El epicentro de la C¨¢bala
Regreso a las aljamas de Segovia, ?vila y Toledo, capitales de Sefarad
Para celebrar una fiesta en Espa?a, cualquier motivo es bueno, incluso el que dio origen a la Catorcena. Todos los a?os, desde hace m¨¢s de 500, los segovianos conmemoran el chasco que se llevaron en 1410 unos jud¨ªos que pretend¨ªan profanar una hostia en la sinagoga Mayor, y fue que, al arrojarla a un caldero hirviente, la sagrada forma sali¨® volando como si, en lugar de agua, aqu¨¦l contuviese Red Bull. Semejante patra?a, por burda que hoy nos parezca, bast¨® para enviar a los acusados al pat¨ªbulo y para que la sinagoga fuese expropiada. Lo que no pod¨ªan prever los autores del bulo es que aquella sinagoga, rebautizada como iglesia del Corpus Christi, sobrevivir¨ªa hasta nuestros d¨ªas conservando su bella traza -tres naves delimitadas por arcos de herradura que se apoyan sobre columnas octogonales con capiteles de pi?as y roleos-, para gloria inmarcesible de sus constructores jud¨ªos.
SEGOVIA
La de Segovia era, seg¨²n los expertos en juder¨ªas, la m¨¢s importante que hab¨ªa en el reino en v¨ªsperas de la expulsi¨®n de 1492. Lleg¨® a tener siete sinagogas, dos carnicer¨ªas, dos escuelas, un horno, un hospital... La mayor parte de su poblaci¨®n se concentraba en una docena de callejuelas entre la actual catedral y la muralla sur: muchos eran artesanos y peque?os comerciantes, pero hab¨ªa tambi¨¦n personajes tan conocidos y forrados como el financiero Abraham Seneor, cuya casa estaba valorada en un mill¨®n de maraved¨ªes, cuando lo normal en aquel entonces es que no pasaran de 15.000.
Desde la antigua sinagoga Mayor se baja raudo por la calle de la Juder¨ªa Vieja a la casa en cuesti¨®n. Un patio de columnas con galer¨ªa de madera ilumina la mansi¨®n del jud¨ªo que m¨¢s trato tuvo con los Reyes Cat¨®licos, a tal extremo que lleg¨® a ser miembro del consejo real, algo as¨ª como ministro. Luego la casa fue propiedad de Andr¨¦s Laguna -m¨¦dico de Carlos V y traductor del Diosc¨®rides- y ahora alberga el Centro Did¨¢ctico de la Juder¨ªa.
Otro lugar con miga jud¨ªa es la puerta de San Andr¨¦s, la principal de las nueve con que contaba la aljama, desde cuyo adarve se domina un panorama de tejados que apenas ha variado desde el siglo XV. Muy cerca, en la bajada de la Hontanilla, un moj¨®n con la estrella de David se?ala el inicio de un paseo que conduce, cruzando el r¨ªo Clamores, hasta el pinar donde est¨¢n excavadas las fosas antropomorfas y las c¨¢maras hipogeas del cementerio hebreo. Seg¨²n las cr¨®nicas, aqu¨ª se congregaron muchos jud¨ªos segovianos al rayar el verano de 1492. Luego, todos juntos, abandonaron su ciudad y su patria, Sefarad.
?VILA
Comparada con la de Segovia, la juder¨ªa de ?vila es pobre en restos arquitect¨®nicos. La raz¨®n de esto es que los jud¨ªos viv¨ªan revueltos y en paz con los cristianos, dedicados a sus tiendas y sus artesan¨ªas -sobre todo, la del cuero-, sin formar una oligarqu¨ªa financiera ni un barrio aparte, y no fue hasta 1480, a ra¨ªz del decreto de segregaci¨®n dictado por las Cortes de Toledo, cuando se les oblig¨® a concentrarse en el extremo suroccidental del recinto amurallado, junto al postigo de la Malaventura, que para ellos ciertamente lo fue, pues no lejos estaban las tener¨ªas.
Pegado a dicha puerta, intramuros, se halla el jard¨ªn de Mos¨¦ de Le¨®n, donde una inscripci¨®n recuerda al sabio hebreo que, tras establecerse en ?vila hacia 1290, escribi¨® el Zohar o Libro del esplendor, la obra principal de la C¨¢bala o pensamiento m¨ªstico-filos¨®fico del juda¨ªsmo; de ah¨ª, el protagonismo que la ciudad tendr¨ªa en lo sucesivo en la vida espiritual de la Espa?a jud¨ªa. Se da la coincidencia de que, tres siglos m¨¢s tarde, surgir¨ªa en ?vila otra figura cumbre del misticismo, en este caso cristiana: Teresa de Jes¨²s.
Los interesados en rastrear los sinuosos caminos, empedrados de met¨¢foras deslumbrantes, que siguieron Mos¨¦ y Teresa para fundirse con la divinidad, tienen una cita en la siguiente puerta de la muralla, tirando hacia naciente, donde se alzan, a pocos pasos el uno del otro, el Centro de Interpretaci¨®n del Misticismo, ¨²nico sobre tal asunto que existe en Europa, y el convento-casa-museo-relicario de la santa, la cual, para m¨¢s coincidencia con Mos¨¦ de Le¨®n, era nieta de un jud¨ªo converso procedente de Toledo.
De las tres sinagogas que hubo en ?vila se conservan la portada de la de Don Samuel, en la calle Pocillo, y algunos robustos muros de la de Belforad, que afloran en las habitaciones del hotel La Sinagoga, en la calle de los Reyes Cat¨®licos, entre pedruscos que durante siglos escucharon la salmodia de los rabinos. En esta ¨²ltima calle, la antigua Cal de Andr¨ªn, gustaban los jud¨ªos de abrir sus negocios. Todo ello, a la sombra de una catedral que, no hay que olvidarlo, ayudaron a levantar con sus impuestos, pues en 1176 Alfonso VIII concedi¨® al obispo Sancho un tercio de las rentas que recib¨ªa en concepto de portazgos y pechos de jud¨ªos.
TOLEDO
De ?vila nos vamos, deshaciendo el camino que anduvo el abuelo de santa Teresa, a Toledo. Y entramos por la puerta del Cambr¨®n o de los Jud¨ªos (Bab al Yahud), la cual daba acceso a la zona m¨¢s antigua de la juder¨ªa, localizada en la esquina occidental de la ciudad, sobre el puente de San Mart¨ªn. Es una puerta poco frecuentada por los turistas, a la que los rayos del primer sol, col¨¢ndose de refil¨®n en su cuerpo de guardia y reverberando en las mil chapas que guarnecen sus portones, le dan un aire rom¨¢ntico, muy misterioso y prometedor; adem¨¢s, tiene la ventaja de que conduce a la calle de los Reyes Cat¨®licos, donde se yerguen los dos monumentos m¨¢s representativos del Toledo jud¨ªo: la sinagoga de Santa Mar¨ªa la Blanca -blanca y curvil¨ªnea como una paloma, del mismo estilo que la sinagoga Mayor de Segovia-, y la del Tr¨¢nsito, sede del excepcional Museo Sefard¨ª, un pregonero infatigable de la cultura jud¨ªa como no lo goza ning¨²n otro de los pueblos que pasaron por la Pen¨ªnsula.
Quien tuvo, retuvo. La juder¨ªa de Toledo tuvo 10 sinagogas y cinco casas de estudio, palacios como el de Samuel Lev¨ª y viviendas m¨¢s modestas para sus casi 4.000 vecinos, adem¨¢s de escuelas, zocos, orfanatos, carnicer¨ªas, tiendas, hornos, ba?os, dos fortalezas y una cerca que abarcaba la d¨¦cima parte del entramado urbano.
Genuinamente medieval es el sabor de calles como la del ?ngel, con su arco-pasadizo, o como la de la Juder¨ªa, a espaldas de Santa Mar¨ªa la Blanca, donde nunca lleg¨® la plaga de las tiendas de recuerdos, con sus espaditas para pinchar olivas.
Una calle especialmente sugeridora, en la que los grupos de turistas no entran, es la Traves¨ªa del Arquillo, frente al monasterio de San Juan de los Reyes. Aqu¨ª, el arco del Jud¨ªo, de ladrillo, en forma de herradura, recuerda las puertas con que se cerraba el barrio al caer la noche. Y recuerda tambi¨¦n que, en 1391, los cristianos las forzaron y, al igual que estaba ocurriendo en otras partes del reino, cometieron toda clase de violencias contra sus vecinos hebreos.
La juder¨ªa de Toledo, a partir de entonces, no volver¨ªa a ser la misma. Comenzaron las falsas conversiones, las migraciones a otras ciudades m¨¢s seguras, la dispersi¨®n. Un siglo despu¨¦s, ya no ser¨ªa m¨¢s que un recuerdo agridulce, al igual que Sefarad.
GU?A PR?CTICA
Comer
- El Fog¨®n Sefard¨ª (921 46 62 50). Segovia. Recetas tradicionales de los jud¨ªos castellanos. Unos 30 euros.
- Juder¨ªa (921 46 14 02). Segovia. Platos t¨ªpicos segovianos, ¨¢rabes y sefard¨ªes. Entre 15 y 20 euros.
- La Perdiz (925 25 29 19). Toledo. Un cl¨¢sico de la cocina regional. 30 euros.
Dormir
- La Casa Mud¨¦jar (921 46 62 50). Segovia. En plena juder¨ªa, con artesonados del siglo XV. La habitaci¨®n doble, desde 60 euros.
- La Sinagoga (920 35 23 21). ?vila. La doble, entre 74 y 85 euros.
- San Juan de los Reyes (925 28 35 35). Toledo. Cerca de las sinagogas. La habitaci¨®n doble, de 84 a 140 euros.
Visitas guiadas
- Evocarte (www.evocarte.es; 925 25 15 94). Paseos por la juder¨ªa de Toledo, conciertos de m¨²sica sefard¨ª y degustaci¨®n de la cocina sefard¨ª.
Informaci¨®n
- Red de Juder¨ªas de Espa?a (972 41 41 46; www.redjuderias.org).
- Centro de Visitantes de ?vila (902 10 21 21; www.avilaturismo.com).
- Turismo de Segovia (921 46 67 20; www.turismodesegovia.com).
- Turismo de Toledo (925 25 40 30; www.toledosefarad.org).
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