La televisi¨®n

Hay una novela que se llama La televisi¨®n, muy buena, de Jean-Philippe Toussaint, escritor y director de cine belga. La primera frase de la novela es ¨¦sta: "He dejado de ver la televisi¨®n". Suena casi tan fant¨¢stico y fatal como el principio de La metamorfosis kafkiana, cuando Gregor Samsa se despert¨® un d¨ªa convertido en bicho monstruoso. Toussaint cuenta las aventuras de un profesor, solo en Berl¨ªn, ansioso de televisi¨®n que ya no ve, trastornado en una ciudad muy hist¨®ricamente trastornada. El h¨¦roe que no ve la televisi¨®n quiere escribir un estudio sobre Tiziano, o m¨¢s bien sobre las relaciones entre el pintor y Carlos V: la relaci¨®n entre las artes y el poder. Piensa en un episodio ap¨®crifo, un momento en que el emperador se agacha a recoger un pincel que se le ha ca¨ªdo al maestro. Esto, piensa, es la inclinaci¨®n del poder ante el arte.

Es como ahora: la reverencia, el culto a la televisi¨®n. Y no me refiero al hecho de que el televisor, cada vez m¨¢s plano, presida las casas como antiguamente la imagen del Sagrado Coraz¨®n de Jes¨²s. Hablo del culto del poder pol¨ªtico hacia la imagen televisada. El gobernante sigue pose¨ªdo por la idea de una televisi¨®n de Estado, constructora de conciencias, como si pensara en el Estado artista, ingeniero de almas. En Andaluc¨ªa es larga la querella en torno a la radiotelevisi¨®n auton¨®mica, y el Estatuto dice que "la Junta de Andaluc¨ªa gestionar¨¢ directamente un servicio de radiotelevisi¨®n andaluza". El problema es qui¨¦n elige al director general del invento, qui¨¦n controla la radiotelevisi¨®n. Que lo elija el Consejo de Gobierno, como ahora, es una situaci¨®n fea. O a m¨ª me suena feo eso de que la RTVA sea un canal gubernamental.

Me figuro que sentir¨¢n lo mismo bastantes espectadores, y bastantes trabajadores de la radiotelevisi¨®n andaluza, conocedores de que las radios y televisiones gubernamentales no son medios de comunicaci¨®n fidedignos. Creo, incluso, que todos los partidos pol¨ªticos tienen esta impresi¨®n. La informaci¨®n deber¨ªa controlar y criticar a los otros poderes, pero dif¨ªcilmente podr¨¢ criticar al Gobierno una televisi¨®n gobernada directamente por el Gobierno. En Andaluc¨ªa la situaci¨®n es especialmente delicada, porque la formaci¨®n y el crecimiento de la Junta coincidi¨® con la solidificaci¨®n del partido gobernante, el PSOE, y esto sold¨® Junta y partido, partido y Administraci¨®n, y poco a poco se han ido fusionando o confundiendo la Junta, el Consejo de Gobierno, el partido en el poder, la televisi¨®n del Consejo de Gobierno.

Ni siquiera creo que tanta fusi¨®n le siga gustando hoy al partido gobernante. Porque una red de emisoras plenamente gubernamentales es un punto d¨¦bil, sucio, residuo del pasado autocr¨¢tico. Vuelve a las instituciones plomizas, mortecinas, fantasmales como la luz omnipresente de un televisor en una habitaci¨®n. "Una de las principales caracter¨ªsticas de la televisi¨®n cuando est¨¢ encendida es tenernos continuamente en vilo de manera artificial", dice en La televisi¨®n el novelista Toussaint, traducido por Josep Escu¨¦. Seg¨²n contaba el jueves en estas p¨¢ginas Lourdes Lucio, el Parlamento debate c¨®mo elegir desde el propio Parlamento, y no desde el Consejo de Gobierno, al director general de RTVA.

No s¨¦ si ser¨¢ posible la generosidad del PSOE. El sistema de votaci¨®n que proponen los socialistas le exigir¨ªa al candidato al cargo, en primera votaci¨®n, el apoyo de dos tercios de diputados; en segunda, el de tres quintos. Pasado un mes, sin acuerdo, al ganador le bastar¨ªa la mayor¨ªa absoluta. Tal como est¨¢n los votos en la regi¨®n, el PSOE se asegurar¨ªa con su reforma la elecci¨®n parlamentaria de su candidato a director general de RTVA para los pr¨®ximos seis a?os. Pero en un mundo ideal los gobernantes limitar¨ªan el poder propio para favorecer el uso virtuoso del poder: la virtud de gobernantes y gobernados no se da por supuesta, sino que deben favorecerla las leyes. Y, si quieren cumplir el Estatuto en lo que ata?e al derecho a una informaci¨®n independiente, veraz y plural, el PSOE y el Consejo de Gobierno de la Junta tendr¨ªan que preocuparse porque en el futuro ning¨²n partido, sea el que sea, con mayor¨ªa absoluta gobierne tambi¨¦n la RTVA.