IG Metall renueva su c¨²pula para dar un giro modernizador
El sindicato alem¨¢n apuesta por el pragmatismo
El IG Metall alem¨¢n, con 2,3 millones de afiliados el mayor sindicato del mundo, concluy¨® este fin de semana en Leipzig su 21? congreso tras haber elegido para nuevo presidente a Berthold Huber que est¨¢ considerado un modernizador. Huber, de 57 a?os, consigui¨® un 92,6% de los votos de 499 delegados, el mejor resultado de un presidente del IG Metall en los ¨²ltimos 35 a?os. Los sindicalistas metal¨²rgicos acogieron sin grandes protestas el discurso de la canciller democristiana Angela Merkel que les advirti¨® de que su gobierno no dar¨¢ marcha atr¨¢s en su programa de recortes sociales.
Una dosis de pragmatismo parece haberse impuesto en el IG Metall, tras los cuatro a?os de presidencia del saliente J¨¹rgen Peters, de 63 a?os, un sindicalista tradicionalista al que el diario izquierdista berlin¨¦s Die Tageszeitung llam¨® Stalin en una cr¨®nica. Esto le supuso al peri¨®dico la retirada de la acreditaci¨®n a su enviado especial al congreso.
Comparado con la desuni¨®n de hace cuatro a?os con la pugna por la presidencia entre el ahora saliente Peters y el entrante Huber, el congreso de Leipzig fue una balsa de aceite. El sindicato m¨¢s poderoso parece haber captado los signos de los tiempos tras haber sufrido en 2003 una fuerte derrota en la huelga por las 35 horas semanales en el este de Alemania. Como una espada de Damocles pesa sobre el sindicalismo la amenaza empresarial de marcharse con la m¨²sica a otra parte: cerrar la f¨¢brica y establecerse a s¨®lo 100 kil¨®metros de distancia en Polonia o la Rep¨²blica Checa con salarios y costos laborales muy inferiores a los de Alemania. El IG Metall y los otros sindicatos no tienen una respuesta adecuada a esta amenaza, pero con la elecci¨®n de Huber parece haber optado por una l¨ªnea de pragmatismo que se lee entre los renglones de su discurso principal estos d¨ªas en Leipzig. Sostiene Huber, que tuvo una educaci¨®n cat¨®lica estricta, que la jornada de 35 horas no es una custodia de las que se usan para transportar la sagrada hostia. A?adi¨® en su discurso, sin renunciar a la reivindicaci¨®n, conseguida a base de luchas en los convenios colectivos en el pasado, que las 35 horas semanales son hoy d¨ªa una ficci¨®n porque la media real de 39, 9 horas.
El nuevo presidente tendr¨¢ que afrontar la crisis de afiliaci¨®n del sindicato. Cada a?o se jubilan entre 40.000 y 50.000 metal¨²rgicos y s¨®lo ingresan 20.000 j¨®venes. El IG Metall ha perdido un mill¨®n de afiliados desde 1992 hasta hoy. La elecci¨®n de Huber ha tenido una buena acogida en la prensa conservadora m¨¢s favorable a los intereses empresariales.
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