La madurez del libro juvenil
Se presenta en el foro de la FNAC en Madrid Eclipse, la tercera novela de una saga fant¨¢stica para adolescentes, Crep¨²sculo, de la estadounidense Stephenie Meyer, una autora capaz de hacer sombra al mago Harry Potter en Estados Unidos. A primera vista el plan no parece muy seductor. Su presencia en el acto se limita a un v¨ªdeo en el que saluda a sus fans durante cinco minutos y, sin embargo, desde las cuatro de la tarde -tres horas antes del inicio- centenares de j¨®venes hacen pacientemente cola como si de una estrella del pop se tratara. "Tuvimos tres proyecciones para que entrasen unas 700 personas", recuerda pasados cinco meses Ra¨²l Gonz¨¢lez, director de Alfaguara Infantil y Juvenil. Lleva vendidos m¨¢s de 500.000 ejemplares. Por eso en la web de Alfaguara juvenil ya calientan motores para la salida a la venta de su nuevo libro, Noches de baile en el infierno, ?en octubre!
"Desde hace a?os hay un movimiento importante de libros en el canal escolar y desde hace poco, uno paralelo espont¨¢neo", asegura Antonio Ventura
?ste es un ejemplo m¨¢s del momento dulce que atraviesa en Espa?a el mercado editorial de los lectores de menor edad. La literatura infantil y juvenil ha pasado de ser una prolongaci¨®n de la de adultos a tener un escenario propio, complejo y maduro. El Anuario sobre el libro infantil y juvenil 2008, que cada a?o edita SM, indica que aunque no aumentan el n¨²mero de t¨ªtulos (unos 12.000 anuales), s¨ª la tirada de cada uno, por t¨¦rmino medio es de 5.000 ejemplares (cifra que no se alcanzaba desde finales de los noventa), se contabilizan 60 millones de vol¨²menes anuales (338 millones de euros en el conjunto del sector), de los que se venden m¨¢s de 40. S¨ªntomas de este auge son tambi¨¦n un mayor n¨²mero y cuant¨ªa de premios organizados por editoriales (Barco de Vapor o Edeb¨¦), la expansi¨®n de librer¨ªas especializadas y el nacimiento de una feria propia, Leer Le¨®n, que este a?o ha celebrado su tercera edici¨®n con representaci¨®n de 17 editoriales nacionales (hay algo m¨¢s de 100 dedicadas al sector infantil) y 11 internacionales.
Mientras que la facturaci¨®n de todo el sector editorial creci¨® un 63,6% en quince a?os (1991-2006), el infantil y juvenil aument¨® un 77,3%. El problema de estos ¨²ltimos es que "es barato (de media un t¨ªtulo no llega a los 8 euros y el de adultos es 13)", se?ala Antonio Mar¨ªa ?vila, director general de la Federaci¨®n de Gremios de Editores de Espa?a (FGEE). "Editan el 17% del total del mercado editorial, venden el 18,1% y, sin embargo, facturan un 10,7%", prosigue. Las causas que explican el auge son claras para ¨¦l: "Buenos productos, muchos autores e ilustradores de calidad y una alfabetizaci¨®n del ciento por ciento. No es casualidad que el tramo de edad que m¨¢s lea sea el de 10 a 14 a?os. Y, desde luego, es fundamental el fomento de la lectura transversal en todas las asignaturas".
Preguntados, los ni?os indican que el 95% de sus profesores les incita a la lectura. Ocho de cada 10 menores de 13 a?os aseguran que leen por afici¨®n (el 20% por los estudios), pero se quedan en cinco entre los algo mayores. "Cuando los ni?os dejan los estudios abandonan la lectura y luego la recuperan a los 25-30 a?os. Quien no lee en Espa?a es la tercera edad, los habitantes de las zonas rurales...", prosigue ?vila.
"Los ni?os leen por obligaci¨®n en la escuela, pero luego no contin¨²an. Adem¨¢s, no tengo claro que quienes eligen lecturas light est¨¦n preparados luego para discursos m¨¢s complejos", piensa, sin embargo, pesimista, Antonio Ventura, director editorial de Anaya Infantil y Juvenil. "Existen novelas crossover -a medio camino entre la literatura para j¨®venes y para adultos- que enganchan a todos. Por eso el paso a leer a Saramago no es tan grande como puede parecer", contrapone Gonz¨¢lez, de Alfaguara.
"Desde hace a?os hay un movimiento importante de libros en el canal escolar y desde hace poco, uno paralelo de consumo espont¨¢neo, pero por el momento no tenemos elementos que nos hagan pensar que van a bajar las ventas del cauce escolar", razona Ventura, de Anaya, que trabaja los dos campos. "De todos modos, el auge en el consumo es muy importante en la novela juvenil -sobre todo la fant¨¢stica- y de los m¨¢s peque?os -libros de gran formato o ilustrados- pero no en otras franjas de edad", precisa.
Laura Gallego, autora de la trilog¨ªa Memorias de Idh¨²n (SM), de la que ya se han vendido 400.000 vol¨²menes, piensa que antes la literatura infantil estaba muy volcada en las escuelas: "Los libros parec¨ªan estar escritos para ser elegidos en los colegios. Ahora hasta los lanzamientos en las librer¨ªas, el marketing, son espectaculares. Se han dado cuenta de que existen j¨®venes que leen porque quieren". Seg¨²n un estudio realizado en el primer trimestre de 2008 por la FGEE, el 78,8% de los ni?os de 10 a 13 a?os asegura leer todos los d¨ªas y, de media, dedican 4,3 horas semanales. Lo que significa que en un a?o leen 7,6 libros.
"Hoy se cuida m¨¢s la edici¨®n y la promoci¨®n del libro. Hubo un tiempo en el que nos volvimos locos y en las subastas se pagaban cantidades por los derechos que no eran rentables. Ahora las cosas se han tranquilizado", confiesa Teresa Petit, directora literaria de Montena (Random House Mondadori). "Lo que no entiendo es por qu¨¦ nuestras listas de ventas, que est¨¢n a la altura de las de mayores, no se publican en los medios", se lamenta. Petit es consciente de que cada lanzamiento de un nuevo Harry Potter por Salamandra debe ir acompa?ado de nuevos t¨ªtulos en el mercado de los competidores. "El ni?o tiene ansias de seguir leyendo y no puede esperar a que llegue otro Potter", prosigue.
El rey superventas, Jordi Sierra i Fabra, que publica 10 t¨ªtulos al a?o -tiene un cat¨¢logo de m¨¢s de 300-, es muy pr¨¢ctico: "No puedo ofrecer todos los libros al mismo editor porque me dice: 'Jordi, si a¨²n no he sacado tres'. As¨ª que trabajo para cuatro editoriales y nadie se queja, porque en todas tengo alg¨²n libro del que han vendido m¨¢s de 100.000 ejemplares".
"Si algo tiene de bueno la literatura infantil es que los libros nunca caducan y se siguen recomendando en las escuelas. Yo tengo algunos que se venden tanto como hace 15 a?os", se alegra Sierra i Fabra. Su Campos de fresas (SM), escrito en 1997, fue el quinto libro juvenil m¨¢s comprado del primer trimestre de 2008, seg¨²n la FGEE, y el segundo m¨¢s le¨ªdo entre los mayores de 14 a?os. Su caso no es excepcional. La vida de los libros infantiles es cada vez m¨¢s larga y se reeditan m¨¢s que los de adultos.
"Muchas grandes editoriales que ten¨ªan esa rama muy descuidada se han dado cuenta de que es rentable", subraya ?vila desde la FGEE. Y se est¨¢n animando otras v¨ªrgenes en la materia. "Nos sedujeron las dos series -Sim¨®n y Valentina- y las acogimos porque pensamos que cuadran muy bien como lecturas que elijan para sus hijos los lectores de Tusquets. Forman parte de un proyecto global", argumenta Juan Cuezo, editor del sello catal¨¢n.
Las madres (92%) est¨¢n m¨¢s convencidas que los padres (86%) de que la lectura es fundamental en la formaci¨®n, aunque s¨®lo un 26% lee a sus hijos a diario. De media, en los hogares espa?oles hay 39 libros infantiles, cifra no demasiado baja si se tiene en cuenta que en el 60% de las casas hay en total menos de cien libros. "La gente habla de la importancia de la lectura pero luego no se anima a leer los libros de sus hijos", critica Gallego. "Les leen cuando son peque?os, pero se despreocupan cuando aprenden a hacerlo solos. Y no se dan cuenta de que leer es dif¨ªcil y hay que animarles a continuar. Porque una cosa es leer y otra entender", reclama Petit. "Me preocupa que antes, cuando daba una charla en una escuela, todos los estudiantes hab¨ªan entendido mi obra, y ahora hay una minor¨ªa que no. Hay que solucionarlo", sostiene Sierra i Fabra.
El escritor catal¨¢n est¨¢ convencido de que en su gremio no hay "tanto ombliguismo" como en el de la literatura de adultos. "No somos ap¨®stoles, pero s¨ª nos hermana el inter¨¦s de que los ni?os lean". Ap¨®stoles o no, lo cierto es que venden cientos de miles de libros. Su meta: hacerse visibles y dejar de contestar a la eterna y a veces irritante pregunta: ?cu¨¢ndo el paso a los adultos?
Hermandad cibern¨¦tica
Leer no es ya una actividad ¨ªntima que uno se guarda para s¨ª. Hoy se comentan, se recomiendan y se discute sobre libros, sobre todo en internet. Porque la red no es el enemigo a batir, sino el mejor aliado para darse a conocer. Leer tiene una dimensi¨®n social y grupal que antes no ten¨ªa. "Uno ya no se siente un bicho raro por leer", sostiene la escritora Laura Gallego. Basta con echar un ojo a su p¨¢gina oficial (www.lauragallego.com), creada en diciembre de 2003, con casi 15.000 usuarios y que pronto recibir¨¢ el mill¨®n de visitas. La web cuenta con 14 foros de lo m¨¢s dispares, en los que adem¨¢s uno puede administrar sus partidas de rol basadas en los libros de Gallego, quedar con fans de la misma ciudad, o colgar historias inspiradas en su literatura. "Mis fans son de los que escriben con todas las letras y sin faltas", se pavonea Gallego, quien constantemente entra en su p¨¢gina y participa."Todos los autores para adultos vivos deber¨ªan de tener una web. De esta forma, mis lectores pueden contactar conmigo y tambi¨¦n informarse. Fui el primero en Espa?a en colgar un libro en la Red, El misterio del goya robado, en 2003. Tuvimos 1.600.000 entradas", cuenta el escritor Jordi Sierra i Fabra, el octavo autor m¨¢s le¨ªdo en los colegios. A trav¨¦s de su web el catal¨¢n impulsa su propio premio literario y sus dos fundaciones de promoci¨®n de la lectura en Espa?a y Colombia. Con Gallego comparte muchos aficionados al fantasy, lo que explica la existencia de un foro an¨®nimo que se hace llamar Generaci¨®n Jordilauriana. Su eslogan: "Calidad superior".
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