De buen humor por C¨¢diz
El arte del tapeo y la frase ocurrente en una ciudad cautivadora
En cuanto la ves, una sensaci¨®n de alegr¨ªa te recorre el cuerpo. C¨¢diz tiene esa virtud. Llegas y te cambia el cuerpo. Buen rollito. Ser¨¢ la luz, el mar o esas casas imponentes que hablan de mejores tiempos pasados cuando el comercio de Am¨¦rica atracaba en su puerto, y que ahora muestran muy dignas su decadencia. Una decadencia que va desapareciendo gracias a los planes de rehabilitaci¨®n y al bicentenario de La Pepa, que se celebrar¨¢ en 2012 bajo el lema C¨¢diz, ciudad constitucional, y que ya tiene engalanada con estandartes las calles m¨¢s importantes de la ciudad. (Tras la marcha de Fernando VII y el vac¨ªo de poder que provoc¨® la invasi¨®n francesa, las Cortes se trasladaron a C¨¢diz, donde promulgaron la primera Constituci¨®n espa?ola, el 19 de marzo de 1812, el d¨ªa de San Jos¨¦). La ciudad quedar¨¢ unida a Madrid por AVE y abrir¨¢ en 2010 el esperado segundo puente de acceso, una obra de ingenier¨ªa grandiosa -3.100 metros de longitud- que se bautizar¨¢, como no pod¨ªa ser de otra manera, como El puente de La Pepa.
Algo est¨¢ cambiando en C¨¢diz, pero lo que no cambia es la alegr¨ªa y ¨¢nimo de sus habitantes. Y ¨¦sa es seguramente la raz¨®n principal del cambio de ¨¢nimo en el visitante. Un ejemplo: en ciudades como Madrid o Barcelona, llevar un billete de 50 euros para pagar una carrera de taxi de siete euros puede provocar una bronca monumental con el conductor. Nadie en su sano juicio se atreve. En C¨¢diz se produce el siguiente di¨¢logo:
-Perdone, s¨®lo tengo 50 euros -dice taimado y avergonzado el cliente, dispuesto a buscar cambio debajo de las piedras-. ?Es mucha molestia? -contin¨²a sumiso.
-Hombre, yo creo que con eso ya alcanza -dice el taxista, con esa gracia tan natural de ellos.
As¨ª que lo mejor para conocer C¨¢diz es salir a pasear, sin olvidar alzar la cabeza para admirar las ventanas y balcones de sus espl¨¦ndidas casas y bajarla para echar un vistazo a los patios interiores. Gracias a ese pasado comercial y mar¨ªtimo, C¨¢diz cuenta con 127 torres vig¨ªas, que serv¨ªan para atisbar los barcos que entraban en su enorme bah¨ªa repletos de mercanc¨ªas del Nuevo Mundo.
Panor¨¢mica desde la torre
Para ir abriendo boca y situarse en esta ciudad casi isla, nada como visitar Torre Tavira (Marqu¨¦s del Real Tesoro, 10; www.torretavira.com), designada en 1778 torre vig¨ªa oficial por ser la cota m¨¢s alta. All¨ª se encuentra una c¨¢mara oscura que proyecta lo que en ese momento ocurre en las calles y ofrece una fant¨¢stica panor¨¢mica de la ciudad y de la bah¨ªa. Una curiosa sesi¨®n de 15 minutos en la que se explica, a trav¨¦s de los monumentos, una breve historia de C¨¢diz. No hay que perderse el mirador para recrearse en las vistas de los tejados de la ciudad. Una maravilla.
Una vez orientados y contextualizados, lo mejor es dejarse llevar. Junto a la torre se encuentra el Mercado de Abastos (plaza de la Libertad), en la actualidad situado en una carpa provisional porque el aut¨¦ntico est¨¢ reform¨¢ndose. No lo dude. Entre a echar un ojo, sobre todo a la zona de pescados. Seguir¨¢ su buen humor. Muy cerca de all¨¢ est¨¢ la plaza de las Flores con sus vivos colores, y si coincide con la hora del desayuno o la merienda, no olvide probar los churritos de la cafeter¨ªa Marina (plaza de las Flores, 1). Pero cuidado, porque en C¨¢diz ponerse a comer y no parar es todo uno. El tapeo es un arte en C¨¢diz. Hay cientos de sitios. Un imprescindible es la Taberna Casa Manteca (Corral¨®n de los Carros, 66), en el barrio de las Vi?as, como tambi¨¦n lo son sus chicharrones con lim¨®n que sirven en un sencillo papel de estraza. Y muy cerca se encuentra El Faro (San F¨¦lix, 15), uno de los cl¨¢sicos de la ciudad con un buen restaurante y una barra bien surtida y donde puede probar, entre otras cosas, an¨¦monas fritas.
Y una vez aqu¨ª, nada como acercarse a la playa de la Caleta, lugar preferido de los estudiantes Erasmus de C¨¢diz -muy numerosos, por cierto-, que se dejan caer por all¨ª para no desperdiciar sus ansiados rayos de sol. En verano, la playa de la Caleta est¨¢ hasta la bandera, pero hasta entonces, y a la espera de que en junio abran los chiringuitos de la playa de La Victoria, es un lugar muy indicado para tomarse una cervecita en el bar La Caleta y ver pasar el tiempo, mientras la vista se pierde en el oc¨¦ano Atl¨¢ntico (?atenci¨®n a la puesta del sol!).
Copas y compras
Para las tapas nocturnas, lo m¨¢s animado, lo que est¨¢ m¨¢s de moda, es La Gorda te Da de Comer (General Luque, 1), donde la gente joven espera la mesa pacientemente y cuyas tapas son abundantes y muy ricas. Otro local recomendable es Show de las Tapas (San Francisco, 3), con un matiz m¨¢s de dise?o y con cuatro mesitas en la calle; y en Cardenal (Cardenal Zapata, 1), adem¨¢s de tapas, puedes tomarte la copa. Pero en todos los bares de tapeo se come bien. A decir verdad, no hay mal barrio para tapear en la ciudad.
El P¨®pulo es el barrio m¨¢s antiguo de C¨¢diz. Calles estrechas y vestigios de la historia pasada -teatro romano, iglesia de Santa Cruz-, y hoy totalmente recuperado, es una de las zonas preferidas para salir. All¨ª est¨¢ La Favorita (Mes¨®n, 8), donde puedes comer tapas como pollo andalus¨ª. La noche del P¨®pulo pasa por el Pay Pay (calle del Silencio, 1), un antiguo burdel (cuentan que cuando hab¨ªa redadas policiales, las chicas se escapaban por una puerta que daba al circo romano) hoy reconvertido en caf¨¦ teatro con una variada programaci¨®n cultural de mi¨¦rcoles a s¨¢bado. Y otro cl¨¢sico del centro -la noche en verano se traslada a las inmediaciones del paseo mar¨ªtimo- es el Medussa (Manuel Ranc¨¦s, esquina con Beato Diego de C¨¢diz).
En cuanto a las compras, la zona comercial se encuentra en el centro (San Francisco, Columea, Jos¨¦ del Toro, Monta?¨¦s). Y asombra la cantidad de gente que pasea por estas calles donde se suceden las tiendas de toda la vida, las marcas que no faltan en ninguna ciudad, y otros establecimientos m¨¢s vanguardistas, como los de la calle de Jos¨¦ del Toro (Lo, Setting), la peluquer¨ªa Federico & Carre?o (San Miguel, 11), la tienda de los dise?adores Javier Cosano y Teresa Torres (Isabel la Cat¨®lica, 18). Entre las tiendas de alimentaci¨®n con una amplia oferta de productos selectos gaditanos destaca La Alacena (Alonso Cano, 5). Una ¨²ltima compra antes de partir:
-?Cu¨¢nto dura el chicharr¨®n envasado al vac¨ªo?
-Pues eso depende, se?ora, del hambre que ust¨¦ tenga.
Definitivamente, C¨¢diz te pone de buen humor.
GU?A PR?CTICA
Dormir- Pensi¨®n Espa?a (956 28 55 00; www.pensionespana.com). Marqu¨¦s de C¨¢diz, 9. La doble, desde 35 euros.- Hospeder¨ªa Las Cortes de C¨¢diz (956 22 04 89; www.hotellascortes.com). San Francisco, 9. Habitaci¨®n doble con desayuno, desde 80 m¨¢s IVA.- Hotel Argantonio (956 21 16 40; www.hotelargantonio.com). Argantonio, 3. Habitaci¨®n doble con desayuno, desde 80 euros.- Parador Atl¨¢ntico (956 22 69 05; www.parador.es). Avenida Duque de N¨¢jera, 9. La doble, desde 107 euros.Visitas e informaci¨®n- Teatro Romano (956 25 17 88). Campo del Sur. De mi¨¦rcoles a lunes, de 10.00 a 14.30. S¨¢bados y domingos, visitas guiadas. Entrada gratuita.- Museo de C¨¢diz (956 20 33 68; www.juntadeandalucia.es/cultura). Plaza de la Mina s/n. Lunes, cerrado. Martes, de 14.30 a 20.30; de mi¨¦rcoles a s¨¢bado, de 9.00 a 20.30; domingo, de 9.00 a 14.30. Entrada gratuita.- Castillo de Santa Catalina (956 22 63 33). Playa de la Caleta. De lunes a domingo, de 10.00 a 20.45. Gratuito.- Turismo de C¨¢diz (956 24 10 01; www.cadiz.es).
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