200.000 inmigrantes llegan cada a?o a Espa?a con contrato de trabajo
El Gobierno facilita la contrataci¨®n de extranjeros para empleos que los espa?oles rechazan
La mayor¨ªa de los 210.052 inmigrantes que llegaron el a?o pasado a Espa?a con un empleo eran rumanos (36%) -que, al igual que los b¨²lgaros, desde el pasado 1 de enero pueden residir pero no trabajar en los dem¨¢s pa¨ªses de la Uni¨®n Europea-, marroqu¨ªes (12%) o colombianos (7%), y hab¨ªan sido contratados para trabajar en la agricultura (37%), especialmente en Huelva (29%). Casi todos llegaron con un permiso de residencia y de trabajo de un a?o. Y con voluntad de quedarse.
El INEM publica cada trimestre la relaci¨®n de empleos que los espa?oles no cubren
Grandes empresas como VIPS o El Corte Ingl¨¦s son 'importadoras' de mano de obra
Los rumanos vuelven a encabezar la lista de los 178.754 extranjeros que los empresarios han solicitado contratar durante los seis primeros meses de este a?o: suponen el 21%, frente al 17% de marroqu¨ªes o el 9,5% de peruanos. La Inspecci¨®n de Trabajo supervisa sus contratos.
La contrataci¨®n de trabajadores en el extranjero no ha sido siempre tan abultada. Durante a?os, los empleadores deb¨ªan demostrar documentalmente que no hab¨ªa en Espa?a posibles aspirantes al puesto de trabajo que pretend¨ªan cubrir. De modo que si un empresario barcelon¨¦s necesitaba un peluquero y hab¨ªa uno inscrito en las listas de paro de C¨¢diz, al otro extremo de la Pen¨ªnsula, era pr¨¢cticamente imposible que obtuviese permiso para contratar a un extranjero, aunque el gaditano no tuviera la menor intenci¨®n de trasladarse a Barcelona. Ese bloqueo administrativo se tradujo en un importante crecimiento de las contrataciones ilegales y, consecuentemente, de la econom¨ªa sumergida.
El instrumento que rompi¨® esa situaci¨®n se llama Cat¨¢logo de Ocupaciones de Dif¨ªcil Cobertura, y fue introducido por los socialistas en el Reglamento que desarroll¨® la Ley de Extranjer¨ªa en el verano de 2005, justo despu¨¦s del proceso de normalizaci¨®n que permiti¨® regularizar a 600.000 extranjeros que trabajaban en Espa?a de manera ilegal.
Cada tres meses, el Servicio Nacional de Empleo (antiguo INEM) elabora en cada provincia, de acuerdo con los sindicatos y los empresarios, una lista de trabajos para los que existe demanda y que los espa?oles no pueden o no quieren desempe?ar. De acuerdo con esa relaci¨®n, en Almer¨ªa hacen falta pastores; en Zaragoza, cerrajeros; en Las Palmas, cocineros de barco; en Barcelona, lavacoches; en Madrid, taxistas...
El Ministerio de Trabajo ofrece a los empresarios dos mecanismos para buscar en el extranjero a los trabajadores que no hallan en Espa?a. El primero es el denominado r¨¦gimen general. A trav¨¦s del mismo, pueden contratar a personas concretas, con nombres y apellidos. El segundo mecanismo es el contingente, que permite solicitar cupos de trabajadores an¨®nimos para sectores de actividad determinados.
La Administraci¨®n proporciona a todos los extranjeros contratados a trav¨¦s del r¨¦gimen general un permiso de residencia y trabajo de un a?o en una provincia y en un sector de actividad concretos. Durante ese tiempo no pueden trabajar en un sector o en una provincia distinta de los que especifica su contrato. Sin embargo, cuando el primer a?o expira, tienen la posibilidad de prorrogar sus permisos de estancia y de trabajo, para todo el ¨¢mbito nacional y en cualquier sector de actividad, siempre que consigan otro empleo legal. Fuentes de la Administraci¨®n afirman que la mayor¨ªa lo logra y evita tener que volver a su pa¨ªs.
A trav¨¦s del contingente, los empresarios pueden hacer dos tipos de contratos: estables (de un a?o de duraci¨®n, similares a los del r¨¦gimen general) o temporales (de seis meses, la mayor¨ªa para trabajos agr¨ªcolas). En este ¨²ltimo caso, los empleadores suelen desplazarse a los pa¨ªses de origen para seleccionar al personal.
Grandes empresas, como VIPS o El Corte Ingl¨¦s, y cooperativas agrarias, a trav¨¦s de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), se nutren en ese mercado exterior, que la Administraci¨®n fomenta como un instrumento poderoso para reducir la inmigraci¨®n clandestina: cuanto menos empleo irregular haya, m¨¢s se reducir¨¢n las expectativas de los sin papeles y la inmigraci¨®n irregular disminuir¨¢.
?se es el razonamiento de la secretaria de Estado de Inmigraci¨®n y Emigraci¨®n, Consuelo Rum¨ª, quien recuerda, para entender el alcance de las cifras, que se trata de cientos de miles de ocupaciones que no encuentran demandantes en el mercado espa?ol. "De este modo", se?ala, "con su trabajo y con sus impuestos, los trabajadores extranjeros se convierten en contribuyentes activos al sostenimiento del Estado del bienestar y a la financiaci¨®n de los servicios p¨²blicos".
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