Con el sabor de lo antiguo
Spain Media Magazines edita la revista 'Esquire' en castellano
En la calle Almirante, un tranquilo rinc¨®n del viejo Madrid, a dos pasos del Caf¨¦ Gij¨®n y entre tiendas de moda y librer¨ªas de apacible atm¨®sfera. Esta zona de la ciudad, tras cuyas balconadas se intuyen pisos de altos techos y metros imposibles en estos d¨ªas de alza hipotecaria, tiene su sede Spain Media Magazines, un grupo editorial de reciente creaci¨®n... pero que quiere ser cl¨¢sico, antiguo, animado con un aire que recuerde a pel¨ªcula salida del Hollywood de los a?os cincuenta, a publicaci¨®n conservada en los cofres de madera de una silenciosa hemeroteca... la misma hemeroteca en la que se conservan los primeros ejemplares de Esquire, la primera revista para hombres que vieron los quioscos del mundo. Fundada en 1933 por la editora estadounidense Hearst Corporation, desde muy pronto sus p¨¢ginas fueron reflejo de las modas y tendencias de la ¨¦poca, todo ello sin perder de vista el valor de la informaci¨®n como instrumento de poder. En ella plasmaron sus textos algunos de los escritores norteamericanos m¨¢s importantes de la primera mitad del siglo XX: F. Scott Fitzgerald, William Faulkner, Tennessee Williams, Tom Wolfe, Truman Capote, Ernest Hemingway...
'Esquire' retrata el estilo de vida de un hombre de unos 30 a?os; interesado por el dinero, la pol¨ªtica y el poder, y con aspiraciones de liderazgo
El grupo plantea traer al mercado espa?ol versiones de algunas grandes publicaciones internacionales para que se puedan leer en castellano
Periodismo y negocio
Las d¨¦cadas fueron pasando; Esquire contin¨²o siendo referencia de lo que Truman Capote llam¨® nuevo periodismo, una corriente period¨ªstica que combina literatura e informaci¨®n; y ahora su edici¨®n en castellano ha llegado a los puestos de prensa de Espa?a y Latinoam¨¦rica. Andr¨¦s Rodr¨ªguez, un periodista que quiso ser editor y un editor que sigue siendo periodista -"despu¨¦s de haber trabajado durante 20 a?os en el periodismo, y de haber sido director de varias revistas, siempre me hab¨ªa rondado por la cabeza el sue?o, de ser editor. Siempre me hab¨ªa atra¨ªdo la idea de periodismo y negocio"-. Con grandes relaciones en el mundo internacional de la comunicaci¨®n -"traer la revista Rolling Stones a Espa?a y dirigirla me ense?¨® mucho acerca del funcionamiento de las editoras norteamericanas"-, Andr¨¦s Rodr¨ªguez se plantea fundar un grupo editorial al que alimentara el reto de traer a Espa?a -"donde el uso del ingl¨¦s a¨²n da problemas a una gran parte de la poblaci¨®n"- grandes publicaciones internacionales que se pudieran leer en castellano. Consumo, sociedad, pol¨ªtica, deporte, sexo... Pasando las p¨¢ginas de Esquire, el lector enseguida capta que la revista retrata un estilo de vida hecho a la medida de un hombre de entre 30-40 a?os; urbanita; interesado por el dinero, la pol¨ªtica y el poder; con aspiraciones o posici¨®n de liderazgo...
Nada m¨¢s atravesar el dintel del piso en el que Esquire tiene su redacci¨®n y Spain Media Magazines su sede social, se percibe una atm¨®sfera especial distinta. El lugar no es un piso... pero tampoco es una oficina. Muy luminoso, con una amplia cocina en la que las 11 personas que trabajan aqu¨ª pueden prepararse la comida... El espacio huele a contracorriente, a transgresi¨®n -"estamos aqu¨ª para hacer dinero haciendo revistas distintas, con una motivaci¨®n intelectual determinada. Si s¨®lo quisi¨¦ramos ganar dinero, habr¨ªamos invertido en otro tipo de negocio"-. As¨ª, cuando en Spain Media decidieron adaptar Esquire al lector espa?ol -"al medio mill¨®n de lectores potenciales que creemos tener"- lo primero que se plante¨® fue encontrar respuesta a la pregunta: ?period¨ªsticamente tenemos algo que contar? La respuesta fue que s¨ª... aunque para ello hab¨ªa que buscar a un cliente minoritario al que no le importara pagar algo m¨¢s por una revista que pesa 600 gramos, emplea tintas especiales, encuaderna 240 p¨¢ginas...
Lectores potenciales
Claro, que el modo de pensar del potencial lector nada tiene que ver con su equivalente en los otros 14 pa¨ªses -"desde China a la Rep¨²blica Checa, pasando por Estados Unidos, Turqu¨ªa y Pa¨ªses Bajos"- en los que diferentes ediciones de la publicaci¨®n ven la luz. A la mesa de redacci¨®n de la calle Almirante llegan todos los contenidos publicados en Esquire mundialmente -"en realidad actuamos como una especie de filtro. Aqu¨ª elegimos los que mejor se adaptan al modelo espa?ol y a?adimos producci¨®n propia"-.
Siempre con todas las puertas del piso abiertas, redactores, editores y fot¨®grafos est¨¢n d¨¢ndole los ¨²ltimos toques al n¨²mero del mes, pero apenas dejan transmitir prisa, premura -"intentamos trabajar de un modo cuasi artesanal... aunque aprovechando al m¨¢ximo las ventajas que nos aportan las nuevas tecnolog¨ªas. Eso s¨ª, poni¨¦ndolas a nuestra disposici¨®n... y no al rev¨¦s"-. O dicho de otro modo, se aprovechan de los nuevos medios, como la inmediatez que permite, por ejemplo, negociar en 30 segundos derechos fotogr¨¢ficos con alguien que vive en la otra esquina del planeta.
As¨ª es como, cada mes, se ir¨ªa levantando Esquire... y de parecida forma lo ir¨¢n haciendo otras publicaciones que piensa sacar Spain Media... as¨ª, ti?endo el viejo periodismo con las tendencias y tecnolog¨ªas de hoy, de ma?ana.
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