Musharraf se blinda en el poder

El general Pervez Musharraf declar¨® ayer el estado de excepci¨®n en Pakist¨¢n, procediendo a la suspensi¨®n de la Constituci¨®n, al cierre de todas las emisoras de radio y televisi¨®n independientes, al despliegue de la polic¨ªa y el Ej¨¦rcito en las calles de la capital, Islamabad, y a la destituci¨®n del presidente del Tribunal Supremo, a cuyos magistrados puso bajo arresto domiciliario. La imposici¨®n del estado de excepci¨®n significa tambi¨¦n que los magistrados del pa¨ªs deber¨¢n prestar de nuevo juramento antes de reanudar sus funciones.

La ex primera ministra Benazir Bhutto, que regres¨® recientemente del exilio para dirigir su partido con vistas a las pr¨®ximas elecciones, se hallaba en Dubai y volvi¨® urgentemente a su casa de Karachi, la capital financiera de Pakist¨¢n. Bhutto conden¨® la decisi¨®n del general a la que calific¨® de "mini ley marcial".

En un discurso a la naci¨®n, tras decretar el estado de excepci¨®n, Musharraf fundament¨® su decisi¨®n en que el sistema judicial act¨²a en contra de los poderes Ejecutivo y Legislativo en la lucha contra el terrorismo y el extremismo, debilitando al Gobierno y obstaculizando la eficacia de su acci¨®n para eliminar estas amenazas. "Temo que si no se act¨²a a tiempo, la soberan¨ªa de Pakist¨¢n est¨¦ en peligro", afirm¨® tras subrayar que la crisis que vive el pa¨ªs se debe a "perturbaciones internas". Seg¨²n el presidente, la gravedad de la situaci¨®n ha evolucionado r¨¢pidamente. "El terrorismo y el extremismo est¨¢n en todo su apogeo", agreg¨® evocando la ¨²ltima oleada de atentados en los que han muerto 420 personas desde julio pasado.

La decisi¨®n de Musharraf tiene todas las caracter¨ªsticas de un intento desesperado de conservar su poder frente a la creciente oposici¨®n desarrollada por el Tribunal Supremo, los partidos pol¨ªticos y los islamistas radicales. El Supremo ten¨ªa previsto adoptar una resoluci¨®n en los pr¨®ximos d¨ªas sobre la legalidad de la reelecci¨®n de Musharraf el mes pasado como presidente de Pakist¨¢n.

Poco despu¨¦s de que las televisiones independientes fuesen clausuradas, docenas de polic¨ªas rodearon el edificio del Tribunal Supremo, a donde acudieron los magistrados para declarar inconstitucional el estado de excepci¨®n. Los militares rodearon el edificio, entraron dentro y ordenaron a los jueces firmar una "orden constitucional provisional" de la medida bajo amenaza de que quien no lo hiciera ser¨ªa destituido.

Al menos ocho de los 11 magistrados que se hallaban en el edificio del Supremo se negaron a firmar, entre ellos el presidente del alto tribunal, Iftijar Mohamed Chaudry, que fue destituido de forma fulminante y sustituido de inmediato por otro magistrado, Abdul Hamid Dogar. Los jueces quedaron bajo arresto domiciliario.

Chaudry fue suspendido tambi¨¦n el pasado marzo por el presidente Musharraf acusado de abuso de poder, pero volvi¨® a la presidencia del Supremo el pasado mes de julio despu¨¦s de las grandes manifestaciones de apoyo que se desarrollaron en todo el pa¨ªs y por sentencia de ese tribunal.

Destacados abogados paquistan¨ªes tambi¨¦n han sido objeto de represi¨®n. El presidente del Colegio de Abogados, Aitzaz Ahsan, que encabez¨® las protestas contra el general la pasada primavera, fue detenido por la polic¨ªa, junto con otros letrados, despu¨¦s de decir que los grupos de la oposici¨®n anunciar¨ªan ma?ana un programa de huelgas y manifestaciones a escala nacional. Ahsan, antes de su detenci¨®n, hab¨ªa acusado a Musharraf de "violaci¨®n criminal de la Constituci¨®n". Los analistas pol¨ªticos consideran que el estado de excepci¨®n supone de hecho la ley marcial, porque no hay ninguna provisi¨®n constitucional para tal situaci¨®n.