El factor humano
La AVT despotrica contra la instrucci¨®n mientras un letrado formado en prisi¨®n defiende el Estado de derecho
El abogado Boy¨¦ no es un blandengue precisamente, pero algunos d¨ªas, sentado al final de la sala, casi oculto por el resto de los abogados de la acusaci¨®n, siente que sus ojos se humedecen y los deja hacer. Permite que su mirada se quede un rato en un hombre de pelo corto, pantal¨®n vaquero y camisa a rayas que sigue el juicio cada d¨ªa desde el mismo sitio, sin perder un detalle ni tampoco la compostura. Es el padre del acusado Iv¨¢n Granados Pe?a, uno de los j¨®venes de Avil¨¦s a los que Su¨¢rez Trashorras intent¨® captar para que transportaran los explosivos hasta Madrid. El abogado Gonzalo Boy¨¦ mira a ese hombre pero en realidad ve a otro.
-Ese hombre me recuerda a mi padre. Casi ciego por la diabetes, cog¨ªa un avi¨®n y se cruzaba el Atl¨¢ntico para venir a visitarme. Mi padre nunca perdi¨® su fe en m¨ª.
Porque el abogado Gonzalo Boy¨¦, de nacionalidad chilena, estuvo una larga temporada entre rejas. Un juzgado lo conden¨® -junto a dos miembros del MIR chileno- por pasar informaci¨®n a ETA sobre el industrial Emiliano Revilla, secuestrado en 1989. A Boy¨¦ lo interrogaron entonces polic¨ªas de informaci¨®n que han venido a declarar a este juicio, y la fiscal Olga S¨¢nchez lo acus¨® de prestar su propio coche para que otros siguieran a Revilla. ?l siempre defendi¨® su inocencia, pero fue condenado a 14 a?os, ocho meses y un d¨ªa. Cuando se le pregunta por el d¨ªa que entr¨® en la c¨¢rcel, responde que su hija mayor ten¨ªa cuatro a?os y la peque?a seis meses, y que sin duda por eso decidi¨® ponerle fecha de caducidad a su rabia.
-Sent¨ª que me hab¨ªan condenado injustamente, pero no se puede vivir eternamente enrabietado. Decid¨ª estudiar Derecho y, cuando consegu¨ª salir en tercer grado, trabaj¨¦ repartiendo hielo de madrugada. Reun¨ª alg¨²n dinero y me compr¨¦ mi primer ordenador para ejercer de abogado.
Ayer, a eso de las cinco de la tarde, el abogado Boy¨¦, que representa a una chilena cuyo marido muri¨® en los trenes, se subi¨® al estrado para defender sus conclusiones definitivas, pero para entonces ya hab¨ªan pasado muchas cosas.
Por ejemplo, a media ma?ana, hubo un abogado que dio, por fin, en la clave del juicio.
-Al Qaeda no est¨¢ aqu¨ª porque no est¨¢ procesado Bin Laden.
Una vez descartado el terrorismo islamista, el mismo abogado se pregunt¨®.
-?Est¨¢ ETA? Pues no lo sabemos porque no se ha investigado...
As¨ª que, sin ver claro el asunto de Al Qaeda y esperando a que ETA aparezca de un momento a otro, el abogado fue tomando decisiones:
-Voy a retirar la acusaci¨®n contra Jamal Zougam [al que varios testigos recuerdan haberlo visto en los trenes la ma?ana del 11 de marzo]. Los testigos tienen un problema (...). No creemos que alguien que est¨¢ poniendo bombas pueda dedicarse a tropezar con la gente.
As¨ª que Juan Carlos Rodr¨ªguez Segura -s¨ª, hab¨ªan acertado-, uno de los tres abogados de la Asociaci¨®n de V¨ªctimas del Terrorismo, borr¨® de su lista a Jamal Zougam, y ¨¦ste, desde el otro lado del cristal blindado, le sonri¨® con gratitud, momento que recogieron las c¨¢maras de la sala, extremo este que a algunos de los presentes, aunque ya sobradamente avisados, les volvi¨® a provocar una sensaci¨®n muy rara. ?Un presunto terrorista agradecido a un abogado acusador? ?Un abogado de la acusaci¨®n dedicando el 90% de su alegato final a poner de vuelta y media a la fiscal, al juez instructor, a la polic¨ªa?
-Felicidades, Juan Carlos, lo has hecho muy bien.
Cuando termin¨® su intervenci¨®n, el abogado de la AVT fue calurosamente felicitado... por los abogados defensores.
Luego sucedi¨® en la sala una de esas cosas que no se suelen ver en los telediarios. Un abogado al que apenas nadie conoce, en parte por su juventud y sobre todo porque no ha participado en concili¨¢bulos extra?os, sube al estrado para defender sus conclusiones definitivas. Habla en representaci¨®n de una de las v¨ªctimas, Roberto Pericalli. Durante las 49 sesiones del juicio, ha preguntado cuando ha venido a cuento y se ha callado cuando as¨ª le conven¨ªa. Luego, colgaba la toga y se iba a su casa. Casi nadie sab¨ªa su nombre, pero ayer le toc¨® subir al estrado justo unos minutos despu¨¦s de que terminara Rodr¨ªguez Segura. La comparaci¨®n result¨® brutal. Un abogado con 18 a?os de trabajo a sus espaldas en la Audiencia Nacional -el propio Rodr¨ªguez Segura se encarg¨® de explicar ese detalle de su curr¨ªculo- buscando manos negras que ponen mochilas para derribar gobiernos al tiempo que retira la acusaci¨®n de uno de los presuntos autores materiales de la matanza. Y otro, muy joven y muy digno, que presenta ante los magistrados un alegato impecable, bien trabado, repleto de datos pero a la vez ameno, sobrio pero sin olvidar a las v¨ªctimas y a la emoci¨®n que de su recuerdo emana. Ese abogado se llama ?lvaro Sanz Marlasca. Y cuando termin¨® su alegato tambi¨¦n fue felicitado, pero en esta ocasi¨®n por las v¨ªctimas y por los abogados que a ellas defienden. Sonri¨®, colg¨® su toga y se fue a su casa.
M¨¢s tarde lleg¨® Boy¨¦ y se puso a defender el Estado de derecho. El mismo Estado de derecho que a ¨¦l le conden¨® por un delito tan feo, el mismo que le permiti¨® estudiar la carrera en la c¨¢rcel y ejercer despu¨¦s. El mismo que concede a Rodr¨ªguez Segura la libertad para decir las cosas que dice y para llevar en el reloj una banderita con el ¨¢guila, el yugo y las flechas.
EFECTOS DE LA CONSPIRACI?N
Un letrado de la AVT retira la acusaci¨®n contra Zougam y los mineros
Uno de los letrados habituales de la Asociaci¨®n de V¨ªctimas del Terrorismo (AVT), Juan Carlos Rodr¨ªguez Segura, retir¨® la acusaci¨®n para los integrantes de la denominada trama asturiana y para uno de los presuntos autores, Jamal Zougam.
Las directrices de Al Qaeda en el atentado de los trenes
El letrado de la acusaci¨®n en nombre de Mario Pellicari sostuvo ayer en la vista que al atentado se hizo "siguiendo directrices de Al Qaeda" y gracias a los explosivos de mina Conchita.
Los 'agujeros' de la seguridad del Estado
Gonzalo Boy¨¦, abogado de una de las v¨ªctimas del 11-M, acus¨® al Gobierno del PP de no poner medios ni prestar atenci¨®n a la prevenci¨®n de la amenaza del terrorismo islamista.
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