"Marruecos deber¨ªa hacer un esfuerzo mayor"
Desde que Micaela Navarro (Ja¨¦n, 1956) lleg¨® a la consejer¨ªa, los menores inmigrantes han sido una de sus principales preocupaciones. Su departamento est¨¢ desbordado, y no ve m¨¢s salida que la implicaci¨®n a fondo de la Uni¨®n Europea y los estados, aunque apunta que Marruecos podr¨ªa hacer un esfuerzo mayor.
Pregunta. Lleva usted a?os denunciado la saturaci¨®n de los centros. ?No le hacen caso o es que cada vez vienen m¨¢s?
"Los ni?os traen una informaci¨®n muy completa de cu¨¢l es la red de centros y d¨®nde est¨¢ cada uno"
"Si en los a?os 50, Espa?a hubiera usado el criterio de Marruecos, nos habr¨ªamos quedado sin ni?os"
"Se trata de implicarnos desde la Uni¨®n Europea, no de ser hip¨®critas y tratar de poner parches"
"No podemos de forma indefinida estar acogiendo aqu¨ª a todos los menores que vienen de Marruecos"
Respuesta. Para reagrupar o repatriar a un menor hay que cumplir escrupulosamente las leyes y los convenios internacionales, y garantizar que ese menor ir¨¢ con su familia o al sistema de protecci¨®n de su pa¨ªs de origen. M¨¢s del 95% de los ni?os que tenemos en los centros son marroqu¨ªes, donde el sistema de protecci¨®n es endeble. No es que no me hagan caso, la cuesti¨®n es las dificultades y la complejidad de las devoluciones.
P. Los centros se han ampliado, ?es que llegan m¨¢s ni?os?
R. Llegan menos, pero se van sumando a los que est¨¢n ya. Hay que saber que los menores no salen de Andaluc¨ªa, salvo aquellos casos en que los ni?os son recogidos por sus familias en Espa?a.
P. Ha denunciado que es la propia familia la que env¨ªa al menor.
R. Antes de que el menor est¨¦ en el centro, la familia llama para saber si ha llegado bien. Los ni?os traen, adem¨¢s, una informaci¨®n muy completa de cu¨¢l es la red de centros y d¨®nde est¨¢n. De hecho, algunos piden ir a un centro en concreto. El ejemplo es de s¨®lo hace unos d¨ªas: un chico que vino de Madrid a recoger a su hermano y estaba en el puerto cuando lleg¨® la patera. Incluso cont¨® en Canal Sur c¨®mo su madre estuvo llamando toda la noche asustada. Muchos vienen con su m¨®vil, y no todos en patera, por Algeciras entran diariamente en torno a diez menores. Otros vienen de visita acompa?ados de sus padres, que cuando se van, los dejan en la puerta de un centro de protecci¨®n.
P. ?Andaluc¨ªa es una tierra de paso o el destino?
R. Antes era de llegada y de paso, ahora es el punto de destino. Unos quieren trabajar, pero en Espa?a un menor de 16 a?os no puede. Otros quieren entrar en el sistema educativo y formativo para buscar algo tan compresible como un futuro mejor, sobre todo las ni?as. No proceden de familias marginales, sino medias. Los que peor est¨¢n ni siquiera tienen posibilidad de venir porque, por lo que ellos cuentan, coger una patera les cuesta entre 800 y 1.000 euros.
P. ?Cu¨¢ntos menores inmigrantes se est¨¢n atendiendo ahora mismo en los centros?
R. Al d¨ªa de hoy, unos 1.050.
P. ?Y cuanto dinero cuesta el mantenimiento?
R. 113 euros diarios, solamente la atenci¨®n directa, aparte del coste educativo y la cantidad de personal que interviene porque no hablan castellano y necesitan de un refuerzo. No son menores en desamparo, tienen un desamparo buscado. La Junta declara a un ni?o en desamparo si carece de afecto, de atenci¨®n o de cuidados por parte de su familia. Pues bien, estos menores no tienen este perfil, sufren una carencia socioecon¨®mica en su entorno familiar. Al llegar aqu¨ª se les declara en desamparo porque est¨¢n solos. Pero estamos desbordados. El fin de semana tuvimos que improvisar de golpe y porrazo sesenta y tantas plazas.
P. El Defensor del Pueblo Andaluz critica que los menores puedan ser traslados a centros de acogida en Marruecos.
R. Yo tambi¨¦n. El menor que est¨¢ aqu¨ª en un centro lo est¨¢ porque no tiene a su familia. Pero si vuelve a Marruecos, que es donde est¨¢ su familia, debe quedarse con ella. Lo que necesita esa familia es un apoyo socioecon¨®mico para poder atender a sus hijos. Otra cosa son los centros de formaci¨®n en Marruecos, cuyos programas de cooperaci¨®n desarrollan varias consejer¨ªas de la Junta, de escuelas taller, etc¨¦tera para formarlos. Casi todas las comunidades tienen programas parecidos. A lo que se referir¨ªa el presidente Chaves el otro d¨ªa es al acuerdo entre Espa?a y Marruecos para construir centros de acogida, que es un proyecto del Estado, no de Andaluc¨ªa. Y va dirigido a los menores que no pueden estar con su familia, no para trasladar de un centro a otro. Al margen, es insostenible, y no podemos de forma indefinida estar acogiendo aqu¨ª a todos los menores que vienen de Marruecos. La reflexi¨®n es: qu¨¦ est¨¢ haciendo el primer mundo cuando en pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo hay miles de personas que se mueren de hambre cada d¨ªa. Vamos a ir a la ra¨ªz del tema, no ser hip¨®critas y tratar de poner parches.
P. ?Y mientras tanto qu¨¦ se hace?
R. Atenderlos.
P. Pero ha dicho que no puede ser indefinidamente.
R. No podemos.
P. ?C¨®mo es el proceso de repatriaci¨®n?
R. La comunidad a la que llega el menor verifica sus datos, que es dif¨ªcil, porque a veces dan nombres falsos. Rellena el expediente, contrasta los datos de las familias y se manda a la subdelegaci¨®n del Gobierno de la naci¨®n, que lo remite, a su vez, a la Fiscal¨ªa. La Fiscal¨ªa tiene que pedir la verificaci¨®n de los datos a los c¨®nsules y tiene que escuchar al menor. Y en algunos casos, los c¨®nsules verifican datos, y en otros se alargan sine d¨ªe. Y mientras no haya un c¨®nsul que afirme que lo que ha dicho la comunidad aut¨®noma es completamente cierto, no hay forma de repatriar a un menor.
P. Quien repatr¨ªa, en cualquier caso, es el Estado.
R. Ah¨ª la autonom¨ªa no tiene ninguna competencia.
P. El problemas para las repatriaciones, por tanto, es que si Marruecos no quiere...
R. (Silencio)
P. Hay un atasco de 800 expedientes de repatriaci¨®n o reagrupaci¨®n. El c¨®nsul de Marruecos ha dicho que el par¨®n se debe a que no tiene garant¨ªa de que las familias puedan prestar un m¨ªnimo de dignidad y por eso no repatr¨ªa. ?Cree que est¨¢ bloqueando las repatriaciones?
R. Estos ni?os tienen una familia que los quieren, en la inmensa mayor¨ªa de los casos, lo puedo asegurar. Y el c¨®nsul no lo neg¨® en ning¨²n momento. Puedo estar de acuerdo con el c¨®nsul en que hay que garantizar que los menores vuelvan a una familia en una situaci¨®n digna. Aqu¨ª tienen recursos educativos, asistencial, ropa, calzado, etc¨¦tera que no tienen sus familias en Marruecos. Pero si en los a?os 40 y 50 en Espa?a hubi¨¦ramos utilizado este mismo criterio, Espa?a se habr¨ªa quedado sin ni?os. As¨ª de claro. Entonces de lo que se trata es de implicarnos en el apoyo a las familias, al desarrollo, pero no desde la comunidad aut¨®noma, o desde el Estado, sino desde la Uni¨®n Europea.
P. ?Marruecos colabora?
R. Salen menos ni?os. Es lo que le pedimos: por favor, si no colabor¨¢is en esto [las repatriaciones], impedir que salgan. Porque, al mismo tiempo, se est¨¢ trabajando all¨ª, a trav¨¦s de programas de cooperaci¨®n. Llegan menos, pero el problema es que, aunque llegan dos, est¨¢n los cuatro del a?o pasado y los dos de este. Que, evidentemente, si Marruecos hiciera m¨¢s esfuerzos se resolver¨ªa antes, pues claro. Porque la ¨²ltima fase de las repatriaciones depende de la verificaci¨®n de los datos de los c¨®nsules. En muchos casos tendr¨¢n dificultades y, en otros, no creo que tengan tantas porque si nosotros, en el d¨ªa a d¨ªa con los ni?os, sabemos quienes son su familia, y les damos incluso esos datos a los c¨®nsules, tampoco hay tantas dificultades. Un mayor esfuerzo por parte de Marruecos no nos vendr¨ªa mal, la verdad.
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