n. Pero el Ejecutivo de Olmert s¨®lo estar¨ªa dispuesto a semejante concesi¨®n si Damasco accede a tres exigencias: romper sus v¨ªnculos privilegiados con Ir¨¢n, retirar el respaldo que presta a las milicias palestinas -todas con sede en Damasco- y a Hezbol¨¢, y permitir el establecimiento en el Gol¨¢n de estaciones de alerta para detectar movimientos de tropas en Siria.

Desde hace meses se especula con un nuevo enfrentamiento en la zona este verano

Es improbable que Bachar el Asad acepte estas condiciones. Y resulta dif¨ªcil que Olmert pueda embarcarse en una negociaci¨®n seria. Con partidos clave de su coalici¨®n en contra de abandonar los territorios ocupados, no cuenta con el apoyo pol¨ªtico necesario para semejante empresa.

Nada m¨¢s concluir la guerra que enfrent¨® a Israel con Hezbol¨¢ en julio y agosto de 2006, se comenz¨® a especular sobre un nuevo enfrentamiento este verano. El Tsahal sali¨® mal parado de la contienda y su capacidad de disuasi¨®n -elemento fundamental en la doctrina militar israel¨ª- seriamente tocada. La milicia chi¨ª libanesa paraliz¨® el norte del pa¨ªs; someti¨® a un mill¨®n de ciudadanos al drama de los refugios, y hasta el ¨²ltimo d¨ªa, el 14 de agosto, lanz¨® un promedio de 150 cohetes Katiusha. Con un nuevo jefe del Estado Mayor al frente, Gabi Ashkenazi, los soldados israel¨ªes entrenan para atacar en Gaza y tambi¨¦n con la vista puesta en el frente norte.

El mi¨¦rcoles, los mandos castrenses expusieron al Gabinete de Olmert planes militares detallados en caso de ataque sirio. Ni la inteligencia militar ni el espionaje civil israel¨ª creen que Damasco vaya a lanzar la primera piedra. Pero observan con preocupaci¨®n c¨®mo el Ej¨¦rcito sirio fortifica sus posiciones cerca de la meseta en disputa y adquiere nuevo armamento en Rusia gracias, aseguran, a la financiaci¨®n iran¨ª: modernos misiles antitanque, misiles tierra-tierra y otros proyectiles guiados por sat¨¦lite.

El ¨¦xito de Hezbol¨¢ en el campo de batalla del sur de L¨ªbano sorprendi¨® a los soldados hebreos. Para evitar nuevos sobresaltos, los uniformados est¨¢n practicando simulacros de conquista de pueblos sirios. El hecho de que lo hagan en presencia de las c¨¢maras de televisi¨®n no deja de ser otro mensaje a Damasco. No puede Israel permitirse que se repita lo sucedido hace 10 meses. No puede emerger de otra contienda sin la victoria. "En los debates internos, Ashkenazi habla como si la probabilidad de una guerra este verano fuera altamente probable", coment¨® al diario Haaretz un alto mando del Ej¨¦rcito. "Siria est¨¢ m¨¢s preparada que nunca para la guerra", a?adi¨® el jefe de los servicios secretos militares, Amos Yadlin.

Tampoco descarta la jerarqu¨ªa castrense que los preparativos militares de Siria obedezcan al temor a un ataque a¨¦reo israel¨ª o estadounidense sobre las instalaciones nucleares de Ir¨¢n, su aliado y protector. Es, tal vez, la mayor preocupaci¨®n en Israel: que una conflagraci¨®n con Siria suponga la apertura de otros frentes. Hezbol¨¢ entrar¨ªa en acci¨®n y qui¨¦n sabe cu¨¢l ser¨ªa la actitud de las milicias palestinas. Incluso se suscitan otras inc¨®gnitas. ?C¨®mo reaccionar¨ªan los drusos del Gol¨¢n, exultantes mientras Hezbol¨¢ lanzaba sus cohetes sobre el Estado sionista?