Nanysex se ofrece a someterse a la castraci¨®n qu¨ªmica
El pederasta ?lvaro I. G., de 26 a?os, reconoce que abus¨® de cinco ni?os
El pederasta Nanysex, el hombre que se aprovech¨® de su condici¨®n de canguro para abusar de beb¨¦s, estar¨ªa dispuesto a someterse a una castraci¨®n qu¨ªmica "si fuera necesario", un tratamiento que inhiba su apetito sexual. As¨ª lo dijo ayer en la primera jornada del juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de Madrid contra ¨¦l y otros tres hombres de entre 24 y 27 a?os. ?lvaro I. G., Nanysex, principal encausado en este proceso por pederastia, se enfrenta a 39 a?os de prisi¨®n por diez delitos de agresi¨®n sexual y difusi¨®n de pornograf¨ªa infantil.
La fiscal¨ªa califica los hechos de abuso sexual y no de violaci¨®n
Los acusados se mostraron fr¨ªos, sin el menor gesto de arrepentimiento
El hombre no tuvo problemas en reconocerlo. Durante la vista, celebrada a puerta cerrada para proteger la intimidad de las v¨ªctimas, Nanysex, de 26 a?os y natural de Madrid, confes¨® sin titubear, siempre seg¨²n la versi¨®n del abogado de la acusaci¨®n particular, Manuel Maza Ruiz: "He abusado de cinco menores de dos a?os entre 2002 y 2004". Fue en las localidades de Villalba (Madrid) y Lo Pag¨¢n (Murcia) donde practic¨® estas vejaciones que adem¨¢s film¨®. Tampoco tuvo problemas en reconocer que lo hizo, pero neg¨® en rotundo haberlas difundido por Internet. "S¨®lo las compart¨ªa con mis amigos", manifest¨®.
La vista oral transcurri¨® entre escabrosas im¨¢genes y preguntas y respuestas de dif¨ªcil digesti¨®n. "?Hubo penetraci¨®n anal?", le pregunt¨® el fiscal. Nanysex, que ahora se encuentra en prisi¨®n preventiva en el penal de Herrera de la Mancha (Ciudad Real), respondi¨® que no, que ¨¦l se limit¨® a introducir su pene por debajo del pa?al.
Los acusados "permanecieron fr¨ªos", seg¨²n Maza, mientras se proyectaban los v¨ªdeos de los abusos, y ninguno tuvo un gesto de arrepentimiento. Ninguno pidi¨® perd¨®n a los padres de las v¨ªctimas -la mayor tiene hoy 12 a?os- que se encontraban en la sala "repugnados por las im¨¢genes". Para no someterles a un trauma mayor, durante la semana y media que durar¨¢ el juicio ninguno de los ni?os entrar¨¢ en la sala. Ma?ana testificar¨¢n por ellos sus padres.
En el banquillo, junto a Nanysex se sentaban los otros tres encausados de intercambiar archivos pederastas: el leridano Eduardo S. M., Jos¨¦ G. C., de Orense, y el murciano Antonio O. M., el ¨²nico al que s¨®lo se le acusa de la distribuci¨®n del material y no de abusos. Ninguno llega a los 30 a?os y todos est¨¢n procesados por vejar a siete ni?os, de entre uno y seis a?os. El fiscal ha pedido para Eduardo 13 a?os de prisi¨®n, para Jos¨¦ 24 y para Antonio 10. "Al ser Antonio el menos perjudicado, todos han testificado contra ¨¦l, diciendo que fue quien difundi¨® los v¨ªdeos y que Jos¨¦, ?lvaro y Eduardo s¨®lo los compart¨ªan entre ellos", afirma Maza.
Los cuatro acusados fueron detenidos en mayo de 2005 despu¨¦s de que la secretar¨ªa general de Interpol en Ly¨®n alertara a la polic¨ªa espa?ola de que hab¨ªan encontrado fotograf¨ªas pornogr¨¢ficas cuyo protagonista era un beb¨¦.
El modus operandi de Eduardo, Jos¨¦ y ?lvaro, seg¨²n el relato de los hechos del Ministerio P¨²blico, era el mismo: ganarse la confianza de los padres para poder quedarse a solas con sus v¨ªctimas. La fiscal¨ªa, la acusaci¨®n particular y la popular coinciden en su calificaci¨®n. La formulan como abusos sexuales y no como violaci¨®n, a pesar de que sostienen que hubo penetraciones a cuatro de las v¨ªctimas. Las penas en el primer caso son menores que en el segundo. La explicaci¨®n que dan es que el c¨®digo penal establece que para que haya violaci¨®n tiene que haber violencia o intimidaci¨®n y para que exista esta violencia debe darse una voluntad a la que doblegar. Y los ni?os de uno y dos a?os no la tienen formada.
Seg¨²n la calificaci¨®n fiscal, ?lvaro I. G. compart¨ªa piso en Villalba con los padres de un menor de cuatro a?os y aprovech¨® su confianza para abusar del ni?o junto con Eduardo S. M. El fiscal ha pedido para este ¨²ltimo 13 a?os de c¨¢rcel. Adem¨¢s, ?lvaro I. G. grab¨® en 2004 los "tocamientos obscenos" que le hizo al hijo de tres a?os de la mujer con la que viv¨ªa en Villalba. Jos¨¦ G. C. tambi¨¦n aprovech¨® en 2002 la confianza que transmit¨ªa a los padres cuando dejaban a sus hijos a su cuidado para abusar de dos menores de nueve a?os.
Manuel Maza Ruiz, abogado de la acusaci¨®n particular, fue ayer muy duro sobre la posible castraci¨®n de Nanysex. En sus peticiones eleva las penas de todos los acusados menos las de Antonio. La de ?lvaro, de 39 a 45 a?os. "La castraci¨®n qu¨ªmica evita una erecci¨®n pero eso no quita los deseos de tener contacto con un menor. Adem¨¢s, no es definitiva y s¨®lo con que el acusado dejase de ir a recibir tratamiento dejar¨ªa de hacer efecto. Yo me opongo a su castraci¨®n en la medida en que le beneficie en cualquier aspecto". Maza pedir¨¢ que, despu¨¦s de cumplir su pena, se le recluya en un centro psiqui¨¢trico hasta que un equipo de forenses no firme que est¨¢ totalmente recuperado de su trastorno. Que no salga a la calle nunca a no ser que un grupo de m¨¦dicos lo acredite.
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