"Si se limita la nivelaci¨®n, desde ya digo no"

El vicepresidente segundo del Gobierno andaluz y consejero de Econom¨ªa, Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n (Madrid, 1946), cree posible un acuerdo sobre el futuro sistema de financiaci¨®n auton¨®mica si se aparcan determinados debates, como el de las balanzas fiscales o los recortes en la solidaridad entre autonom¨ªas.

Pregunta. Zapatero quiere un acuerdo previo en el PSOE sobre financiaci¨®n auton¨®mica. ?Lo ve posible?

Respuesta. Hay que buscar puntos de coincidencia entre todos, no s¨®lo en el PSOE. Si nos fijamos, son muchas m¨¢s las coincidencias que las discrepancias y ¨¦stas hay que perfilarlas en el ¨²ltimo momento.

P. ?Es ¨¦ste el momento adecuado para negociar?

R. No, pero hay que negociarla porque es cuando toca. Lo dice el Estatuto andaluz, el de Catalu?a... Es muy dif¨ªcil aguantar el sistema de financiaci¨®n que tenemos. Estamos en una situaci¨®n de desaceleraci¨®n, los ingresos del Estado son menores y va a haber menos dinero para el reparto. Y cuando hay menos dinero hay m¨¢s dificultades de llegar a un acuerdo.

"Cuando hay menos dinero hay m¨¢s dificultades para lograr un acuerdo"

"Es m¨¢s dif¨ªcil controlar el gasto en las competencias de las autonom¨ªas"

"Catalu?a ha puesto sobre la mesa elementos que dividen"

"Las balanzas fiscales son un ejercicio perezoso. Son para enredar"

P. Catalu?a y Andaluc¨ªa ya han puesto las cartas sobre la mesa. ?Ve escollos insalvables entre ambas propuestas?

R. Insalvables, pocos. Hay muchas m¨¢s coincidencias. Los dos queremos que se aumente la corresponsabilidad fiscal. El Estado recauda muy por encima de sus necesidades de gasto, mientras las comunidades lo hacen muy por debajo de sus necesidades de gasto. Adem¨¢s, las necesidades de gasto del Estado son bastante controlables, como Defensa o Exteriores. En las competencias de las comunidades, como sanidad o educaci¨®n, es mucho m¨¢s dif¨ªcil controlarlo.

P. Ambas defienden como eje fundamental la poblaci¨®n.

R. Las comunidades que m¨¢s han aumentado su poblaci¨®n han perdido financiaci¨®n. Valencia tiene una financiaci¨®n per c¨¢pita muy perjudicada, como la tienen Madrid, Murcia y, sobre todo, Baleares. Tambi¨¦n, en parte, Catalu?a. Y tengo que decir que si Andaluc¨ªa luch¨® porque se reconociera a 400.000 andaluces en el anterior sistema, va a luchar tambi¨¦n por 300.000 madrile?os o por 150.000 catalanes.

P. ?Y cu¨¢l es su principal discrepancia con la Generalitat?

R. Su propuesta de limitar la nivelaci¨®n a educaci¨®n, sanidad y servicios sociales. Si se limitan las necesidades de financiaci¨®n y el fondo de suficiencia a estos tres bloques, desde ya digo que no.

P. ?Por ah¨ª no pasa?

R. Por ah¨ª, no. Entendemos que tiene que haber un cuarto bloque en el que est¨¦n justicia, vivienda y otros servicios.

P. Tal y como est¨¢ planteado el debate, parece que el desencuentro entre Andaluc¨ªa y Catalu?a es total.

R. El problema que se ha planteado en Catalu?a es que en vez de empezar por lo que nos puede unir, han empezado por las balanzas fiscales y han intentado vincular este debate con el de la financiaci¨®n. Y ¨¦se es un error craso. Han puesto sobre la mesa elementos que dividen en vez de los que unen. Lo segundo que han hecho ha sido hablar de nivelaci¨®n parcial, que es otro factor que divide. Si me preguntan voy a decir: no y no. Las balanzas fiscales son un ejercicio perezoso porque saca las conclusiones cuando uno se ha cansado de pensar. Son ganas de enredar.

P. Usted dice que la f¨®rmula andaluza beneficia a todo el mundo, ?ser¨ªa capaz de convencer a Pedro Solbes?

R. Los estudios del Instituto de Estudios Fiscales, que es Ministerio de Econom¨ªa, coinciden con mi propuesta.

P. ?Y ser¨ªa capaz de convencer a Jos¨¦ Montilla de la bondad de la propuesta andaluza?

R. Si empezamos por el principio, y no por los principios, nos vamos a poner de acuerdo. Es posible si pensamos que esto es la Espa?a de las autonom¨ªas y que necesitamos que haya un Estado y una Administraci¨®n General capaz de financiarse al mismo tiempo que las autonom¨ªas y no pensamos que hay espacios fiscales propios e independientes. Si discutimos de las balanzas fiscales estamos acabados. Lo estamos, porque no tiene nada que ver con la financiaci¨®n. Ahora, si hablamos de c¨®mo estamos en este modelo, de c¨®mo hay una asimetr¨ªa entre el Estado y las autonom¨ªas, y entre las comunidades entre s¨ª y vemos las f¨®rmulas que hemos propuesto unos y otros, vamos a tener un 90% de coincidencias. A partir de ah¨ª, las discrepancias las sustanciaremos hablando con sentido com¨²n.