Sin propulsi¨®n nuclear es dif¨ªcil que el hombre viaje a Marte
Sin propulsi¨®n nuclear, el programa espacial Constellation, la nueva apuesta de la NASA para la exploraci¨®n tripulada del espacio, estar¨¢ cojo. El objetivo oficial del proyecto es llevar de nuevo el hombre a la Luna y tal vez despu¨¦s a Marte, pero con la tecnolog¨ªa de propulsi¨®n convencional que se piensa utilizar, "una misi¨®n estadounidense ser¨¢ dif¨ªcil que llegue a Marte y costar¨¢ 10 veces m¨¢s que un sistema basado en la energ¨ªa nuclear", asegura el ingeniero ruso Nikolai Tolyarenko, director del programa de master de la Universidad Internacional del Espacio (ISU), con sede en Estrasburgo.
"Estados Unidos se equivocar¨¢ si contin¨²a con el desarrollo de cohetes convencionales para continuar la carrera del espacio", afirma el ingeniero ruso. Tolyarenko hizo el pasado lunes un recorrido por los 50 a?os desde el lanzamiento del Sputnik, en la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona. Aquel sat¨¦lite hist¨®rico fue el inicio de los a?os dorados de la carrera espacial que se produjo entre Rusia y un sorprendido Estados Unidos.
Tambi¨¦n habl¨® Tolyarenko del futuro de la exploraci¨®n del espacio, centr¨¢ndose en la cuesti¨®n clave de la propulsi¨®n. Se refiri¨® a alternativas a la energ¨ªa nuclear, como el empleo de c¨¦lulas solares, pero "llevamos 10 a?os esper¨¢ndolas y es algo muy dif¨ªcil", explic¨®. Tambi¨¦n coment¨® la posibilidad de desarrollar motores turbofan: "Desafortunadamente ser¨ªan extremadamente lentos para las cargas que tienen que trasladar".
"Todo es cuesti¨®n de dinero, de que no se invierte en desarrollar nuevos motores adecuados para la exploraci¨®n espacial", resumi¨®. Las tecnolog¨ªas actuales permiten transportar cargas de entre 5 y 10 toneladas, pero no es suficiente, a?adi¨®, "porque si quieres viajar a Marte es necesario tener la capacidad de transportar m¨¢s de 100 toneladas". Si se solventaran los recelos p¨²blicos de utilizar la propulsi¨®n nuclear, dijo Tolyarenko, bastar¨ªan menos de 100.000 millones de d¨®lares para tener listo un vuelo de demostraci¨®n en 10 a?os. "La tecnolog¨ªa est¨¢ disponible, tan s¨®lo hace falta dinero", dijo.
Seg¨²n este ingeniero, ahora podr¨ªa desencadenarse una segunda carrera espacial, sobre todo entre EE UU y China (si ¨¦sta contin¨²a su progresi¨®n tecnol¨®gica), Rusia y, quiz¨¢s, Europa.
Pero Rusia, dijo, tiene que recuperarse tras la d¨¦cada de 1992 a 2002 que se pas¨® pr¨¢cticamente en blanco en el desarrollo espacial: "Desde el a?o pasado Rusia est¨¢ invirtiendo 700 millones de euros al a?o". ?Qu¨¦ papel puede tener Europa? El ingeniero ruso considera que el retraso del programa de sat¨¦lites de navegaci¨®n Galileo y la r¨ªgida estructura para la toma de decisiones por parte de los pa¨ªses miembros de la Agencia Europea del Espacio (ESA) juegan en su contra.
En 50 a?os, el sector espacial ha cambiado mucho. Tolyarenko explic¨® que la URSS recurri¨® a soluciones muy pr¨¢cticas y sencillas que funcionaron bien para hacer y lanzar el Sputnik, que se construy¨® en pocos meses. Los rusos, cuando fueron informados, se sintieron muy orgullosos del logro de su pa¨ªs y los estadounidenses no se lo esperaban. "Fue una sorpresa y un choque emocional para la sociedad", dijo. Y sin este acontecimiento que ahora se celebra, coment¨®, no habr¨ªa habido carrera espacial ni programa Apolo que llev¨® al hombre a la Luna. Los estadounidenses tuvieron que asumir el desaf¨ªo r¨¢pidamente y con eficacia, lo que se materializ¨® en los a?os m¨¢s fruct¨ªferos de la carrera espacial, los 25 primeros. En opini¨®n de Tolyarenko, "en el ¨²ltimo cuarto de siglo no ha habido pr¨¢cticamente nada muy llamativo en el espacio".
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