Zapatero responde con otra 'hoja de ruta'

El presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, no entrar¨¢ a discutir ni una coma con el lehendakari, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, la propuesta de pacto pol¨ªtico que el presidente vasco envi¨® a La Moncloa el pasado jueves con el objetivo de debatirla en el encuentro que mantendr¨¢n el 20 de mayo. El texto est¨¢ basado en las propuestas que el PNV llev¨® a la mesa en las conversaciones de Loiola (Guip¨²zcoa), en octubre de 2006, en las que participaron representantes del PNV, PSE y de la izquierda abertzale, cuyo objetivo era un acuerdo pol¨ªtico que sirviera para el final del terrorismo en Euskadi.

El Gobierno de Rodr¨ªguez Zapatero considera que el futuro del Pa¨ªs Vasco no pasa por un acuerdo entre los presidentes del Ejecutivo central y del Ejecutivo vasco, como pretende el lehendakari, en lo que denomina primer paso de su hoja de ruta, que pretende materializar en su reuni¨®n.

La Moncloa contestar¨¢ a Ibarretxe con otra hoja de ruta, bien distinta, que sigue lo marcado en el art¨ªculo 17 del Estatuto de Gernika y cuyo procedimiento es similar al seguido por otras comunidades aut¨®nomas para reformar sus estatutos. En primer lugar, son los partidos de la comunidad aut¨®noma, en este caso la vasca, los que deben ponerse de acuerdo sobre un texto, que debe ser refrendado por el Parlamento vasco por mayor¨ªa absoluta.

El siguiente paso es que el texto aprobado se negocie en un plazo de seis meses entre las instituciones vascas y las del Estado y sea refrendado por las Cortes Generales. Finalmente, deber¨¢ ser ratificado en un refer¨¦ndum, convocado por el Gobierno Vasco. As¨ª sucedi¨® en 2006 y 2007 con la reforma de los estatutos catal¨¢n y andaluz. Zapatero invitar¨¢ a Ibarretxe a seguir este procedimiento y por ello no entrar¨¢ a debatir el texto que le envi¨® a La Moncloa. "Un texto que, por otra parte, no compromete al Gobierno", seg¨²n fuentes socialistas.

La propuesta de Ibarretxe arranca con dos compromisos. Uno, el de perseguir un final dialogado de la violencia "si se producen las condiciones adecuadas". Segundo, el de garantizar que "la sociedad vasca pueda ejercer el derecho a decidir". A continuaci¨®n, reproduce casi textualmente la propuesta que el PNV present¨® en Loiola: aceptaci¨®n "de una realidad llamada Euskal Herria", que incluye el Pa¨ªs Vasco, Navarra y el pa¨ªs vascofranc¨¦s, o creaci¨®n un "¨®rgano institucional com¨²n entre el Pa¨ªs Vasco y Navarra".

Las conversaciones de Loiola fracasaron por el cambio de actitud de la izquierda abertzale, que se retir¨® de las conversaciones por presiones de ETA, a la que parec¨ªa insuficiente la disposici¨®n pol¨ªtica de peneuvistas y socialistas. Los representantes del PSE sostienen que aquel borrador, en el que ahora se inspira Ibarretxe, no se firm¨®, no estaba a¨²n cerrado y, por tanto, no era definitivo. Adem¨¢s, seg¨²n a?aden, a dicho texto le quedaba un largo recorrido. Ten¨ªa que ser debatido y suscrito por todos los partidos -los tres que acudieron a las conversaciones de Loiola y los que no acudieron- en el Parlamento vasco y, posteriormente, ser refrendado por las Cortes.

Tambi¨¦n insisten en que las conversaciones de Loiola se produjeron en un contexto muy excepcional. Eran unas conversaciones que pretend¨ªan facilitar el final de casi 40 a?os de terrorismo en Euskadi por la v¨ªa de la integraci¨®n de la izquierda abertzale en la pol¨ªtica y ateni¨¦ndose a contenidos recogidos en la Constituci¨®n y el Estatuto. Los socialistas vascos se muestran muy cr¨ªticos con Ibarretxe por utilizar un borrador, sin validez real, improvisado en unas circunstancias muy excepcionales, para "manipularlo en un intento de salir del atolladero en que se ha metido con su hoja de ruta".