Madrid, capital del teatro europeo

Cuatro maestros de la escena europea pasar¨¢n en poco tiempo por Madrid con motivo del Festival de Oto?o. Peter Brook, Luca Ronconi, Mathias Langhoff y Heiner Goebbels se convierten, as¨ª, en una aut¨¦ntica embajada de lujo en los escenarios espa?oles, en un momento en el que el p¨²blico vuelve a llenar las salas.

El patriarca Brook, cada vez m¨¢s sabio, m¨¢s esencial y m¨¢s transparente, ya es casi una figura felizmente habitual en nuestro paisaje. Se acabaron, parece ser, las grandes sagas, el cinemascope esc¨¦nico: ahora, el viejo maestro juega a contarnos lo m¨¢ximo con lo m¨ªnimo. F¨¢bulas africanas aparentemente leves y, en esta ocasi¨®n, una doble visita: Fragments, cinco textos breves de Beckett, santo patr¨®n de los esencialistas, y The grand inquisitor, cap¨ªtulo central¨ªsimo de Los hermanos Karamazov, con su eterno c¨®mplice Bruce Myers en el papel del cardenal que acusa a un Cristo reaparecido y silente.

Por su parte, Luca Ronconi, el gran maestro italiano, director del Piccolo desde 1999, presenta Il ventaglio, una de las piezas menos conocidas de Goldoni. Una detenida foto en sepia que cobra vida, y un abanico que, como la mariposa de la teor¨ªa del caos, acaba generando huracanes con su min¨²sculo aleteo. No se pierdan a la veteran¨ªsima Giulia Lazzarini como la se?ora Geltruda ni al portentoso Massimo de Francovich, un cruce de Tot¨® y Rafael Alonso, en el extraordinario papel del conde de Rocca Marina.

Langhoff, por su parte, trae Quartett, de Heiner M¨¹ller, su viejo "dramaturgo de cabecera" en el Berliner Ensemble. La se?ora de Merteuil es una reina de la C¨®medie, Muriel Mayette, y el pobre Valmont es Fran?ois Chattot, al que descubrimos, har¨¢ casi 20 a?os, en Avi?¨®n, en otro M¨¹ller dirigido por Langhoff, para mi gusto el mejor: La mission. Su retorno es una formidable noticia.

Heiner Goebbels, creador de un nuevo concepto de teatro musical y Schwarz auf weiss (Negro sobre blanco), pieza ideal para entrar de hoz y coz en su peculiar¨ªsimo universo. M¨¹ller comparece de nuevo, aqu¨ª como fantasma lector (su voz grabada recita Sombras, de Poe), pero el gran protagonista es el sonido en su m¨¢s completa y rotunda acepci¨®n, desde la partitura interpretada por el Ensemble Modern de Frankfurt hasta el canto melism¨¢tico del coro pasando por el l¨¢piz met¨¢lico que, colgando de un rotor, golpea en una lenta cascada de cadencias las cuerdas de un koto. Y, adem¨¢s, los deslumbrantes efectos teatrales.