La vieja guardia resiste en Cuba
La perpetuaci¨®n de los cargos del r¨¦gimen desbarata el cambio generacional - El encumbramiento de Ram¨®n Machado responde a la voluntad de Fidel Castro
Ayer fueron elegidos el presidente, el primer vicepresidente, cinco vicepresidentes, el secretario y los 24 restantes miembros del Consejo de Estado, el m¨¢ximo ¨®rgano de poder en Cuba cuando la Asamblea Nacional no est¨¢ reunida. Pero cuando faltaba una hora para votar, nadie sab¨ªa cu¨¢les eran los dirigentes que ocupar¨ªan las principales responsabilidades y la mayor¨ªa de los diputados consultados por este diario daban por seguro a Lage como primer vicepresidente.
Al final, la c¨²pula del Consejo de Estado qued¨® integrada por Ra¨²l Castro y Machado Ventura, mientras que el resto de las vicepresidencias las ocupaban tres hist¨®ricos -el comandante Juan Almeida Bosque, de 81 a?os; el ministro del Interior, Abelardo Colom¨¦, de 68; y el vicepresidente de las Fuerzas Armadas, Julio Casas Regueiro, de 72, responsable de las actividades econ¨®micas de las empresas militares-. Se mantienen como vicepresidentes dos miembros de la generaci¨®n intermedia, el propio Lage, de 57, y Esteban Laz¨®, de 63 a?os, integrante el Bur¨® Pol¨ªtico. De secretario del Consejo de Estado sigue en su puesto otro hist¨®rico, el m¨¦dico Jos¨¦ Miyar Barrueco.
"Hay que contar con Fidel para todo", dice Ra¨²l Castro
No ha habido pr¨¢cticamente ning¨²n cambio: la salida de Fidel, que no es poco, el ascenso del general Casas Regueiro [a quien el nuevo presidente nombraba anoche ministro de Defensa, seg¨²n inform¨® France Presse] y el encumbramiento de Machado Ventura, compa?ero de Castro desde el alzamiento contra la dictadura de Batista y su fiel colaborador durante todos estos a?os. Hasta tal punto fiel que cuando deleg¨® poderes el 31 de julio de 2006 debido a una grave enfermedad, el mandatario lo design¨® miembro del equipo que ayudar¨ªa a gobernar a Ra¨²l Castro.
La se?al de que no habr¨ªa sorpresas en la nueva Asamblea Nacional, sino continuismo, lleg¨® temprano. El miembro del Bur¨® Pol¨ªtico Ricardo Alarc¨®n, de 70 a?os, fue ratificado en sus cargos en la primera votaci¨®n del d¨ªa. Tambi¨¦n el vicepresidente del Parlamento, Jaime Crombet, fue reelegido. Alarc¨®n, con una vasta experiencia diplom¨¢tica y principal experto en relaciones con EE UU, lleva tres legislaturas ocupando el mismo puesto y se le identifica como un hombre muy cercano al pensamiento de Fidel. Esta semana circularon rumores de que podr¨ªa ser sustituido por un dirigente m¨¢s joven con el prop¨®sito de dar una nueva imagen en el Parlamento, pero no fue as¨ª.
La Asamblea Nacional tiene funciones legislativas y de fiscalizaci¨®n, y se re¨²ne en dos periodos ordinarios, de uno o dos d¨ªas cada vez. El resto del tiempo queda representada por el Consejo de Estado, que por ser una autoridad de funcionamiento permanente es fundamental, ya que emite m¨¢s decretos-leyes que leyes aprueba el Parlamento. Adem¨¢s, seg¨²n la Constituci¨®n, es el m¨¢ximo representante del Estado y su presidente, que es a la vez presidente del Consejo de Ministros, nombra a los ministros y embajadores.
Mientras Fidel Castro estuvo en plenitud de sus funciones, el Consejo tuvo una importancia relativa, ya que el modo de gobernar del l¨ªder comunista, siempre apoy¨¢ndose en un reducido n¨²mero de colaboradores y gui¨¢ndose por su instinto pol¨ªtico, hac¨ªa que muchos asuntos y decisiones se tomaran sin salir de su despacho. Sin embargo, con el nuevo Gobierno se esperaban cambios. Ra¨²l Castro, proclive al gobierno colectivo y al reparto de funciones se ha declarado varias veces partidario de favorecer el relevo generacional cuando todav¨ªa siguen en activo cuadros de la vieja guardia.
Ayer, el diario Juventud Rebelde, ¨®rgano de la Juventud Comunista, sali¨® al paso a lo publicado estos d¨ªas en la prensa internacional sobre el cambio en Cuba y las posibles reformas que se introducir¨¢n. En un art¨ªculo titulado Aclaraciones necesarias para tontos globales, el diario admite que en la isla habr¨¢ reformas, pero advierte que "lo que se cambia, cu¨¢ndo se cambia y c¨®mo se cambia es asunto exclusivo de quienes hicieron la Revoluci¨®n y de los que hoy la mantienen viva".
"No esperen ni siquiera cort¨¦s audiencia quienes busquen otra cosa. Ni siquiera explicaciones sobre lo que planeamos cambiar o no", afirma el diario en un art¨ªculo firmado por Pablo Valiente, una firma poco habitual en la prensa cubana que cuando aparece es para lanzar mensajes de l¨ªnea. Tan de l¨ªnea, que expone claramente la pol¨ªtica oficial del Gobierno hacia la comunidad internacional, y especialmente hacia EE UU, en estos momentos cruciales.
"Lo que ocurra en Cuba, la velocidad y la naturaleza de los sucesos, no depender¨¢ para nada de la actitud de las autoridades norteamericanas", afirma el diario, que reitera el ofrecimiento hecho tres veces por Ra¨²l de sentarse a negociar con EE UU.
"No actuamos movidos por esperas y anhelos ajenos. Obedecemos a intereses y ritmos propios. No necesitamos asesores para decidir sobre nuestro destino futuro, como no los necesitamos para hacer la Revoluci¨®n y defenderla". En una aparente respuesta al aspirante dem¨®crata a la Casa Blanca Barack Obama, quien ofreci¨® sentarse a dialogar con Ra¨²l Castro tras conocer la renuncia de Fidel, Rebelde afirma: "No ofrezcan rupturas ni di¨¢logos condicionados. Aqu¨ª somos edificadores de consensos y de unidad (...) Quien quiera d-i-a-l-o-g-a-r con Cuba, apr¨¦stese a hacerlo de a igual".
Como Juventud Rebelde, dos conceptos manej¨® Ra¨²l Castro en su discurso de investidura: Fidel sigue siendo el l¨ªder indiscutible de la revoluci¨®n, y cambios s¨ª, pero para hacer eficiente el socialismo. Dicho esto, las reformas econ¨®micas van, aunque a ritmo cubano.
El sucesor
- Ra¨²l es, a sus 76 a?os, el m¨¢s joven de los tres hermanos Castro. Qued¨® viudo el a?o pasado.
- Particip¨® desde sus inicios en la revoluci¨®n cubana.
- Convirti¨® a las Fuerzas Armadas Revolucionarias en un ej¨¦rcito moderno y poderoso.
- Cuando desapareci¨® la Uni¨®n Sovi¨¦tica convenci¨® a su hermano para que abriera los mercados libres campesinos.
- Hace pocos meses declar¨® que para preservar la revoluci¨®n, cambiar¨¢ lo que tenga que cambiar en lo econ¨®mico.
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