Facilidades para Ham¨¢s
El pueblo palestino vive la tragedia de la guerra civil, que es siempre el m¨¢s terrible de los conflictos. Pero, digamos las cosas con claridad: primero, esta guerra no es s¨®lo de ahora y, segundo, la responsabilidad del conflicto y, por tanto, de su extinci¨®n, no incumbe s¨®lo a los propios palestinos.
Esta guerra no es de ahora, se inici¨® ya con el mismo nacimiento de Ham¨¢s, uno de cuyos objetivos fue siempre, desde el primer momento, la destrucci¨®n de la OLP -a la que nunca se vincul¨®- y, muy especialmente, la destrucci¨®n de Al Fatah, el grupo m¨¢s poderoso en su seno, y de su carism¨¢tico l¨ªder, Yaser Arafat. Este objetivo estrat¨¦gico fue siempre puesto por delante de la misma destrucci¨®n del Estado de Israel. Y el problema, se reconozca o no, es que Hamas encontr¨® -dentro de las circunstancias- todas las facilidades para conseguir su objetivo.
Estados Unidos y la Uni¨®n Europea no han querido imponer una soluci¨®n internacional
Ello es tan as¨ª que en los primeros momentos del surgimiento de este movimiento terrorista, cuando Israel manten¨ªa una prohibici¨®n absoluta de que sus ciudadanos -periodistas o no- tuviesen contactos con miembros de la OLP, los l¨ªderes de Ham¨¢s eran frecuentemente entrevistados y aireados en los medios de comunicaci¨®n israel¨ªes, que, en aquellos momentos, eran los ¨²nicos que el pueblo palestino pod¨ªa seguir. No creo que pueda sostenerse en absoluto que Ham¨¢s sea una creaci¨®n del Estado de Israel, para dinamitar desde dentro el poder de Al Fatah y los grupos asociados; ni siquiera que Israel haya armado a Ham¨¢s, como Estados Unidos hizo con los talibanes en Afganist¨¢n. Pero lo que s¨ª es evidente es que, cuando menos, Israel no puso en la persecuci¨®n de Ham¨¢s el mismo esfuerzo que puso entonces, y a¨²n varios a?os despu¨¦s, en la persecuci¨®n de la OLP y de los grupos que la formaban.
Lo parad¨®jico es que la ceguera estrat¨¦gica de amplios sectores de la clase pol¨ªtica israel¨ª sigui¨® considerando tambi¨¦n a la OLP y a Arafat -con quienes se negociaba al mismo tiempo, tras el inicio del proceso de paz- como los grandes enemigos a destruir. Y en una incre¨ªble hip¨¦rbole ret¨®rica, se segu¨ªa sosteniendo en p¨²blico que Arafat era el gran organizador de los ataques terroristas contra Israel, los realizase Ham¨¢s, la Yihad Isl¨¢mica o la Brigada de los M¨¢rtires de Al Aqsa, cuando, en realidad, Arafat, la OLP y la propia Autoridad Nacional Palestina, eran los primeros objetivos de los grupos terroristas islamistas. Recuerdo que ya en 1994 un destacado dirigente de la OLP y negociador con Israel -y luego importante ministro en varios Gobiernos de la Autoridad Palestina, incluido el actual- me dec¨ªa que en aquel momento hab¨ªa ya una bala en una pistola de Ham¨¢s esperando por su cabeza. Dram¨¢ticamente, aquella predicci¨®n se ha convertido hoy en una triste y generalizada realidad, y las milicias de Ham¨¢s han asesinado ya a varios altos funcionarios de la Autoridad Palestina.
Y es as¨ª como Hamas se dedic¨® a boicotear el proceso de paz de una manera sistem¨¢tica, desde su mismo inicio, en 1993, y todo peque?o avance que se consegu¨ªa en las negociaciones entre la OLP y el Gobierno de Israel, y en la posterior puesta en pr¨¢ctica del Acuerdo Interino, era sistem¨¢ticamente seguido, a las pocas horas o los pocos d¨ªas, por un terrible atentado terrorista en Israel.
Y es as¨ª tambi¨¦n como la segunda Intifada y los ataques terroristas que siguieron al fracaso de las negociaciones de Camp David, llevaron al Gobierno de Sharon a bombardear y destruir, no las sedes de Hamas, sino las comisar¨ªas de la polic¨ªa palestina, las oficinas de los ministerios palestinos en Ramala y el aeropuerto y el puerto de Gaza, con la excusa de que era desde all¨ª desde donde se organizaba el terror contra Israel. S¨®lo despu¨¦s de esta destrucci¨®n sistem¨¢tica de toda la infraestructura de la Autoridad Palestina (pagada por la Uni¨®n Europea), comenz¨® el Gobierno de Sharon a lanzar ataques selectivos contra objetivos personales y materiales de Ham¨¢s. ?Por qu¨¦ no lo hizo antes? ?No era m¨¢s que evidente que minar y debilitar a la Autoridad Palestina no s¨®lo dificultaba la consecuci¨®n de cualquier acuerdo de paz, sino que abr¨ªa las puertas al dominio de Ham¨¢s?
Pues as¨ª ha ocurrido realmente. De todas formas, culpar exclusivamente a Israel del triunfo de Ham¨¢s y de la actual situaci¨®n palestina no ser¨ªa justo, dado que muchos otros factores han influido tambi¨¦n en el proceso, entre los que no cabe excluir la propia ineficacia y corrupci¨®n de una gran parte de la administraci¨®n palestina. Sin embargo, la gran responsabilidad recae en la comunidad internacional, principalmente en Estados Unidos y la Uni¨®n Europa, que no han sabido o no han querido imponer una soluci¨®n internacional al conflicto. Una soluci¨®n que, en l¨ªnea con las ya viejas y tantas veces citadas resoluciones de la ONU, asegure la existencia de dos Estados, viviendo en paz, uno al lado del otro.
Lo que se necesita, pues, es una acuerdo omnicomprensivo que permita la desocupaci¨®n y d¨¦ una soluci¨®n al problema a?adido de los asentamientos israel¨ªes en los terroritorios ocupados. Una soluci¨®n que permita la creaci¨®n de un Estado palestino viable en los territorios de Gaza y Cisjordania, con sus propias fronteras exteriores, pero que permita tambi¨¦n el pleno reconocimiento y la existencia en paz del Estado de Israel. Por eso este acuerdo ha de tener necesariamente una dimensi¨®n internacional, que asegure tambi¨¦n su respeto por parte de Siria y del L¨ªbano. Un acuerdo de paz que permita la futura cooperaci¨®n entre los Estados de la zona y el surgimiento del Gran Oriente Medio que en su momento propuso Shimon Peres.
"Paz por territorios" no es ya la estrategia a seguir en el problema palestino, sino plena independencia y mutuo reconocimiento, con la paz como resultado.
Antonio Bar fue el asesor jur¨ªdico de la Uni¨®n Europea en la elecci¨®n y constituci¨®n de la Autoridad Palestina, entre 1994 y 1996. Es catedr¨¢tico Jean Monnet de Derecho Constitucional de la UE. Universidad de Valencia
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