Un jurista comprometido con su tiempo
Con el fallecimiento del profesor Julio Diego Gonz¨¢lez Campos (Alcal¨¢ de Guadaira, 1932), tras una larga y penosa enfermedad, el colectivo de internacionalistas espa?oles se ha visto despojado del omnipresente magisterio de su representante indiscutido a lo largo de m¨¢s de 40 a?os.
Durante todos los d¨ªas de su vida hab¨ªa puesto una especial atenci¨®n por educarse a s¨ª mismo y por transmitir a los dem¨¢s su saber, con una disciplina y una dedicaci¨®n que le ha convertido en uno de los puntales indiscutibles y m¨¢s conspicuos de la ciencia espa?ola del Derecho en su m¨¢xima expresi¨®n. Pero tambi¨¦n ha sido el punto de referencia constante de la doctrina del Derecho Internacional p¨²blico y del Derecho Internacional privado del ¨²ltimo tercio del siglo XX.
Su actividad docente e investigadora, la amplitud de sus preocupaciones, expresada en una importante y densa obra cient¨ªfica que ha pasado a ser referencia obligada en nuestra ciencia jur¨ªdica, su vocaci¨®n docente y formativa, productora de un ampl¨ªsimo n¨²mero de excelentes disc¨ªpulos desde la llamada "nueva escuela de Oviedo", con los profesores Luis Ignacio S¨¢nchez Rodr¨ªguez y Paz Andr¨¦s al frente, su entusiasmo universitario y cient¨ªfico y su generosidad han configurado un atractivo personal que lo han hecho inolvidable a cuantos con ¨¦l han vivido y colaborado tanto en Espa?a como en el extranjero. Y ello en una ¨¦poca en que tantas cosas provienen del resentimiento y donde la generosidad intelectual se suele considerar como parte de una patolog¨ªa.
Con independencia del car¨¢cter polifac¨¦tico de la actividad de Julio Gonz¨¢lez Campos a lo largo de su fecunda vida: rector de la Universidad Aut¨®noma de Madrid, magistrado del Tribunal Constitucional, miembro activo del Consejo de Universidades, representante de Espa?a en numerosas conferencias internacionales, y jurista incansable en diversos contenciosos fronterizos ante la Corte Internacional de Justicia, de la que lleg¨® a ser juez ad hoc, nunca renunci¨® a su condici¨®n de universitario y de maestro. En su breve paso por la pol¨ªtica, como candidato independiente al Congreso por Asturias por el Partido Comunista de Espa?a en las dos primeras elecciones democr¨¢ticas y a lo largo de su presencia en la vida p¨²blica, sobre todo en el Tribunal Constitucional, un rasgo a destacar de su persona fue su comprometida independencia: nunca lo domin¨® la pol¨ªtica partidista y por esta raz¨®n pudo mantener una actitud coherente capaz de opinar, aconsejar y criticar sin sectarismo alguno.
El profesor Gonz¨¢lez Campos, al igual que muchos de sus coet¨¢neos de la "generaci¨®n del 56", como Juan Antonio Carrillo Salcedo o Roberto Mesa, siempre ha sido un intelectual comprometido con el tiempo que le ha correspondido vivir. Comprometido en la lucha contra la dictadura en cualquiera de sus formas, contra las injusticias econ¨®micas y sociales y a favor de todo lo que fuera afirmar la libertad y la dignidad de todos los seres humanos. Ha sabido transmitir su permanente preocupaci¨®n por la b¨²squeda de la paz y de la libertad, porque su coherencia intelectual, apoyada en su integridad, le condujeron siempre a compartir sus anhelos de justicia y de libertad con los alumnos despertando su conciencia ante una sociedad internacional injusta que se manifest¨® en escenarios tan dolorosos como el S¨¢hara Occidental, Palestina, Vietnam, Latinoam¨¦rica y tantos otros pa¨ªses del llamado Tercer Mundo.
Y a lo largo de su dedicaci¨®n a la Universidad, el profesor Gonz¨¢lez Campos ha proyectado con entusiasmo su concepci¨®n de la instituci¨®n como servicio p¨²blico. Las pautas que inspiraron su conducta fueron la dedicaci¨®n al trabajo, la calidad en la docencia y el rigor, la reflexi¨®n cr¨ªtica y la exhaustividad en la investigaci¨®n; es decir, un conjunto de actividades cuyo resultado fue un buen hacer, que no es otra cosa que el dominio del arte.
Hace pocos a?os, casi un centenar de amigos le rindieron una obra homenaje llamada: El profesor Gonz¨¢lez Campos y el arte de la paz. Este t¨ªtulo resume mejor que nada su trayectoria profesional y humana.
Jos¨¦ Carlos Fern¨¢ndez Rozas, catedr¨¢tico de Derecho Internacional privado de la Universidad Complutense de Madrid.
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