Ensayo general con todo
A tenor de lo visto, a los que demandaban debates electorales se les podr¨ªa aplicar aquello que dec¨ªa Santa Teresa de las plegarias, que a veces se derraman m¨¢s l¨¢grimas por las atendidas que por las no escuchadas. A los debates le pasa lo mismo que a las relaciones sexuales en ambientes de represi¨®n: la falta de pr¨¢ctica y el exceso de ansia convierten un acto que deber¨ªa ser normal y gozoso en un trance que no est¨¢ a la altura de las expectativas. El debate Zapatero-Rajoy fue una excelente ocasi¨®n para que, en un par de horas, alguien que haya estado ausente o catal¨¦ptico los ¨²ltimos cuatro a?os se pusiese al d¨ªa de lo ocurrido en toda la legislatura pasada. El encuentro de ayer entre Touri?o, Quintana y Feijoo, ha sido un adelanto de lo que se debatir¨¢ en las elecciones gallegas del pr¨®ximo a?o. En uno y otro caso, habr¨¢ de esperar propuestas para cuando est¨¦n m¨¢s entrenados.
El 'minuto de oro' del debate ser¨ªa el de la demanda de Feijoo de m¨¢s autogobierno
El hist¨®rico -como no se cansaron de repetir los organizadores- debate de San Francisco fue un tanto peculiar desde su concepci¨®n, porque los participantes no se presentan, y adem¨¢s no debatieron cuando s¨ª se presentaron. Pero, para darle la raz¨®n a los presentadores, s¨ª fue hist¨®rico, porque fue el primero conseguido de cinco intentos fallidos en tres a?os, seg¨²n desgran¨® el l¨ªder del BNG, que lleva la cuenta porque se present¨® a todos. Ayer se llev¨® a cabo porque ninguno de los tres representantes de las fuerzas parlamentarias ten¨ªa demasiado que perder. Touri?o, que nunca logr¨® debatir con Fraga, y nunca ha accedido a que debatan con ¨¦l sus oponentes, porque pudo foguearse en un partido en el que no arriesgaba casi nada. Feijoo, en su doble condici¨®n de fiel ejecutor de las consignas de G¨¦nova, y a la vez poseedor de una imagen de renovador, porque si el 9M sale mal no lo cuestionar¨¢n a un a?o de las auton¨®micas, y si sale bien estar¨¢ a la derecha (es un decir) del Padre. En todo caso, ha salido en la tele, que es de lo que se trata, sobre todo porque nunca ha sido candidato a presidente. Ninguno de los dos tendr¨¢ que asumir, para bien o para mal, la paternidad de los resultados en el conjunto del Estado. Quintana s¨ª que tiene que apechugar en solitario sin despejar el bal¨®n hacia arriba, en caso de que los resultados sean malos.
El formato escogido, con una administraci¨®n de tiempos que parec¨ªa importada del baloncesto, coartaba a Touri?o, que es un hombre de discurso largo, aunque no emple¨® ni un segundo del tiempo que dispon¨ªa en criticar al BNG. Asumir la faceta optimista y ser el representante del "todo va bien" no es precisamente el papel m¨¢s agradecido en un debate pol¨ªtico, pero lo desempe?¨® dignamente. El baile de turnos tampoco permiti¨® a Feij¨®o desplegar su reconocida capacidad de sacar de quicio a sus oponentes, y fue quien mejor esgrimi¨® gr¨¢ficos y recortes de prensa y tambi¨¦n el que mejor uso hizo de esa arma dial¨¦ctica consistente en disparar hacia la misma diana: el AVE. Quintana si aprovech¨® la ventaja de poder reprochar a dos manos que los grandes partidos se acuerdan de Galicia cuando truena, y como bot¨®n de muestra, la foto de la manifestaci¨®n de Nunca M¨¢is en Madrid.
Posiblemente, el minuto de oro del debate ser¨ªa el compuesto por la demanda de Feijoo de m¨¢s autogobierno, el desmentido de Touri?o a la afirmaci¨®n del l¨ªder del PP gallego de que hab¨ªa un acuerdo con los socialistas sobre el Estatuto y la iron¨ªa de Quintana sobre que la influencia determinante de "ese predicador radiof¨®nico" en la estrategia pol¨ªtica de los conservadores. Como ensayo del debate que deber¨ªa haber el a?o que viene por estas fechas, no estuvo mal. Sobre el resultado, como dec¨ªa Adenauer, "en pol¨ªtica, lo importante no es tener raz¨®n, sino que se la den a uno".
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