El pleito m¨¢s largo, y lo que le queda a¨²n...
30 a?os despu¨¦s de la estafa de Promocisa, el Supremo condena a los acusados
Llegar al final de un pleito que se prolonga ya casi 30 a?os -y lo que a¨²n le queda- no ha sido f¨¢cil para los 3.000 afectados de la macroestafa inmobiliaria de Promocisa. El Tribunal Supremo, tres d¨¦cadas despu¨¦s de estallar el esc¨¢ndalo, acaba de dictar una sentencia condenatoria por apropiaci¨®n indebida y falsedad contra los tres inculpados de un litigio que, hoy por hoy, es el m¨¢s antiguo y largo de la reciente historia de Espa?a. Por fin ya hay sentencia firme, pero lo crucial sigue en el aire: ahora queda ejecutar la sentencia, que las v¨ªctimas sean resarcidas. M¨ªnimo, y con suerte, faltan dos a?os m¨¢s para que cobren las indemnizaciones.
El caso Promocisa se desat¨® en las postrimer¨ªas del desarrollismo espa?ol, mediados de los setenta. Tras captar los ahorros de unos 3.000 madrile?os, esta inmobiliaria quebr¨® y dej¨® paralizados gigantescos proyectos urban¨ªsticos en Madrid capital y en las localidades de M¨®stoles, Torrej¨®n de Ardoz y Collado Villalba. El Supremo ha apreciado en los tres encausados, directivos de Promocisa encabezados por una mujer que actualmente tiene m¨¢s de 80 a?os, la atenuante de dilaci¨®n judicial indebida (por la enorme lentitud del proceso).
Los afectados adelantaron entre uno y tres millones de pesetas -de las de entonces- por la compra de una casa. Promocisa, en lugar de levantar las casas, invirti¨® el dinero de las letras en suelo y en pagar a proveedores. Al ver que la inmobiliaria no constru¨ªa las viviendas, los estafados dejaron de pagar las letras o exigieron la devoluci¨®n del dinero, y la constructora se fue a la quiebra. Dej¨® un reguero de afectados.
El proceso judicial ha dejado en el camino a muchas v¨ªctimas: parejas de novios rotas, compradores de casas fallecidos tras tanta demora judicial, matrimonios arruinados que no levantaron cabeza... Son claros exponentes de lo que, eufem¨ªsticamente, se llama doble victimizaci¨®n: primero les estafaron con sus casas y, luego, les ha vapuleado una maquinaria judicial que se ha demostrado incapaz de dar una respuesta ¨¢gil y eficaz a 3.000 ciudadanos. Este pleito estuvo diez a?os pr¨¢cticamente parado, a caballo entre el Juzgado n¨²mero 9 de Madrid, donde se instruy¨®, y la Secci¨®n S¨¦ptima de la Audiencia Provincial, donde se juzg¨® en 2004. La Inspecci¨®n del Consejo General del Poder Judicial o no lo detect¨® o nada hizo por activarlo, a juzgar por su extremada demora.
Casi 30 a?os despu¨¦s de aquella macroestafa, que oblig¨® a intervenir al Gobierno de la ¨¦poca para ayudar a los damnificados, el Supremo ha confirmado las penas -entre seis meses y un a?o de c¨¢rcel- que impuso la Audiencia de Madrid a los tres principales implicados: Josefa Polo, con m¨¢s de 80 a?os y viuda de uno de los principales art¨ªfices de Promocisa, y los tambi¨¦n acusados Luis B¨¦jar Montalvo y Luis Constantino Jim¨¦nez.
Lo que hace el Supremo ahora es confirmar el fallo de la Audiencia e incluir a dos afectados m¨¢s. Inicialmente, a comienzos de los a?os setenta, fueron 3.000 los afectados, pero al juicio que se celebr¨® en 2004 en la Audiencia s¨®lo acudieron 738 de las 1.500 v¨ªctimas que logr¨® citar el tribunal.
Cuando las v¨ªctimas vieron a los acusados en el banquillo, tant¨ªsimos a?os despu¨¦s, las hubo que lloraron. Testificaron ancianas de memoria rota que, curiosamente, recordaban con nitidez la amargura de aquellos a?os de juventud. "Exijo que se nos indemnice por el infierno que hemos pasado", explic¨® en el juicio, angustiada, una afectada, de avanzada edad. De pie y mirando al tribunal, se quej¨®: "Mi hija sufr¨ªa de poliomielitis y quer¨ªamos el piso porque ten¨ªa piscina. Al final ni piscina ni piso y mi hija sufriendo".
La crisis de 1979
1972. Se constituye Promocisa, que empieza a comprar terrenos y levanta el Parque de Lisboa, en Madrid.
1976. Promocisa inicia sus promociones de Estoril II y III, en M¨®stoles. Y las de Parque A Coru?a, en Villalba, y Parque Catalu?a, en Torrej¨®n de Ardoz.
1979. La crisis se ceba con las inmobiliarias. Promocisa paga a los proveedores con el dinero que recibe de los clientes, pero no levanta casas. Estalla el esc¨¢ndalo. 1980. Interviene el Consejo de Ministros, que nombra un alto comisionado para buscar una salida a las v¨ªctimas.
1986. El juzgado 9 de Madrid procesa a seis personas. Las v¨ªctimas presentan decenas de recursos ante la Audiencia de Madrid. El par¨®n en esta fase es monumental.
2004. Se celebra juicio en la Audiencia de Madrid.
2008. El Supremo confirma la sentencia de la Audiencia.
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