Festival de cine, circo multipista

Tres d¨ªas, ya, tres, de circo multipista en La Croisette. Un circo que, bajo el asfixiante influjo de Indiana Jones y el advenimiento inminente de algunas extravagancias estilo Mike Tyson o Diego Armando Maradona, despliega su oropel entre toneladas de pel¨ªcula y r¨ªos de pasta gansa. Directores, productores, actores y actrices, periodistas, jefes de prensa / gama bulldog, compradores potenciales o reales de cine, curiosones callejeros, horteras en Ferrari, millonarios discretos (parapetados en los salones del Carlton, el Majestic, el Mart¨ªnez o el Hotel du Cap), multimillonarios ¨¢rabes o no alejados de tierra firme (a resguardo en los apabullantes barcos que fondean en la bah¨ªa) y especies menos confesables vertebran la fauna y flora del Festival de Cannes, esa cosa que un malvado viejo del lugar podr¨ªa llegar a calificar como la Sodoma y Gomorra del cine. Tambi¨¦n, como la sucursal de Hollywood, catapulta dorada desde la que el Imperio -que siempre contraataca- lanza cada a?o sus lujosos artilugios para el nuevo curso. Los restaurantes, por cierto, est¨¢n siempre a tope. Imprescindible reservar.