La cruz de Hamilton

La noticia apareci¨® ayer en algunos medios de comunicaci¨®n brit¨¢nicos: Lewis Hamilton se est¨¢ planteando seriamente la posibilidad de irse a vivir a Suiza, tal como han hecho anteriormente Michael Schumacher, Fernando Alonso y muchos otros pilotos de f¨®rmula 1 y deportistas de ¨¦lite en general. No se trata s¨®lo de la mejor manera de evadir impuestos, que tambi¨¦n, sino de distanciarse un poco de su entorno habitual, en el que la vida se le est¨¢ convirtiendo en insoportable.

El asedio al que le somete la prensa amarilla brit¨¢nica ha obligado al piloto de McLaren incluso a aclarar conceptos porque le han colocado como novia a cualquier chica que apareciera a su lado durante sus ¨²ltimas vacaciones. Cuando en agosto apareci¨® en el barco de Mansour Ojeh, el socio de Ron Dennis en McLaren, por el mar Mediterr¨¢neo, los fot¨®grafos intuyeron que estaba all¨ª con su novia porque tomaron im¨¢genes de ¨¦l y de una de las hijas del potentado ¨¢rabe. Las especulaciones surgen porque Hamilton rompi¨® con su novia de toda la vida, la brit¨¢nica Jodia Ma, al tiempo que se convert¨ªa en l¨ªder del Mundial de F-1 en el Gran Premio de Espa?a.

"No puedo llevar una vida normal si los tabloides me siguen acosando"

"Todas mis vacaciones est¨¢n en los diarios", se?ala Hamilton entre desesperado y perplejo. "Intent¨¦ relajarme, pero ni siquiera pod¨ªa nadar porque las c¨¢maras me estaban enfocando y los fot¨®grafos esperaban sacar 10.000 euros por cada foto". Su indignaci¨®n fue m¨¢s lejos porque algunos medios afirmaron que estaba all¨ª con su nueva novia: "Eso no es cierto. Me invit¨® uno de los hijos de Mansour con quien hace a?os que tengo una buena amistad. Y sus tres hijas ?y sus novios! compartieron el viaje con nosotros". Pero aquel episodio no fue el ¨²nico que le ocurri¨®. "Otra vez me fui al cine con mi mejor amigo, Mohammed, y su novia. Y al d¨ªa siguiente apareci¨® en los diarios que ella era mi novia y que Mohammed era mi guardaespaldas. ?Incre¨ªble!".

El brit¨¢nico ha hablado con Fernando Alonso en varias ocasiones sobre las dificultades que el asturiano encuentra para vivir tranquilamente en Espa?a por culpa de su fama. Y ha llegado a la conclusi¨®n de que no quiere pasar por lo mismo: "Puedo aprender de la experiencia de Fernando. Se ha hecho tan grande en Espa?a que no puede llevar all¨ª una vida normal. No quiero que eso me ocurra a m¨ª en Gran Breta?a. Cuando fich¨¦ por McLaren y comenc¨¦ a correr en la F-1, s¨®lo pretend¨ªa convertirme en un buen piloto y conducir para el mejor equipo. Y no pens¨¦ en los pros y los contras ni tampoco en los compromisos con los patrocinadores o en que la gente cada vez quiere saber m¨¢s cosas de m¨ª. Todo es nuevo para m¨ª e intento adaptarme".

No es una situaci¨®n f¨¢cil para ¨¦l porque, adem¨¢s, le llega en un momento en que debe estar muy centrado en la pugna por el t¨ªtulo mundial y afronta todo tipo de batallas internas en el seno del equipo McLaren Mercedes. Hace s¨®lo unas semanas, en Hungr¨ªa, se produjo el peor enfrentamiento que ha tenido con su protector, el jefe de la escuder¨ªa, Ron Dennis. All¨ª lleg¨® incluso al insulto. Antes nunca hab¨ªa ido tan all¨¢, pero sus enfrentamientos ven¨ªan de lejos. El primero realmente importante se produjo en 2005, cuando Hamilton y su padre, Anthony, se negaban a correr por segundo a?o consecutivo en la F-3 Euroseries porque Dennis no quer¨ªa que abandonaran la categor¨ªa sin haberla ganado. Hamilton cre¨ªa que su lugar era la GP2. Y, tras ganar la primera carrera, pas¨® de Dennis y acudi¨® a todos los jefes de equipo de GP2 buscando una plaza. El enfado del patr¨®n de McLaren fue enorme. Hasta el punto de que cerr¨® su grifo econ¨®mico.

Entonces, ante la respuesta negativa de la GP2, Hamilton regres¨® a McLaren y s¨®lo salv¨® la situaci¨®n gracias a que Norbert Haugh le brind¨® la posibilidad de seguir en el equipo Dallara Mercedes de F-3. Aquel a?o gan¨® all¨ª. Y el siguiente se impuso en GP2. A Dennis no le qued¨® otra alternativa que abrirle las puertas de la F-1. Pero todo aquello fue ya una demostraci¨®n de la personalidad fuerte y a veces incluso algo descontrolada del actual l¨ªder del Mundial.

Ahora su vida ha cambiado de forma sustancial. "No puedo llevar una vida normal si los tabloides siguen acos¨¢ndome", se queja Hamilton; "estas cosas son las que pueden hacerme marchar de Gran Breta?a". Un exilio que el a?o pasado eligieron ya m¨¢s de 180.000 ciudadanos brit¨¢nicos y que no fue ¨²nicamente motivado por la evasi¨®n de impuestos. Hay otras razones que justificar¨ªan a Hamilton. Pero tal vez despu¨¦s echar¨ªa en falta el apoyo incondicional que recibe de la prensa brit¨¢nica.