Un retrato extraordinario
Es una gran satisfacci¨®n para el Museo de Bellas Artes de Bilbao, en el a?o de su primer centenario, poder recibir en sus salas una pintura tan extraordinaria, como es La marquesa de Santa Cruz, de Francisco de Goya, cedida por el Museo Nacional del Prado. Este pr¨¦stamo excepcional ser¨¢ posible gracias a la generosidad del director del Museo del Prado y de su patronato, que han aceptado la cesi¨®n.
La llegada de La marquesa de Santa Cruz coincidir¨¢ con la fecha de creaci¨®n del Museo hace cien a?os, en octubre de 1908, y permanecer¨¢ expuesta al p¨²blico hasta mediados de diciembre. A la fortuna de contar con esta pintura en fecha tan se?alada para el Museo de Bellas Artes de Bilbao, se suma al hecho de que esta obra se encontraba en Bilbao desde 1941 en la colecci¨®n de F¨¦lix Vald¨¦s. Fue adquirida por El Prado en 1986.
Esta magn¨ªfica pintura sobre lienzo, de 207,9 por 124,7 cent¨ªmetros, fue pintada por Goya en 1805, cuando el artista, instalado en Madrid, mostraba un dominio absoluto de su t¨¦cnica pict¨®rica y hab¨ªa alcanzado un puesto privilegiado como retratista y pintor de corte. La sordera que padec¨ªa y que le aisl¨® del mundo que le rodeaba influy¨® a la hora de penetrar en la psicolog¨ªa de sus personajes, captada con acentuada sensibilidad. Esto se hace evidente en este bello retrato de Do?a Joaquina T¨¦llez-Gir¨®n y Pimentel, hija de los duques de Osuna y marquesa de Santa Cruz por su matrimonio en 1801 con don Jos¨¦ Gabriel de Silva y Walstein. Ten¨ªa veinti¨²n a?os y era una de las mujeres m¨¢s admiradas de su tiempo y amiga de poetas y literatos.
La marquesa de Santa Cruz, representada como musa de la Poes¨ªa Amorosa -en clara referencia a sus aficiones po¨¦ticas y musicales-, es un exponente de la maestr¨ªa de Goya. El pintor nos ofrece adem¨¢s su visi¨®n del Neoclasicismo mediante la elegante figura femenina que luce sobre su cabeza una corona dorada compuesta de vid y uvas, y un vestido de gasa blanca estilo imperio. En la obra, admirables y sutiles transparencias se combinan con la sabia interpretaci¨®n de tonos de la gama crom¨¢tica para ofrecernos un resultado espectacular, del que podremos disfrutar durante unos meses en nuestro museo.
Ana S¨¢nchez-Lassa de los Santos es conservadora del Museo de Bellas Artes de Bilbao.
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