Una carrera por la igualdad
Hay atletas que consumen media vida para conseguir una medalla de oro. La historia de Micaela Navarro Garz¨®n es tambi¨¦n una dura y larga carrera que dur¨® 34 a?os.
El premio han sido 17 a?os dedicados a pelear por la igualdad de mujeres y hombres; de ricos y pobres. Pelear porque los ni?os abandonados por la fortuna tengan una infancia feliz. Pelear porque cuando la curva de los a?os inicia su vertiginosa ca¨ªda, los ancianos reciban el trato que merecen los seres humanos. Pelear porque las mujeres maltratadas por sus parejas encuentren un refugio y un futuro en paz.
La vida de esta mujer nacida en La Alcaparrosa, una diseminada concentraci¨®n de viviendas en la Sierra de And¨²jar, se divide en dos: antes y despu¨¦s de ser concejala en 1991, cuando ten¨ªa 34 a?os.
"Trabajo desde que tengo conciencia, antes de cumplir 10 a?os"
"No sab¨ªa lo que era un yogur, ni un frigor¨ªfico. No ten¨ªamos luz"
- Comenc¨¦ a trabajar desde que tengo conciencia, casi desde que nac¨ª. De manera formal, desde poco antes de cumplir los diez a?os.
Trabajaba en lo mismo que su padre: tareas agr¨ªcolas. Luego vendr¨ªan las fabricas de conservas, en And¨²jar. Y con dificultades, estudiaba.
- Mi hermana y yo ¨ªbamos a la escuela todos los d¨ªas andando. Estaba a cinco kil¨®metros de mi casa.
Y algunas veces se encontraban con la puerta cerrada. Un solo maestro atend¨ªa el centro. En la misma aula se mezclaban ni?os de ambos sexos y de distintas edades. Un buen d¨ªa la maestra, Juanita Sancho, que era de Segovia, no regres¨® tras del fin de semana. Adi¨®s colegio.
No era extra?o que la maestra desapareciera. Aquel lugar, a tan s¨®lo 17 kil¨®metros de And¨²jar, parec¨ªa el fin del mundo. Los padres de Micaela no ten¨ªan coche, "ni siquiera una motillo". Un autob¨²s llegaba de And¨²jar un d¨ªa a la semana.
La familia de Micaela era la t¨ªpica del lugar: gente que s¨®lo encontraba trabajo de jornalero. La madre, en la casa. No militaban m¨¢s que en el partido de los pobres.
- A mi abuelo materno, que tuvo siete hijos, intentaron matarlo varias veces los nacionales, en la guerra. Era guarda en una finca. Se libr¨® de la muerte porque un se?or le dijo un d¨ªa: 'hoy no te alejes de m¨ª'. A su compa?ero lo encontraron muerto a tiros en una cuneta.
Cuando recuerda esos d¨ªas, a Micaela se le nublan los ojos y un nudo le aprisiona la garganta. "?Si mi madre tuviera 30 a?os menos!", suspira. Pero no, ya tiene 82, como su padre.
Del campo al pueblo. Trabajo en And¨²jar. F¨¢bricas de conservas. Con 22 a?os se casa. De aquello, lo mejor son sus dos hijas. Y el deseo de completar unos estudios inconclusos. Con 29 a?os, obtiene el Graduado Escolar. Hace un curso de auxiliar de enfermer¨ªa en la Formaci¨®n Profesional. Comienza otro de relaciones laborales. Vive en el Pol¨ªgono Puerta de Madrid, de And¨²jar. Barrio de aluvi¨®n, sin calles y sin asfalto. La Asociaci¨®n de Vecinos es un hervidero en el que se queman los animosos representantes. Un d¨ªa, todos dimiten. Micaela se ve formando parte de la directiva en el despacho del alcalde.
- Le dije lo que pensaba sobre los problemas que azotaban al barrio. Un compa?ero me coment¨®: 'Te has pasado con el alcalde'.
Pero el alcalde, el socialista ?ngel Men¨¦ndez, se fija en ella. Igual que los dirigentes del PSOE. La incluyen en el puesto n¨²mero 12 de la lista a las municipales. Los socialistas ten¨ªan nueve concejales y lograron tres m¨¢s. Ese mes de mayo marcar¨¢ el inicio de la segunda etapa en la vida de Micaela. Crean una concejal¨ªa de la mujer, a la que m¨¢s tarde a?aden servicios sociales. En esas tareas est¨¢ desde entonces.
?Por qu¨¦ los temas sociales son para la mujer? ?No valen para otra cosa?
- No, que va. Defiendo que la mujer debe estar en todas las ¨¢reas. Pero eso no significa que yo quiera estar en otro sitio. Me gusta esto, y mira que es duro.
Es duro separar a los ni?os de sus madres biol¨®gicas. Es duro enviar a un anciano a una residencia. En su cabeza suenan todav¨ªa los ecos de la sentencia de Iv¨¢n y Sara. Las muchas cosas que se dijeron. "He tenido que tragar lo que no est¨¢ escrito". El nudo otra vez. El nudo que atenaza la garganta. Los ojos que se humedecen.
Parece que estas situaciones le afectan. ?No deber¨ªa tomar distancia?
- Me gustar¨ªa. Pero si no te vas a preocupar, no merece la pena estar aqu¨ª. Yo veo un charco y me meto en ¨¦l. Ya veremos c¨®mo salgo.
Ha salido y entrado de muchos charcos. Siempre enarbolando la bandera de los derechos de la mujer: como concejala, como secretaria de las ejecutivas provincial y federal del PSOE, como consejera del Gobierno andaluz. Tambi¨¦n como senadora y diputada. Impulsora de la primera ley integral contra la violencia hacia las mujeres.
Paralelamente, mejora su formaci¨®n acad¨¦mica. Con casi 40 a?os estudia puericultura en la Universidad de Granada. Como en su infancia no hizo excursiones, "salvo para ir andando al pueblo a ponerme la vacuna", pide fotografiarse en la plaza de Espa?a de Sevilla, punto tur¨ªstico que conoci¨® hace cuatro a?os.
Sus gustos, como los de todo autodidacta, son variados y a veces contradictorios: le gustan las voces de Raphael y Roc¨ªo Jurado, pero tambi¨¦n adora a Serrat y V¨ªctor Jara. Le encanta la ¨®pera y Rosal¨ªa de Castro. En un honroso rasgo de sinceridad, reconoce que es incapaz de terminar Cien a?os de soledad, la obra cumbre de Garc¨ªa M¨¢rquez: "Lo he intentado mil veces y no puedo. Y seguro que es magn¨ªfico". En cambio, est¨¢ seducida por El Principito, de Saint-Exup¨¦ry.
?Ha merecido la pena la dura carrera?
- S¨ª, claro. Y no guardo resentimiento. Recuerdo una infancia feliz, posiblemente porque no sab¨ªa lo que hab¨ªa ah¨ª fuera. Cuando t¨² crees que el mundo es lo que te rodea... Por ejemplo: no echaba en falta un yogur, porque no sab¨ªa lo que era. En mi casa no hab¨ªa frigor¨ªfico, porque no ten¨ªamos luz. La llevaron cuando yo cumpl¨ª 14 a?os...
Aun as¨ª, sin yogur y sin luz, Micaela gan¨® la carrera de su vida.
"Me indigna la mentira"
La Ley de la Dependencia es una de las joyas de su consejer¨ªa. Andaluc¨ªa es la comunidad que m¨¢s casos ha resuelto. Por ello, se siente dolida con el secretario general del PP andaluz, Antonio Sanz. El pol¨ªtico conservador ha afirmado que la Junta ha fracasado en la aplicaci¨®n de esta ley.
- Si me hacen una cr¨ªtica, pues qu¨¦ remedio. Pero me indigna la mentira. La manipulaci¨®n. Cuando Sanz habla del presupuesto de la Junta para 2008, da la cifra de 2007, que fue de 128 millones. La de este a?o es de 278 millones, de momento. Porque terminaremos el a?o con casi 700.
Diga lo que diga Sanz, el Gobierno andaluz es, y as¨ª se ha reconocido fuera de la comunidad, el que m¨¢s ha avanzado en el desarrollo de la ley, con m¨¢s de 44.000 dependientes atendidos. Frente al cero de Esperanza Aguirre.
- Conforme voy siendo mayor, soy menos tolerante. Aunque soy educada, eso s¨ª. No habr¨¦ ido a buenos colegios, pero procuro mantener las formas.
Y lo intenta al comentar la afirmaci¨®n del juez Serrano de que el 85% de las denuncias por violencia de g¨¦nero son falsas.
- Una denuncia falsa es un delito. Si un juez tiene constancia de que hay denuncias falsas, lo que tiene que hacer es aplicar el C¨®digo Penal.
La consejera de Igualdad sostiene con firmeza que "si una mujer utiliza una denuncia falsa de malos tratos con el objetivo de agilizar un proceso de separaci¨®n o divorcio, tiene que recibir una sentencia ejemplar".
Pero rechaza con la misma o mayor firmeza que desde la judicatura se hagan declaraciones como las realizadas por el juez Serrano. "Es un jarro de agua fr¨ªa para muchas mujeres maltratadas, que est¨¢n pensando como dar el paso y poner una denuncia".
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