Mitolog¨ªa festivalera
Aleluya, ya estamos en temporada de grandes festivales. Este a?o, el ambiente previo parece especialmente animado, con el fragor de las rencillas entre eventos simult¨¢neos: siempre son los otros festivales los responsables de hinchar los cach¨¦s de las figuras m¨¢s codiciadas y subir las entradas. Posiblemente, este mercado de compradores explique que los carteles resultantes sean tan chocantes (por no decir gloriosamente marcianos, caso del Rock In R¨ªo). Y es que ver anunciado a Leonard Cohen en una jamboree de la muchachada indie hace reflexionar. No crean que estamos ante un fen¨®meno exclusivamente espa?ol. El m¨¢s celebrado de los festivales veraniegos, el de Glastonbury, propone como cabecera de cartel a Jay-Z, gran capit¨¢n del hip-hop. Una decisi¨®n discutida: ya hay asistentes al tradicional ba?o-de-barro brit¨¢nico planificando una pitada. Les inspira una declaraci¨®n belicosa de Noel Gallagher, cabecilla de Oasis, que rechaza a Jay-Z arguyendo que "Glastonbury significa m¨²sica de guitarras".
Indigna que los 'raperos' se atribuyan la propiedad de la cultura urbana
No fue una frase afortunada. Noel tal vez iba demasiado ciego en sus ¨²ltimas visitas a Glastonbury, pero el festival lleva a?os acogiendo grupos electr¨®nicos, sin rastros de guitarras, y artistas de world music, alejados de los esquemas del rock. Posiblemente, el mayor de los Gallagher quer¨ªa exteriorizar su rechazo al rap. Noel no reconocer¨ªa nunca algo tan pol¨ªticamente incorrecto, pero se atreve a proclamar que no quiere rap en su mundo, en su zona de influencia. Y menos si se trata de Jay-Z, que hasta hace poco fung¨ªa como alto ejecutivo de discogr¨¢fica y que disfruta gozosamente de los beneficios de su ¨¦xito, incluyendo su publicitada relaci¨®n con Beyonc¨¦. ?Un rapero demasiado aburguesado? Estamos ante una muestra de la asombrosa arrogancia de los rockeros, muy pronunciada en los Gallagher.
Cierto que el hip-hop tampoco anda corto de altivez. Encuentro irritante que los festivales de rap se llamen ahora de cultura urbana. Lo intentan justificar con actividades paralelas, pero indigna que se atribuyan rutinariamente la propiedad de la cultura de las urbes; se trata de una traducci¨®n del t¨¦rmino urban, eufemismo de la industria musical estadounidense para referirse al p¨²blico negro, el que no puede huir hacia las tranquilas praderas de los suburbios y se queda en el deteriorado centro metropolitano.
Desdichadamente, no es asunto que se pueda discutir con los amos de la cultura urbana. Lo he intentado, entrevistando a conspicuos raperos nacionales, y no he conseguido m¨¢s que simplezas, del tipo "lo nuestro es un modo de vida". S¨ª, claro, y tambi¨¦n podr¨ªan afirmar algo parecido los heavies, los g¨®ticos, los hooligans futboleros y otras muchas tribus. Al final, lo que finalmente les distingue parece concretarse en su devoci¨®n por determinadas marcas, una lealtad incluso variable: si les pagan por llevar ropas de la competencia, no hay problema. Eso y la obsesi¨®n por dedicar buena parte de su repertorio a proclamar su cegadora autenticidad y denunciar la horripilante falsedad de otros raperos que nunca se sabe muy bien qui¨¦nes son.
En realidad, el rap original (estadounidense) se apunta a lo de "el vivir bien es la mejor venganza". Y alardea de ello, sin complejos. Por lo tanto, hay algo incongruente en la presencia de un Jay-Z, que jam¨¢s como p¨²blico a una romer¨ªa como la de Glastonbury. Imaginen: un festival que tiene casi garantizada la lluvia torrencial. Con un poco de suerte, el asistente sufrir¨¢ un ataque de diarrea, ver¨¢ su tienda saqueada, comprar¨¢ drogas adulteradas, perder¨¢ de vista al objeto de sus deseos. Para los brit¨¢nicos es un ritual de supervivencia, el equivalente al Dunquerque de sus abuelos. Finalmente, da lo mismo que de fondo suene Jay-Z o Neil Diamond, tambi¨¦n anunciado para Glastonbury. S¨ª, el mismo Neil Diamond que compon¨ªa canciones contra la marihuana... hasta que la polic¨ªa de Los ?ngeles le encontr¨® esa misma sustancia. Habr¨¢ que preguntar a Noel Gallagher si semejante hip¨®crita tiene su pl¨¢cet.
Babelia
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